Acompañado por los representantes de 28 municipios, el gobernador regional, Rodrigo Mundaca, dio ayer uno de sus discursos más políticos y desafiantes con el Gobierno, debido al portazo que le dio el Ministerio de Hacienda a la idea de que el presupuesto para inversión regional aumentara considerablemente en 2024 respecto de otros años. Como lo deja patente el video que circula con redes sociales, Mundaca partió con una voz calmada que de a poco fue subiendo de tono para transformarse en un grito que no ocultó ni la rabia ni la frustración de un jefe regional que se siente tratado con la punta del zapato por las autoridades de Santiago. En los hechos, los magros $97 mil millones propuestos por el Ejecutivo para la Región de Valparaíso y la prohibición de realizar transferencias directas a proyectos específicos -un coletazo del caso Convenios-, ponen en peligro varias iniciativas que Mundaca enumeró con inspiración emocional: la feria del tejido de La Ligua, el concurso de cueca del adulto mayor y el programa de ProEmpleo que, ya advirtió el jefe regional, no cuenta con recursos para el próximo año, lo que deja cesantes a 2.200 jefas de hogar de esta región. "Sepulturero de la descentralización", llamó Mundaca al Gobierno de Gabriel Boric, en una expresión que seguramente subirá de tono en la medida que avance la tramitación de la Ley de Presupuestos en el Congreso. En este acto de separación de aguas, el gobernador apareció con los alcaldes, pero el mensaje iba dirigido a los parlamentarios de ambos sectores, que deberán definir si en el Congreso se decantarán por respaldar las propuestas de un Ejecutivo impopular que trata de poner al frente de la negociación a su principal activo ministerial, Mario Marcel, o del lado del gobernador regional. El desafío debe llegar más allá de subir la puntería presupuestaria; el desafío para los diputados y senadores es poner a la Región que representan en el pedestal que exigen el tamaño de sus necesidades y urgencias.

Durante los últimos días, tanto el país como la Región de Valparaíso tuvieron malas noticias en la actividad económica y en el desempleo. El Banco Central entregó a inicios de la semana las cifras del Producto Interno Bruto Regional (PIBR) del segundo trimestre del 2023, donde se destaca que once de las dieciséis regiones presentaron una menor actividad económica en comparación con el mismo trimestre del año anterior, en línea con la caída de 1,1% del PIB; y además, el consumo de los hogares registró disminuciones en todas las regiones, totalizando una caída de 6,1% nacional. Para el caso de nuestra región, la caída de la actividad económica fue de un -1,8% y del consumo de los hogares fue de un -5,9%.

En relación con las proyecciones para el PIB de este 2023, parece haber un amplio consenso que este año la economía chilena no crecerá; y para el caso de nuestra región, será probablemente negativo. No hay que olvidar que Chile, Argentina y Haití serán las economías que tendrán el peor crecimiento del área. Sin embargo, las debilidades del crecimiento de nuestra economía, y particularmente de nuestra economía regional, que se presentan desde hace una década, son un problema estructural y no del ciclo económico y se expresan en la caída de la productividad, en la pérdida de dinamismo y estancamiento en importantes sectores de la economía y, obviamente, en las empresas y sus impactos en los niveles de inversión y empleo.

El viernes pasado, el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) entregó las cifras del mercado laboral en el trimestre junio-julio-agosto. En términos de desempleo, a nivel nacional la tasa de desocupación alcanzó el 9,0%, el nivel más alto desde el segundo trimestre del 2021, y la tasa de desocupación regional alcanzó el 9,4%, mientras que el desempleo de las mujeres se situó en el 9,9%. Sin embargo, el problema más relevante es que la tasa de ocupación laboral actual, 55,4%, es equivalente a la que existía en el año 2010, es decir, el empleo muestra un retroceso de trece años, y si lo miramos desde los empleos, hoy hay un déficit de 450.000 empleos respecto al escenario previo a la pandemia. Si bien todos los indicadores del marcado laboral son muy preocupantes, los indicadores de la región son peores que los nacionales.

Parafraseando al expresidente Bill Clinton en su campaña electoral del año 1992, no hay duda que los datos reseñados nos muestran, tanto a nivel nacional como regional, que una parte de los problemas enunciados son de origen económico y comparto plenamente con el economista norteamericano y de origen turco, Dani Rodrik, quien enuncia en su libro "Las Leyes de la Economía" que "en definitiva, puede afirmarse que las ciencias económicas proporcionan buena parte de los puntos de apoyo y las herramientas analíticas necesarias para afrontar los grandes problemas públicos de nuestro tiempo".

Finalmente, los problemas enunciados no pueden seguir postergándose o dilatándose. En un artículo anterior, analizamos cómo nuestra Región de Valparaíso está estancada desde hace 10 años en términos de PIB por habitante y nos preocupa que en un cierto ámbito de la política e incluso desde la academia, estas temáticas no son enfrentadas y, a veces, ignoradas.