Las perspectivas de un muelle exclusivo
Dirigentes del rubro turístico creen que un terminal dedicado a las naves de pasajeros significará un impulso definitivo a la actividad. Un proyecto de estas características requiere de colaboración público-privada, compromiso estatal y visión de largo plazo.
El rápido crecimiento experimentado por el turismo de cruceros desde el fin de la pandemia se ha transformado en el aliciente perfecto para que vuelva al debate regional la idea de construir en Valparaíso un muelle que sea de uso exclusivo -o preferente- para el arribo de las naves de pasajeros. Voces como las de Verónica Castillo, presidenta de la Federación de Servicios Turísticos de Valparaíso (Fesetur), plantean que la implementación de este terminal es clave para evitar los problemas de atraque que tuvieron las embarcaciones de lujo cuando algunos gremios bloquearon el Puerto de Valparaíso, a fines del año 2018. La presidenta de Hoteles Valparaíso AG, Karen Lein, va un paso más allá e indica que una iniciativa de estas características puede ser un punto de inflexión para convertir al turismo en el principal eje económico de la ciudad.
Es indudable que la instalación de un muelle para el uso preferente de las naves de pasajeros puede tener un impacto transformador en la actividad turística y su efecto puede permear más allá aún, con beneficios innegables para el atractivo conjunto que conforman la Ciudad Puerto, Viña del Mar y Casablanca. Las cifras son tentadoras, pues de acuerdo a los estudios realizados por la Subsecretaría de Turismo, un norteamericano, europeo o asiático que llega al país de visita gasta unos US$ 100 diarios. Miles de ellos, bien aprovechados por empresas preparadas y profesionales, pueden representar un salto en la economía del Gran Valparaíso, pero hay ciertas condiciones indispensables para que una idea de este calibre resulte exitosa: colaboración público-privada, compromiso estatal a prueba de cambios de gobierno y una estrategia común de largo plazo que permita maximizar los beneficios del proceso. Es responsabilidad de las autoridades y de los dirigentes del mundo empresarial construir un acuerdo que permita aprovechar el viento a favor que tiene la industria de cruceros y materializar el que puede ser uno de los mejores negocios para Valparaíso.