Luego de levantar su histórica tercera estrella en el año 1976, Everton enfrentaba para la campaña siguiente un desafío de ribetes mayores: jugar la Copa Libertadores de América.

Pese al éxito deportivo, el plantel sufrió una reestructuración: diez futbolistas del equipo campeón emigraron para la temporada 1977; la partida más sensible fue la de Mario Galindo, lateral derecho y pieza clave en la obtención del título viñamarino. Sin embargo, los de Sausalito se supieron reponer y gracias a la gestión del presidente Antonio Martínez, llegaron refuerzos como Miguel Ángel Leyes, Nelson Acosta, Alfonso Lara y Pedro Gallina.

Goleada a river

Desde la pretemporada, el equipo dirigido por Pedro Morales comenzó a maravillar a sus hinchas. En el marco de un hexagonal internacional que incluyó a los grandes de Santiago y a equipos como el Santos de Brasil, el Austria Salzburgo y River Plate de Argentina, fueron precisamente estos últimos con quienes Everton tendría una tarde de ensueño, propinándole una goleada 6-2 al conjunto rioplatense.

Carlos Campos, reconocido periodista deportivo y autor del libro "Everton 1976", bien recuerda aquella tarde: "A Everton le tocó enfrentar a River Plate, un día jueves, con poca gente en el estadio, y lo goleó por 6-2. River Plate venía con todas las figuras que después fueron mundialistas, como el arquero Fillol y Alejandro Sabella".

La gran estrella del cotejo fue el "Cordobés" José Luis Ceballos, quien le marcó cuatro goles al combinado argentino.

Desde tierras aztecas, el otrora puntero izquierdo atiende la llamada de El Mercurio y recuerda aquella jornada: "Fue tremendo hacerle cuatro goles al 'Pato' Fillol. Un mes después de los cuatro goles me quería comprar River Plate, pero yo estaba tan a gusto en Everton que no quise volver a Argentina", confiesa Ceballos.

DEBUT copero

Tras consagrarse en lo más alto del fútbol chileno, Everton llegaba en 1977 a debutar en la Copa Libertadores, compartiendo un grupo más que complicado con Universidad de Chile y los siempre trabajosos equipos paraguayos: Olimpia y Libertad.

Sin embargo, el DT contaba con una 4-3-3 que se podía recitar casi de memoria; Leopoldo Vallejos en el arco; Erasmo "Mono" Zúñiga, Ángel Brunel, Guillermo Azócar y Julio Núñez en defensa; Humberto López (o "Chicomito" Martínez), Mario Salinas y Sergio Ahumada en la medular; dejando en delantera a Carlos Cáceres, Jorge el "Flaco" Spedaletti y José Luis el "Cordobés" Ceballos.

El esperado estreno copero llegó el 1 de abril de 1977, con una sólida actuación de los de Viña del Mar: 2-0 frente a la 'U' en el Estadio Sausalito, con goles de Brunel y de Spedaletti.

13 días después, y luego de una derrota en la segunda fecha por 1-3 ante Libertad, Everton se impuso como local por la cuenta mínima ante el poderoso Olimpia, con un agónico gol de Spedaletti a los 87'.

Aunque el oro y cielo llegaba bien aspectado con 4 puntos de 6 posibles (las victorias sumaban por entonces dos puntos), Everton apenas pudo rescatar una unidad en las últimas tres visitas a la 'U' y al binomio paraguayo, siendo relegado al tercer lugar del grupo.

"Nosotros éramos como niñitos nuevos entrando a un colegio. Ese partido con Olimpia lo perdimos por la falta de experiencia, nos faltó tirarnos al suelo, tirar la pelota para afuera", dice Erasmo Zúñiga, uno de los fijos en cada oncena.

El lateral desclasifica además las artimañas paraguayas para desconcentrar a los evertonianos: "Era tremendo ir a jugar a otro país. Nosotros tuvimos unas vivencias que nunca pensamos. Cuando llegamos al hotel, nos trajeron mujeres que ni le cuento. Los paraguayos querían distraernos. El presidente (Antonio Martínez) le dijo al hotel que sacaban a esas personas o nos íbamos", asegura el ex oro y cielo.

Cerca del bicampeonato

Aunque los dirigidos por Pedro Morales quedaron a solo dos puntos de poder alzar el bicampeonato, queda en la retina viñamarina aquel equipo que maravillaba en la cancha.

"Era un equipo buenísimo, que tocaba mucho al medio, jugaba lindo y daba espectáculo", recuerda el historiador Carlos Campos.

"Teníamos un muy buen equipo, hay grandes recuerdos. A Viña siempre lo voy a llevar en el corazón", concluye el goleador José Luis Ceballos.

"Era un equipo buenísimo, que tocaba mucho al medio, jugaba lindo y daba espectáculo".

Carlos Campos Castro, Historiador deportivo

"Cuando llegamos al hotel nos trajeron mujeres. Los paraguayos querían distraernos".

Erasmo Zúñiga, Exlateral viñamarino

"Después de los cuatro goles me quería comprar River Plate, pero yo estaba a gusto en Everton".

José Luis Ceballos, Exgoleador de Everton

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