Los obstáculos del desarrollo turístico
Con la nueva temporada de vacaciones cada vez más cerca, urge un cambio de actitud en autoridades y empresarios.
La viralización de un video que expone la pobreza del stand instalado por dos empresas chilenas en la feria de promoción turística Top Resa, en Francia, repuso una vieja discusión sobre la voluntad real del país por desarrollar su potencial turístico. Aunque la explicación oficial del Gobierno es que se privilegió las participación en otros eventos del rubro, un simple análisis de las tecnológicas exhibiciones desplegadas por países como México, Perú, Guatemala, Argentina y Brasil revela por qué en dichos países la llegada de visitantes extranjeros es una parte importante de su economía y se trata con las estrategias y recursos que se merece. La presidenta ejecutiva de Fedetur, Helen Kouyoumdjian, apunta al que podemos identificar como uno de los problemas de nuestro país para enfrentar el desarrollo del turismo: la mezquindad de su presupuesto. Los recursos previstos para promoción en el extranjero no sólo son un tercio de los que aprueban cada año otros países del continente, sino que han estado en franca disminución. El cálculo de Fedetur es que en los últimos cuatro años dichas asignaciones cayeron de US$ 12 millones a US$ 8 millones, una cifra que no sirve para generar demasiadas esperanzas de crecimiento, pese a que el turismo es uno de los pocos rubros económicos donde nuestro país tiene ventajas comparativas importantes respecto de sus competidores en el continente.
Lo más preocupante es que la falta de recursos para promoción en el extranjero es sólo una de las numerosas evidencias que hay de la incapacidad del Estado para desplegar una estrategia de desarrollo turístico sólida y consistente en el tiempo. No se trata de la incompetencia particular de algún funcionario, sino de la perpetua falta de visión que ha existido en sucesivos gobiernos sobre el rol clave que tiene este rubro económico para la Región. Tampoco se aprecia demasiado riesgo en el sector privado. El turismo no consiste en la instalación de hoteles y restaurantes en lugares de belleza escénica o importancia patrimonial, sino en la construcción de valor adicional, con creatividad y audacia, ambas características que se observan poco en el rubro a nivel regional, lleno de empresarios acostumbrados a la apuesta segura por los turistas nacionales en época de vacaciones.