La trama de esta novela aún no tiene final: Wanderers vuelve a ilusionarse
FÚTBOL. En un electrizante partido, los caturros derrotaron por 2-0 a Cobreloa y se encaraman en la tabla del Ascenso. Los goles de Cañete y Muñoz metieron de nuevo al Decano en la pelea.
Si este torneo de Ascenso pudiera compararse con una novela, tendríamos que agradecerle al autor las sorpresas que depara capítulo a capítulo. El episodio que se vivió anoche en Playa Ancha está emparentado con la épica, pero no se debe olvidar que también ha habido tragedia, además de comedia.
Wanderers logró ayer un triunfo sobre Cobreloa que significó un grito de alivio, pero también alimentó la esperanza de una hinchada cansada de la decepción.
Hay que aclarar que este equipo no se viste de etiqueta -sería ir un poco contra su historia- y fecha a fecha va consolidando un estilo práctico y resultadista. A eso se une que en la segunda rueda prácticamente no ha resignado puntos ante sus rivales directos.
Le ganó a La Serena y San Felipe, empató con San Luis y derribó a los loínos. Da la impresión que el cuadro de Francisco Palladino está expiando sus pecados de la ronda inicial, en que dio ventaja y de pasada hizo sufrir a Valparaíso.
El triunfo frente al equipo naranja se puede explicar desde distintas perspectivas: por la solidez defensiva de la línea de cuatro caturra; el equilibrio que aportan en sus funciones Pereyra y Gatica en el medio; la responsabilidad con que Cañete asumió su rol; y el sacrificio de Muñoz. Sin embargo, nada de eso hubiera sido definitorio sin el acierto de Miranda, quien evitó el empate con una tapada magistral a un cabezazo de Gotti en el minuto 89. La atajada se celebró como un gol en las gradas del coloso de subida Carvallo.
Parece un lugar común futbolero, pero en este partido ganó el equipo que cometió menos errores. Emiliano Astorga plantó un once pesado de aguantar en Playa Ancha. Con un mediocampo que desgastó a los verdes y una delantera que aprovechaba su envergadura para provocar un traspié. Tuvo dos opciones claras Cobreloa en el lapso inicial, pero Escalante cabeceó a las manos del golero caturro y Vergara no pudo conectar bien cuando estaba de frente al arco.
Al igual como ocurrió el sábado pasado en San Felipe, Wanderers sufrió, pero al momento de castigar, no dudó.
Los locales se aprovecharon de dos gruesas equivocaciones de su rival y clavaron las opciones que tuvieron.
Antes Villagrán había estrellado su remate en un palo e Insaurralde casi abre la cuenta con un tiro libre.
Cuando había un leve dominio del visitante, Cañete percutó desde fuera del área un tiro con mucho efecto que Araya no supo desviar por encima del larguero. El balón entró en el arco cobreloíno y dejó en ruinas al joven portero naranja.
Con la ventaja, Wanderers se retrasó y comenzó a esperar a su rival. La estrategia de Palladino, que durante la primera rueda no le resultó a menudo, en esta ocasión fue efectiva y permitió incluso ampliar el marcador. Cuando se jugaba el tercer minuto de descuento, Villagrán se resbaló y permitió el ingreso en solitario de "Carlitos", que anotó el segundo.
Así, el Decano mete presión arriba y se ubica temporalmente en la tercera posición de la clasificación, a la espera de la disputa del resto de la fecha.
El sábado 19 de agosto los de Valparaíso visitan a Rangers. Es un nuevo capítulo que está por escribirse.
"Nuestro equipo ha crecido, ha mejorado, los resultados vienen confirmando ese sentir, pero no podemos subestimar a ningún rival".
Francisco Palladino, DT de Wanderers
2 jugadores del equipo campeón en 1958 fueron homenajeados anoche por Wanderers: Salinas y Díaz.
36 puntos suma en la tabla del Ascenso el Decano. Por ahora se ubica en la tercera posición, a uno del líder.
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