Regantes buscarán acuerdo para distribuir aguas sin DGA
REGIÓN. Luego de que no se renovara el decreto de escasez hídrica, dirigentes de las secciones del río Aconcagua esperan redistribuir de manera independiente.
Luego de un año de estar intervenida la cuenca del Aconcagua, bajo decreto de escasez, este mes culminó su vigencia, y ante la falta de condiciones en precipitaciones y caudales a lo largo de la Región de Valparaíso, la Dirección General de Aguas (DGA) determinó que no era justificable su renovación.
En consecuencia, quedó sin efecto la resolución DGA N° 206 del 31 de enero de 2023, que suspendía el seccionamiento y las atribuciones de la Junta de Vigilancia y las resoluciones, oficios y otros amparados en dicha resolución, que ordenaban las medidas de redistribución. Esto significa que las Juntas de Vigilancia distribuirán normalmente las aguas conforme a sus fuentes y derechos de aprovechamiento de sus miembros.
Al respecto, el presidente de la Junta de Vigilancia de la Primera Sección del Río Aconcagua, Javier Crasemann, señaló que "esperamos que ahora, entre todos, avancemos en las soluciones que requiere la cuenca en su conjunto y en todas sus partes, donde se necesita de una visión integral y completa. Debemos avanzar en medidas eficientes que vayan de cordillera a mar y de mar a cordillera, contemplando a todas las fuentes de agua, velando por un equilibrio ecosistémico completo".
Llenado de los aromos
Estos últimos cuatro meses de intervención fueron para cumplir con la meta del llenado del Embalse Los Aromos, lo que se logró, garantizando el suministro de agua para el consumo humano en el Gran Valparaíso.
Además de este tiempo de llenado del embalse Los Aromos, hubo ocho meses más de intervención en la cuenca del Aconcagua para redistribuir las aguas para la temporada de riego. Durante ese periodo, cuestionaron desde la Primera Sección, "no se restringieron las aguas subterráneas; no se consideraron todos los afluentes de la cuenca y se incluyeron derechos de dudosa procedencia reconocidos hace apenas cinco años en plena sequía, lo que perjudicó, principalmente, a los usuarios de aguas superficiales, que son pequeños agricultores, y se benefició a otros que no sufrieron ninguna restricción".
Ante el actual escenario, Crasemann planteó que "las Juntas de Vigilancia y usuarios debemos buscar la forma de operar en situaciones de escasez, donde se considere la totalidad de la cuenca y cada una de sus partes y fuentes, con una visión integral de ésta, para que las medidas sean proporcionales, asegurando la seguridad hídrica y la sustentabilidad en toda su extensión".
En tanto, el presidente de la Junta de Vigilancia de la Tercera Sección del río Aconcagua, Jorge Escobar, recordó que "hace dos años atrás nosotros estuvimos nueve semanas secos, sin recibir agua del río porque la primera y la segunda secciones no dejaban pasar agua y solamente se estaba cargando agua al embalse Los Aromos a través de los canales Ovalle y Waddington. En ese entonces no estaba habilitada la reversibilidad que tiene Esval en Concón, y por lo tanto, nosotros estuvimos nueve semanas absolutamente secos, sin agua para poder regar nuestros campos".
Añadió que "la intervención de ahora llegó al extremo de que dejó sin actividad a las juntas de vigilancia de la primera y la segunda sección, las sacó de sus atribuciones, intervinieron ellos directamente, mientras que nosotros fuimos, se podría decir, los ordenados del curso, y debido a que nos portamos bien, nosotros no fuimos sustituidos por un interventor, pero nos tuvimos que adecuar y ordenar a toda las regulaciones que hizo la DGA. Sin embargo, y pese a ello, la tercera sección, de acuerdo a sus derechos de agua, que son alrededor del 24% del caudal del río, recibió entre el 13% y no más del 14% del agua que se distribuyó en toda la cuenca, y si bien pudimos regar, fuimos bastante menos favorecidos que las otras secciones".
Buscarán un acuerdo
En ese contexto, remarcó que "hay algo más de fondo, que es lo lamentable de nuestras tres juntas, y es que no pudimos ponernos de acuerdo para nosotros cumplir la función por la que estamos mandatados, que es la distribución de las aguas a los que tienen sus derechos del río. Entonces, eso a mí, personalmente, me deja con un sabor amargo, porque no hemos sido capaces de llegar a un a un acuerdo, el cual vamos a empezar a trabajar de nuevo para esta temporada, y espero que podamos llegar a buen puerto, porque nosotros no debiéramos necesitar la intervención de la DGA para poder redistribuir las aguas".
En esa línea, el presidente de la Junta de Vigilancia de la Segunda Sección del río Aconcagua, Mirko Yakasovic, adelantó que una vez que tengan el informe de deshielos que elabora la DGA, que debería estar a fin de mes, se reunirán los dirigentes de las juntas "para generar un acuerdo entre secciones para hacer una redistribución, pues si bien va a haber más disponibilidad de agua que el año pasado, no da para pensar en un año normal, entonces igual hay que hacer un proceso de redistribución entre primera y segunda sección, y nosotros también hacia la tercera sección, fundamentalmente, y la cuarta".
"La idea es que sin intervención de la DGA logremos un acuerdo y redistribuir de acuerdo al agua disponible y a los derechos que tiene cada sección", destacó Yakasovic.
"Esperamos que ahora, entre todos, avancemos en las soluciones que requiere la cuenca".
Javier Crasemann, Pdte. Junta de Vigilancia Primera Sección del río Aconcagua
"La idea es que sin intervención de la DGA logremos un acuerdo y redistribuir de acuerdo al agua disponible".
Mirko Yakasovic, Pdte. de la Segunda Sección