Murió Carlos Fonseca, el hombre que impulsó la carrera de Los Prisioneros
MÚSICA. Un cáncer de riñón causó a los 61 años el fallecimiento del mánager de los sanmiguelinos desde "La voz de los 80".
Agencias
El rock chileno se vistió ayer de luto tras conocerse la muerte de Carlos Fonseca, el hombre que se jugó todo su capital para que el grupo Los Prisioneros se diera a conocer. Tanto fue su compromiso que fue considerado como el cuarto integrante de la banda de San Miguel.
Su deceso se produjo a causa de un cáncer de riñón cuando tenía 61 años. Terminó así la vida de un apasionado por la música que hizo carrera quizás sin quererlo y sólo por amor a las melodías que le gustaban.
En 1981, como buen fanático del rock que tenía acceso a algunos recursos, Fonseca cumplió su sueño de instalar en el Drugstore, un centro comercial de Providencia, la disquería Fusión.
El dueño de la tienda había nacido en Perú y se había criado en Buenos Aires antes de instalarse en Santiago. En la capital argentina asistió a conciertos del Seru Girán de Charly García y Almendra de Luis Alberto Spinetta.
Y el negocio que instaló en Providencia le permitió años más tarde vincularse con los integrantes de la naciente escena musical que fue conocida como el rock chileno.
Pero no fue en su local donde conoció a Los Prisioneros. El vínculo fue gracias a que coincidió con Jorge González en la carrera de licenciatura en música de la Universidad de Chile. Y se hicieron amigos hablando de música. El sanmiguelino le mostró las letras que componía. "Me impactó", dijo hace unos años Fonseca a radio Pauta. Poco después se convirtió en mánager de la banda de San Miguel y también aprovechó un espacio en radio Beethoven para difundir los demos de la banda.
También les dio trabajo a González y Miguel Tapia en su tienda. Y cuando hubo suficientes canciones se jugó todo: obtuvo un crédito bancario y financió "La voz de los 80", para lo cual creó su propio sello con el nombre de su local: Fusión.
Gran impulsor
Los prisioneros arrasaron y su éxito convirtió a Fonseca en un representante de renombre en esa ola de rock y pop nacionales. Sumó a su corral a grupos como Emociones Clandestinas y Nadie. Y casi a finales de la década, en 1988, ayudó a La Ley en la publicación de su primer disco con el sello EMI tras haber financiado sus primeros demos.
En los 90, tras el quiebre de Los Prisioneros, se mantuvo al lado de Jorge González en los inicios de su carrera solista. Además, se encargó de la filial chilena de EMI e impulsó las carreras de bandas como Lucybell, Pánico, Machuca, Christianes, Los Tetas y Santos Dumont.
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