"Marquitos" Quezada, histórico utilero de Santiago Wanderers, se fundió en un abrazo con el exgoleador caturro Jorge Dubanced en las canchas del complejo de Mantagua. Compartieron camarín en el Decano durante la década de los '70 y no se veían desde hace una eternidad.

La celebración de los 131 años del club, organizada por la sociedad anónima porteña en el recinto donde entrenan sus equipos, sirvió como escenario perfecto para el reencuentro del multiverso wanderino.

"Pistola" Flores se tomaba fotos con los hinchas; Ricardo Díaz miraba asombrado el tardío pero merecido reconocimiento a su legado; Elías Figueroa asumía su labor de embajador de la institución; "Juanito" Olivares recibía una ovación cuando su nombre sonaba en los parlantes. Todos tenían su espacio, incluso los miembros del primer equipo, que después de su práctica se integraron a la ceremonia encabezados por el técnico Francisco Palladino y su capitán, Carlos Muñoz.

También los socios, que llegaron en procesión hasta el centro deportivo quinterano para festejar, pero también para recibir un reconocimiento por su fidelidad a los colores.

Víctor Cifuentes, con 70 años ligado a la institución, fue el más aplaudido. También hubo distinciones especiales para el comunicador de "Sintonía Verde", Carlos Gustavo Lillo, y para el investigador histórico Dino Villella, cuyo trabajo fue clave en el reconocimiento de las dos estrellas conseguidas por el Decano en la Asociación Profesional Porteña.

Además, la S.A. aprovechó la instancia para inaugurar los nuevos camarines destinados exclusivamente al fútbol femenino del club ante cerca de quinientos asistentes.

El presidente caturro, Reinaldo Sánchez, reconoció una vez concluida la ceremonia que ya no tiene el mismo empuje de hace veinte años, cuando dirigió a la institución en su primera etapa.

Sin embargo, el dirigente afirma que siente "una responsabilidad" por "tener al club en un buen nivel".

Según el empresario microbusero, el momento deportivo del equipo es interesante y "no hay ningún wanderino que no quiera subir, todos queremos ascender, el problema es lograrlo. Todos los partidos son difíciles, la tabla está apretada, los equipos de abajo le ganan a los de arriba, mira ese desastre que tuvimos en Recoleta, eso dolió mucho".

La situación institucional también fue abordada por Sánchez, quien aseguró que no está de acuerdo con que el club sea administrado en el futuro por agentes de jugadores, como sucede en otros equipos.

"Si el día de mañana no estoy, no sé lo que va a pasar con el club. Pero no me parece correcto que los representantes de jugadores compren clubes, no debería ser", afirma el timonel verde.

Sánchez añade que "creo que llegó el momento de que el fútbol pase al poder de los socios de los clubes. Pero en elecciones no de ciento treinta personas. Si Wanderers tiene cinco mil socios, por lo menos debiera votar el setenta y cinco por ciento. Parecido a lo que pasa en Argentina".

La negativa al ingreso de manejadores de futbolistas al Decano es compartida por el exmandamás caturro Jorge Lafrentz, quien ayer fue premiado por sus sesenta años como socio.

"Yo creo que el ingreso de representantes de jugadores a Wanderers no es una buena idea. Algo me comentó Rafael González en su oportunidad y yo le dije que no lo hiciera, Wanderers es de la ciudad de Valparaíso, de los porteños, sabemos el rol que cumplen los empresarios de jugadores, muchas veces hay que hablar con ellos para traer futbolistas, pero Wanderers es mucho más, es de la ciudadanía porteña, es de la hinchada, no es recomendable y nunca va a ser bueno. No es sano que los representantes puedan ser accionistas en los clubes, porque después puede haber relaciones cruzadas y eso genera conflicto de interés. Ojalá en Wanderers nunca haya representantes a cargo del club", señaló el otrora presidente de la sociedad anónima porteña.

En la misma línea, el vicepresidente wanderino Rafael González, quien cuando dirigía el club recibió ofertas de tres manejadores para comprar el club, manifestó que "no puede haber representantes al interior de Santiago Wanderers, ellos tienen un modelo de negocio que va en un sentido muy distinto a lo que es nuestra institución. Ojalá podamos mantenernos sin ellos y que nunca entren, como estuvo a punto de ocurrir en algún momento. En otros clubes cambiaron hasta el escudo, los representantes no podrían valorar como nosotros la rica historia de nuestro equipo".

El abogado también reflexionó sobre la intención que tuvo un grupo de exregentes, quienes buscaban empujarlo a vender sus acciones a empresarios del fútbol: "Yo estoy alineado con los dirigentes tradicionales, hay algunos que llegaron en otro momento y tenían una visión más pragmática".

"Al final en toda empresa manda el presidente. Todos querían echar al entrenador y yo dije que no".

Reinaldo Sánchez, Timonel de Wanderers

"Ojalá en Wanderers nunca haya representantes a cargo del club".

Jorge Lafrentz, Expresidente de Wanderers

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