Intenciones de unidad para las alianzas electorales chocan con crisis y conflictos
A los desencuentros entre socios por temas tan diversos como acusaciones a ministros, caso Convenios, renuncias y enmiendas constitucionales, se suman diversos aspectos técnicos.
Para los partidos políticos las elecciones municipales y regionales están a la vuelta de la esquina, aunque se lleven a cabo el 27 de octubre de 2024, como lo demuestra la profusión de candidatos que intentan posicionarse para incluir sus nombres en alguna de las cuatro papeletas, ya que se elegirá a alcaldes, concejales, gobernadores y consejeros regionales.
Cómo se estructurarán las fuerzas con miras a esos comicios, sobre todo considerando el carácter predictivo que se les atribuye a las municipales respecto de las presidenciales -al año siguiente en este caso-, es por ahora un enigma en los derroteros de la política.
Una decisión asociada a escenarios y circunstancias complejos y cambiantes, que van desde la crisis de seguridad hasta la situación económica, pasando por el caso Convenios, el proceso constitucional y los 50 años del Golpe, materias que han generado duras polémicas entre socios de coaliciones o de tendencias afines. Para qué decir entre bandos contrarios.
Unidad en entredicho
Luego de las elecciones del 7 de mayo, los consejos nacionales del Partido por la Democracia, la Democracia Cristiana y el Comité Central del Partido Comunista se pronunciaron por una lista única para los comicios municipales y regionales, que incluyera a Apruebo Dignidad, a Socialismo Democrático y la Falange, cosa que también apoyó el Partido Socialista.
Desde la otra vereda, Cristian Valenzuela, director ejecutivo de Ideas Republicanas y hombre de confianza de José Antonio Kast, planteó como desafío "construir alternativa de gobierno con Chile Vamos y sectores de centro".
Muchas cosas han cambiado raudamente. Ya en enero, el exsenador PPD Guido Girardi, partidario de que el oficialismo fuera en listas separadas el 7 de mayo, dijo que los electores afines a SD no apoyarían una alianza PC-Frente Amplio, porque pasaría a ser "la lista del indulto".
Y tras las elecciones, la presidenta de ese partido pidió a la izquierda dejar de hablarles "a los monos peludos, al 30% que tienes, a les compañeres", palabras que causaron indignación en los aludidos y por lo cual ella tuvo que disculparse.
Después se detectaron los primeros traspasos millonarios de fondos públicos a fundaciones gestionadas por militantes de primera línea de Revolución Democrática, el partido fundado por Giorgio Jackson, de cuyo ministerio fueron robados 23 computadores y una caja fuerte, todo lo cual derivó en una fuerte presión por su renuncia, que también tuvo mucho fuego amigo. Así se manifestaron públicamente los senadores PS Fidel Espinoza y Alfonso de Urresti, y Jaime Quintana del PPD.
En la derecha
Tampoco en la derecha las aguas han estado calmas. Ya en 2019, sobre el Acuerdo por la Paz Social y nueva Constitución, el líder republicanoJosé Antonio Kast decía que "es muy difícil llegar a un acuerdo con quienes están pactando con la izquierda radical (…) no queremos estar en un pacto con ellos", en alusión a Chile Vamos.
En abril último, luego de que el presidente de RN, Francisco Chahuán, dijera por error que la coalición estaba disponible "a la posibilidad de un órgano estatal que pague las pensiones", Kast hizo una encuesta en Twitter preguntando por el grado de acuerdo "con la propuesta de Chile Vamos de que los ahorros de los chilenos sean administrados por el Estado".
Frente a esto, el presidente de la UDI lo acusó de caer en la mentira y la secretaria general lo calificó como una "bajeza"; el secretario general de RN, lo trató de "mala leche" y en Chile Vamos tildaron lo obrado como parte de una "guerra sucia".
Ac y enmiendas
En julio, el ahora exministro de Educación, Marco Antonio Avila, sorteó una acusación constitucional con respaldo, entre otros, de Evópoli, lo que provocó una dura pugna al interior de la coalición. El secretario general de RN calificó la opción de sus socios como "una puñalada al corazón de Chile Vamos".
Una de las últimas diferencias tiene que ver con una de las enmiendas presentadas por el Partido Republicano al anteproyecto constitucional de la Comisión Experta, y que se vincula con el aborto. La alcaldesa UDI de Providencia, Evelyn Matthei, que en la última Cadem desplazó a Kast del primer lugar en preferencia presidencial espontánea, fue enfática: "El Estado no tiene el derecho de obligar a una mujer a llegar al fin de un embarazo producto de una violación. Tampoco puede forzar a una mujer a tener un embarazo cuando el feto viene sin cerebro. No tiene el derecho. Punto".
Y otra se vivió durante la semana, cuando la bancada del PC pidió que la Cámara de Diputados condenara el acuerdo de la Corporación del 22 de agosto de 1973 contra el gobierno de Salvador Allende -que la derecha había conseguido el día anterior que se leyera en sala- , moción que fue rechazada con 62 votos en contra, 57 a favor y 2 abstenciones. La DC estuvo en contra.
En ese clima, no es para nada claro que vayan a prosperar las intenciones de unidad declaradas luego de las elecciones del 7 de mayo, tanto en el oficialismo como en la derecha. Pero también hay otras razones de
Chile Vamos debe decidir si va a pactar con Republicanos o toma un camino paralelo pero independiente".
SD paga los costos de un Gobierno que no es de ellos, sino de una coalición que los maltrató sistemáticamente".
Claudio Alvarado
Director Instituto de Estudios de la Sociedad
Para los liderazgos locales de Chile Vamos sería muy difícil aceptar una posición hegemónica de Republicanos".
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl
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