Nueva aventura del cura Nahuelcura
Más allá de la intencionada cacofonía del título de arriba, el sacerdote viñamarino deja un tremendo legado en la vida espiritual porteña. Emblemático fue el trabajo de Nahuelcura con los inmigrantes que llegan año tras año al Puerto, todos los cuales tenían espacio en su parroquia, como en sus casas de acogida.
Después de un fructífero paso por las parroquias Doce Apóstoles de Valparaíso, Nuestra Señora de la Purificación de Algarrobo, y más de dos décadas en la porteña Inmaculado Corazón de María, el carismático vicario pastoral del Obispado de Valparaíso, el cura Pedro Nahuelcura Vargas fue trasladado (en parte a solicitud de él, dados algunos inconvenientes de salud que le obligan a usar bastón) al templo Nuestra Señora del Rosario de Quilpué, en reemplazo del expárroco Jorge Romero Salinas, quien arribó al Sagrado Corazón de Jesús del Cerro Barón.
Emblemático fue el trabajo de Nahuelcura con el creciente número de inmigrantes que llegan año tras año al Puerto, todos los cuales tenían espacio en su parroquia, como en sus casas de acogida. Así, personas en situación de calle, extranjeros que apenas hablaban español y toda aquella capa de compatriotas que muchos optan por esconder debajo de la alfombra, tenían su espacio por intermedio de la innovadora Pastoral de la Movilidad Humana, fundada por Nahuelcura hace casi 20 años, y que realizaba operativos, talleres, formación y asesoría jurídica para ayudarlos en su inserción social y laboral. Ello, junto a su antiguo y decidido oficio de bombero voluntario y capellán de la institución, le valió en 2010 el honor de haber sido declarado Ciudadano Ilustre otorgado por el Concejo Municipal de Valparaíso a través de la medalla al mérito Diego Portales. Meritoria es también su labor evangelizadora en los círculos políticos, como excapellán del Congreso Nacional o como cuando manifestó al Consejo Constituyente la necesidad de que la nueva Constitución diese alguna solución a los casi 800 niños apátridas que viven en el país y a los que se suman.
"Vengo a esta comunidad como un buen pastor que quiere dar la vida por sus ovejas y que quiere cargarlas sobre sus hombros como lo hace Cristo", dijo en su carta de presentación a la comunidad.
Sin dudas, lo conseguirá antes de lo que piensa.