Los nudos gordianos del agua regional
La construcción de nuevos embalses en la Región es una necesidad urgente, que debe ser analizada de forma integral.
Una serie de expectativas a nivel regional levantó el reimpulso dado por el Gobierno a la construcción de embalses para enfrentar la escasez hídrica. Las lluvias de este año, que han estado cercanas a los rangos normales, no han servido demasiado para paliar los graves efectos de largo plazo provocados por la sequía que, desde hace más de una década, afecta al Valle del Aconcagua, con profundos impactos en la economía agraria y el consumo humano, pero sirvieron para demostrar el potencial que tienen las reservas de agua bien administradas para la revitalización de una actividad económica fundamental para la zona y el país. El problema radica, como lo plantea el diputado Nelson Venegas, en que más allá de la voluntad expresada por el Ejecutivo, no se observan avances en los proyectos ya comprometidos, pese a que se trata de embalses de tamaño moderado, cuyo diseño se encuentra listo y su financiamiento es viable. Para los regantes, una reserva de estas características permitiría estabilizar el flujo del agua, organizar mejor los turnos de aprovechamiento y proyectar con mayor eficiencia la disponibilidad de un elemento vital para una de las fuentes de trabajo e ingresos más importantes en las provincias agrícolas de nuestra Región.
El atraso no alcanza solamente a la construcción de los embalses. El llenado de cada reserva puede representar un problema más difícil de solucionar aún, debido a que los modelos propuestos plantean una fórmula híbrida que combine el uso de las aguas disponibles (precipitaciones y napas subterráneas), como sucede en el sur, con el aporte de desaladoras, como ocurre en el norte, especialmente Antofagasta. Si la primera fuente escasea y la segunda genera conflictos que dividen a las propias autoridades responsables de tomar decisiones y asignar recursos, los nuevos embalses pueden convertirse en "elefantes blancos" incapaces de prestar el servicio para el cual fueron concebidos. Esto significa que no basta con que el Ministerio de Obras Públicas haga pronto un gran anuncio sobre la construcción de nuevos embalses, sino que debe poner estos proyectos en una perspectiva más amplia, que considere factores como las formas de abastecimiento, reglas claras de administración -una gobernanza adecuada- y obras para la distribución equitativa.