"La Casa": el documental de Perut y Osnovikoff que registra años recientes
ESTRENO. El matrimonio de cineastas detrás "Los Reyes" y "La muerte de Pinochet" regresa a las salas el 5 de octubre.
Amelia Carvallo
El matrimonio de documentalistas Bettina Perut e Iván Osnovikoff regresa a los cines este 5 de octubre con un filme centrado en el devenir humano, animal y vegetal que hay en el condominio donde han vivido estos últimos años con sus dos perras.
Los mismos cineastas detrás de premiados documentales como "Los Reyes", "La muerte de Pinochet" y "Un hombre aparte" transitan en su último trabajo, mediado por el estallido y la pandemia, hacia la intimidad y la tragicomedia que ofrece su casa y los alrededores. Catástrofes domésticas, mensajes de voz por el WhatsApp vecinal, mascotas y objetos confluyen en un ecosistema compartido que es una visión del mundo actual.
Las casas de la memoria
"Nos conocimos el 3 de Julio de 1997 a las 8:30 de la mañana en un cumpleaños de Silvio Caiozzi celebrado en su productora y que fue seguido de una reunión en la que se formó el equipo de realización de nuestro primer documental: "Martín Vargas de Chile". Al inicio nos caímos bastante mal pero rápidamente comenzamos a tener una gran complicidad que nos llevó a seguir juntos en el trabajo y en la vida", cuenta Iván sobre su primer encuentro con Bettina.
Sobre el tema de las casas que han habitado, Iván recuerda la de su época universitaria en Valdivia: "Le decían La Mansión. Era una casona de madera construida en 1920 al borde del río Calle-Calle. Había sobrevivido apenas al terremoto de 1960 y le daba a esa época universitaria la atmósfera de una novela de Dostoievsky". Por su lado, Bettina recuerda su casa familiar con un jardín donde se aficionó a observar lagartijas y deshojar margaritas. "De un árbol del jardín colgaba un pizarrón dónde escribía la materia escolar y me imaginase que estaba frente a un curso del que era la profesora", acota ella.
Llegaron desde un pequeño departamento al condominio para darles una mejor vida a Chiqui y Chola que son sus mascotas y protagonizan bastante del documental.
Cuentan que el proceso creativo de un filme siempre lo viven a la par y así desarrollan las ideas y las imágenes. Específicamente para "La Casa" empezaron a rodar en agosto de 2020 en plena cuarentena y que Pablo Valdés, su director de fotografía, llegaba a grabar mediante los permisos de la Comisaría Virtual.
SONIDOS Y LENTES
En la apacibilidad de un condominio el diseño sonoro del documental es un punto evocador de cómo suena una casa, con sus rutinas y sus imprevistos. "Haciendo esta película también aprendimos a conocer cómo sonaba nuestra casa", cuenta Iván.
"La necesidad de generar material sonoro nos hizo poner atención en diferentes escalas, desde lo más directo, como los perros, las máquinas, los diferentes tipos de pájaros, los aviones, los vientos, hasta cosas que jamás pensamos que nos iban a interesar, como los pasos de las hormigas, unos trenes que pasan a varios kilómetros, los gallos de algún vecino, incluso los diferentes tipos de silencio".
-Bettina, ¿cómo les resultó el proceso de encabalgar el transcurso de la naturaleza y las estaciones, la vida animal y la convivencia?
-El montaje intercalado lo hemos venido desarrollando desde hace varios años, por lo que para esta película nos resultó bastante fluido. Ayuda mucho el tener una base narrativa que está dada por la realidad. En esos tres primeros años habíamos tenido que adaptarnos a la casa y a la vida de condominio, después vinieron el Estallido, la Pandemia, el proceso constitucional y la "nueva normalidad", y esa era la historia que teníamos que contar. Entonces era cosa de ir organizando la vida de todos los seres de la casa en función de ese hilo.
-Iván, cuéntame sobre la tecnología de lentes y cámaras a la que recurrieron
-Las grabaciones se hicieron con una cámara 4K. La óptica de escala normal es con lentes fotográficos y las ópticas de detalle es con lentes de microscopio. Empezamos a usar lentes fotográficos hace muchos años cuando descubrimos que los lentes que Bettina había heredado de su papá, que era aficionado a la fotografía, se podían usar en cámaras cinematográficas. El uso de lentes microscópicos requirió de una investigación aparte, porque era nuevo para nosotros y se requiere de una serie de accesorios, como fuelles y rieles, además de mucha paciencia. Todo es mucho más difícil a esa escala: encuadrar, hacer foco, construir secuencias. Se requiere muchísimo tiempo de observación y mucha suerte. De repente un día hay hormigas en el closet y al día siguiente nada. Así que hay que ser muy eficiente.
"