Sebastián Mejías O.

Apocas semanas de que se conmemoren los 50 años del golpe de Estado de 1973, en la comuna de Viña del Mar comenzaron las presiones por parte de organizaciones de DD.HH., partidos políticos y concejales para renombrar un tramo de la calle Quillota como Salvador Allende.

La propuesta tiene altas posibilidades de concretarse, ya que necesita la aprobación de una mayoría simple en el Concejo Municipal (seis de diez votos), aunque es probable que el trámite se retrase hasta después del 11 de septiembre, pues requiere de un informe del Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil (Cosoc), que en Viña del Mar está recién en proceso de conformación.

A partir de este diálogo entre el municipio y las organizaciones de la sociedad civil, se debe elaborar una propuesta concreta para que sea discutida por el Concejo.

Sobre el trámite en el que actualmente se encuentra la posibilidad de renombrar un tramo de la calle Quillota, justo frente al Cementerio Santa Inés que recibió los restos de Salvador Allende tras su muerte, desde la administración señalaron estar a la "espera de una propuesta metodológica conjunta para la conversación ciudadana que amerita una decisión así".

Mayoría simple

El concejal Alejandro Aguilera plantea que su iniciativa apunta a renombrar sólo la parte de la calle Quillota, más precisamente el tramo que está frente al Cementerio Santa Inés, partiendo desde la subida Sausalito hasta 24 Norte.

"Estamos hablando de un expresidente constitucionalmente electo que tiene una vinculación política con la comuna", explica el edil Aguilera, quien expone que "el reconocimiento que le estamos haciendo es porque estuvo sepultado por razones políticas, de manera clandestina, por 17 años en el Cementerio Santa Inés".

El edil del PC Pablo González cree que "es totalmente factible" que alguna de las solicitudes llegadas al Concejo Municipal para asignar el nombre del expresidente a Quillota termine con éxito, considerando "la conmemoración de los 50 años del golpe cívico-militar y que el cementerio de Santa Inés acogió los restos del Presidente Salvador Allende".

Sin embargo, dice ser realista respecto al tiempo que la decisión pueda demorar, ya que "el Consejo Comunal de Organizaciones de la Sociedad Civil que debe emitir un informe previo a que los concejales renombren un bien nacional de uso público, celebró su última sesión y está en proceso de reorganizarse".

En tanto, al concejal Sandro Puebla (Ind.-PS) le parece "una buena iniciativa, a modo de un homenaje merecido a un expresidente de la República, en la medida que también sea consensuado con los vecinos de los sectores donde se proponga el cambio".

René Lues (DC), en tanto, dijo tener "toda la voluntad de asignar una calle de la ciudad con el nombre de Salvador Allende, (…) sin dejar de respetar la historia más antigua, la de la calle Quillota, que es una de las tres calles originarias en el trazado de la fundación de Viña del Mar".

Estima que "la mejor opción para respetar ambas historias es cambiar de nombre de la calle al comenzar la subida Santa Inés hasta el cementerio, u otra que se estime pertinente, pero no la calle Quillota que conocemos como tal".

Oposición

Desde la oposición, la edil Antonia Scarella (Ind.-UDI) indicó "que cambiar el nombre de una calle tan tradicional como la calle Quillota por uno que genera tanta división no es lo más prudente". Por lo mismo, pide que antes que esto llegue a Concejo, "debería haber una consulta ciudadana y que los viñamarinos decidan lo que quieren".

Esta opinión la comparte el edil de la UDI, Jorge Martínez, quien se mostró "totalmente en contra, primero porque el gobierno de Salvador Allende le hizo mucho daño a Chile y genera división, pero también por el importante gasto fiscal que la municipalidad debería hacer en este cambio de calle que, con la situación actual, no creo que sea prioritario".

"Es totalmente factible considerando la conmemoración de los 50 años del golpe cívico-militar".

Pablo González, Concejal (PC)

"Cambiar el nombre de una calle tan tradicional por uno que genera tanta división no es lo más prudente".

Antonia Scarella, Concejala (Ind.-UDI)

Opiniones divididas ha generado la cancelación de las tradicionales fondas limachinas que se realizan todos los años en el Estadio Municipal Ángel Navarrete Candia. El Concejo Municipal de la ciudad rechazó por cuatro votos en contra y uno a favor la única propuesta del municipio, que a través de un proceso de licitación presentó la oferta de una empresa para usar el recinto deportivo como lugar para que se desarrolle la famosa Fiesta de la Chilenidad, típica en la comuna.

El alcalde, Daniel Morales, criticó la postura del Concejo y declaró que "yo lamento enormemente la decisión que tomó el Concejo. Nosotros nos la jugamos por tener una fiesta que ha posicionado a la ciudad como referente en este tipo de celebraciones. Expusimos una propuesta que se ajusta a derecho y los concejales mostraron su oposición, rechazando la posibilidad de poder concesionar el estadio municipal para las actividades que se iban a realizar entre el 15 y el 19 de septiembre".

Argumentos

Ante este tema, los principales apuntados fueron los concejales, quienes salieron al paso de las críticas señalando las falencias del proceso de licitación, que contemplaba un monto de $ 26 millones.

"Yo voté en contra porque la empresa que se adjudicó la propuesta no presenta antecedentes de experiencia previa que acrediten tener la capacidad para sostener un evento de tal envergadura", señaló el edil Joel González (Ind.).

Por su parte, el concejal Álvaro Zamora (PS) justificó su voto manifestando que "uno de los motivos por el que rechacé es que hubo varias irregularidades en las formas de todo este proceso. Además, ocurrieron situaciones extrañas, como por ejemplo que la persona dueña de la empresa que iba a estar a cargo de todo empezó a publicitar precios y a hacer llamados en redes sociales antes de que el Concejo aprobara o rechazara la propuesta".

En contraparte, la única concejala que decidió aprobar la oferta presentada por la Municipalidad de Limache fue Amal Salem, quien declaró que "voté a favor dada la recomendación del comité revisor. Ante la falta de otras propuestas y pensando en los cientos de emprendedores que ven en estas fiestas una oportunidad de desarrollo económico y turístico no sólo a quienes trabajan en el estadio, sino en todo el concierto de Limache".

De esta forma, se ve muy difícil que se realicen las tradicionales fondas, ya que un nuevo proceso de licitación es imposible por tiempo.

"Lamento enormemente la decisión que tomó el Concejo. Nosotros nos la jugamos por tener una fiesta".

Daniel Morales, Alcalde de Limache