"Lo que está pasando nos exige proteger las 50 hectáreas"
Cuando en el año 2011 la empresa propietaria de las dunas, Reconsa, cerró el perímetro del campo dunar con el pretexto de brindar mayor protección al lugar, un grupo de vecinos de Concón se organizó en torno a un movimiento ciudadano que levantó como exigencia la ampliación del Santuario de la Naturaleza. Dicho movimiento se llama Red Duna Libre y entre sus representantes más connotados figura la actual concejala María José Aguirre (Evópoli).
En su trabajo por la defensa al campo dunar, Aguirre participó del proceso que permitió incrementar a 31 hectáreas la zona protegida, bajo administración del alcalde Óscar Sumonte. Sobre los problemas ocurridos en los límites del campo dunar por el socavón junto al edificio Kandinsly, Aguirre dice que existe una responsabilidad transversal por lo registrado. También asegura que en el proceso de defensa de las dunas nunca "hubo apoyo de Viña del Mar".
"Es sumamente frágil"
- ¿Cuál es la historia del proceso que permitió darle mayor protección al campo dunar de Concón?
- En 1993, el campo dunar estaba completamente protegido, pero lamentablemente no salió en el Diario Oficial y nunca se supo nada de eso, porque no había redes sociales. En 1994 se desafecto el área protegida y se dejaron sólo 12 hectáreas como Santuario de la Naturaleza y con el correr de los años se logró ampliar a 19,5 hectáreas, pero en el 2011, ante la inminente construcción de once edificios en la duna mayor, que no estaba protegida, creamos Red Duna Libre, que con más de 58 mil firmas logramos proteger 30 hectáreas de las 50 existentes. Un total de 47 hectáreas estaban en Concón y las otras en Viña del Mar, comuna de la que nunca, jamás, tuvimos apoyo para esta defensa.
- Lo que pasó a un costado del edificio Kandinsky está en Viña del Mar. ¿Cómo ven esta situación?
- Como algo que hemos estado siempre anunciando. El campo dunar es sumamente frágil y aquí un colector de aguas lluvia es responsable de la situación, pero esto es mucho más amplio y el Ministerio de Obras Públicas (MOP) se tendrá que hacer cargo. Lo ocurrido es un llamado de atención a las municipalidades que otorgan los permisos de edificación y luego no se fiscaliza; las autoridades miraron intereses económicos porque en ese entonces no exigían Estudio de Impacto Ambiental, porque era voluntario para el privado, a las inmobiliarias que han urbanizado sin ninguna consideración y a las constructoras que construyen con un alto estándar, no tenemos duda de eso, pero que no deben olvidar que se edifica en un suelo frágil, donde no existe una mirada hacia el entorno.
Ampliar protección
- ¿Se ha conversado el tema entre concejales o en sesión?
- No, no hemos tenido la oportunidad de hablar, pero yo voy a seguir con la defensa y la protección de las 50 hectáreas del campo dunar. Voy a exigir al alcalde que se comprometa con la protección de las 50 hectáreas y que se concrete el cierre que anunció, que aún no se realiza. El cierre debe ser, por lo menos, en el santuario que está desgastado, porque no se ha podido implementar un plan de manejo. Las dunas han bajado 10 metros en los últimos 20 años y seguramente si hay una nueva línea base no vamos a encontrar la misma cantidad de flora y fauna en el lugar, por lo que se debe proteger el santuario.
- ¿Cuáles son las acciones que usted cree son importantes para concretar esa protección?
- Protegiendo el campo dunar en su totalidad. Nosotros logramos proteger 30 hectáreas, las otras 20 hectáreas son área verde en el Plan Regulador Comunal (PRC), publicado en el Diario Oficial el 17 de mayo del 2017, pero antes de ello, Reconsa ingresó un anteproyecto de 23 edificios en el área verde, con un hotel con 200 habitaciones y 6 mil estacionamientos subterráneos. Afortunadamente eso caducó y también dos proyectos más que estaban en el área verde. Además, debemos mencionar que tenemos tres construcciones detenidas en el entorno: la etapa uno y dos del edificio Santorini, en Viña del Mar; la "VI Etapa de Costas de Montemar" que son loteos que en un futuro van a ser edificios. Ese proyecto está en calificación ambiental. Y el tercero es Punta Piqueros, donde su área de evacuación es la vía donde cayó todo el material dunar a la avenida Borgoño.
- ¿Ve esto como una oportunidad?
- Lo veo absolutamente como una oportunidad que, lamentablemente, llega muy tarde porque podríamos haber evitado lo que está pasando hoy. Esto no es solamente una oportunidad para Viña del Mar o Concón, sino para todo el país, porque hay varios lugares en Chile que están siendo amenazados por el crecimiento inmobiliario. Aún tenemos un campo dunar que podemos proteger de mejor manera. Cuando se amplió a 30 hectáreas se justificó con la flora y fauna, hoy se suma el peligro de la vida de las personas que viven ahí. Es importante estar alerta y atentos a la naturaleza que hoy se manifestó con el socavón, que es un desafío restaurarlo.
- ¿Quiénes son responsables?
- Es una sumatoria de responsabilidades, del Estado, municipios, inmobiliarias, constructoras, de instituciones. Esto se dio por no saber conversar, por privilegiar intereses políticos y económicos. Hoy se nos presenta una oportunidad no sólo para lograr proteger lo que queda, sino también para unificar la mirada a futuras construcciones. El campo dunar es uno y es nuestro deber, como ciudadanos y autoridades, proteger la totalidad. Lo que está pasando nos exige proteger las 50 hectáreas, porque es un todo lo que queda.
"Voy a exigir al alcalde (Freddy Ramírez) que se comprometa con la protección de las 50 hectáreas y que se concrete el cierre que anunció, que aún no se realiza".