El rescate de la Casa Italia en Viña
La compra del histórico inmueble por parte de la PUCV es una oportunidad para revitalizar el céntrico barrio viñamarino. El compromiso asumido por la PUCV permitirá consolidar la fuerte actividad comercial surgida en la calle Álvarez en los últimos años.
Luego de recibir la aprobación de la inmobiliaria dueña de la histórica propiedad, la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV) se prepara para materializar en las próximas semanas la compra definitiva de la conocida Casa de Italia, de Viña del Mar. Construida entre los años 1914 y 1918, por encargo del empresario del salitre y textil Carlos Werner Rither, la casona se transforma en epicentro de la vida social viñamarina en 1950, cuando la adquiere Constantino Mustakis Kotsilini. Luego, en 1966, adquirida por la colonia italiana y dirigida por Ambrosio Montalbetti, para ser sede de la colectividad - también del Círculo Italiano de Valparaíso y la Sociedad Dante Alighieri-, el inmueble se consolida como un centro social, cultural y deportivo. Su lamentable abandono y falta de uso derivaron en una ocupación ilegal y posterior incendio, que destruyó parte importante del recinto. La apuesta de la PUCV por rescatar este pedazo de la memoria viñamarina es un impulso extraordinario y elogiable, que debe contar con el apoyo de las autoridades e instituciones vinculadas al quehacer de la ciudad.
Más aún porque el objetivo del plantel no es solamente recuperar la vieja casona declarada Monumento Nacional en 2017, con toda la burocracia de tramitaciones, estudios y obstáculos que suele haber en la intervención de un bien protegido, sino que la intención de la universidad es transformar la esquina de Álvarez con Villanelo en un polo universitario de impacto significativo.
El compromiso asumido por la PUCV permitirá consolidar la fuerte actividad comercial surgida en la calle Álvarez en los últimos años. Restaurantes, tiendas, locales de comida rápida y pubs lograron la reconfiguración de un barrio que no tenía vida propia más allá de ser un punto obligado para tomar transporte público. Hoy, de manera sorpresiva, la avenida se transforma en una oportunidad para la revitalización del centro fundacional de la ciudad y la recuperación de la Casa Italia en la posibilidad real de que la zona recupere el espíritu que le imprimieron Constantino Mustakis y Ambrosio Montalbetti.