La utilidad real de una comisión
Diputados, alcaldes y gobernador quieren indagar las causas del excesivo desarrollo inmobiliario en torno al campo dunar.
Conocida la responsabilidad del Ministerio de Obras Públicas en la falta de mantención del colector de aguas lluvia que colapsó en el sector de Cochoa, la alcaldesa Macarena Ripamonti, su par de Concón Freddy Ramírez, el gobernador Rodrigo Mundaca y algunos parlamentarios, subieron la apuesta en el debate sobre el excesivo desarrollo inmobiliario en las cercanías del campo dunar y propusieron la creación de una comisión especial investigadora (CEI) ad hoc, cuya conformación está casi asegurada por el quorum que exige este tipo de instancias.
El objetivo principal de la CEI será indagar por qué hace 25 años las autoridades decidieron reducir las zonas de protección del campo dunar, qué rol jugaron los directores de Obras de Viña y Concón en el proceso de aprobar los edificios cuestionados y qué vinculaciones existen entre el negocio inmobiliario de ese sector y las autoridades municipales de la época. Más allá de dichos alcances, la instancia permitirá a Ramírez y Ripamonti mantener sobre la mesa el cuestionamiento a las figuras de derecha que participaron de las administraciones de los exalcaldes Sumonte y Reginato, construyendo un escenario políticamente conveniente para enfrentar su reelección el próximo año. Este ejercicio, sin embargo, será más efectista que efectivo. La proliferación de comisiones investigadoras que aprueban conclusiones sin consecuencias judiciales o administrativas más allá de las paredes del Congreso es un fenómeno que atrae más críticas que elogios en la ciudadanía, por su poca utilidad práctica.
De tener antecedentes sobre ilegalidades en la aprobación de edificaciones cerca del campo dunar, los alcaldes deberían acudir al Ministerio Público para que investigue a fondo dichos casos. Si los datos hablan de irregularidades administrativas, el organismo competente es la Contraloría.
La verdad es que el esfuerzo que pongan los parlamentarios en dicha comisión investigadora no tendrá ninguna consecuencia valiosa para los vecinos de Viña del Mar y Concón si las fuerzas políticas de ambas comunas no son capaces de construir, en paralelo, consensos amplios y duraderos sobre dónde y cómo debe avanzar el desarrollo inmobiliario de ambas comunas, en un diálogo técnico que no puede demonizar actores ni visiones, porque está en juego el futuro urbano de la zona.