Desde el 2007 que Hamás tiene el control de la Franja de Gaza, y a partir de ese momento ha realizado diversas incursiones sobre Israel, en los que "ha ido claramente probando la respuesta y las tácticas israelíes", dice Alberto Rojas Moscoso, director del Observatorio de Asuntos Internacionales de la Universidad Finis Terrae.

A pesar de ello, el ataque del sábado pasado fue "muy sorpresivo". Pero no es lo único, pues "claramente hay una falla en su servicio de inteligencia interno y externo, o sea, el Shin Bet y el Mossad respecto de cómo, si se supone que la Franja de Gaza está permanentemente monitoreada, ese día no lograron frenar o neutralizar esto. Será un tema de análisis de largo aliento", añade.

- ¿Qué hace esta incursión distinta a las anteriores?

- Este ataque fue muy sorpresivo (...). Lo que se puede ver es que claramente Hamás se preparó de una manera completamente distinta a como Israel lo había visto hasta ese entonces. Incluso, no descarto que haya realizado una campaña comunicacional para dar la impresión de estar dividido, debilitado, etc., cuando era todo lo contrario. Ahora, durante estos días, hemos visto numerosos videos de Hamás en donde van mostrando las cosas que ellos utilizaron ese día y una serie de tácticas.

- Llama la atención que Israel tiene más tecnología y mayor poder armamentístico que Hamás, ¿cómo lo hizo éste?

- Yo sostengo que Hamás tiene que haber recibido apoyo logístico, armamento de otros actores más poderosos. Todas las flechas indican a Irán y, en ese sentido, en estos videos lo que veo son ejercicios de entrenamiento, en los cuales aparecen comandos de Hamás tomando por asalto una infraestructura, una especie de edificio, entrando a distintas habitaciones, derribando puertas, activando explosivos. Me cuesta creer que eso pasó en Gaza. Creo que eso fue en otro país. (...) Los videos demuestran la capacidad que desarrollaron, y cuando atacaron lo pensaron de manera muy precisa.

- ¿En qué sentido?

- La frontera entre Israel y la Franja de Gaza es muy distinta al famoso muro que está entre Cisjordania e Israel. Lo que vimos fue básicamente una alambrada reforzada que, en muchos aspectos, está en la línea que muchos países le llaman fronteras inteligentes que es un vallado o un cerco que no es tan imbatible, pero que está conectado a una serie de sensores de movimiento, térmicos y cámaras ubicados en ciertas torres. Hamás, lo primero que hizo, fue volar esas torres y dejar ciegos a los que están vigilando la frontera; y con un bulldozer, destruyeron estas vallas, entraron a Israel prácticamente 20-24 kilómetros dentro, teniendo claro dónde ir, no solamente atacar los kibutz, sino también una base militar.

- ¿Hay una planificación muy distinta a lo que se había visto en otros episodios?

- Totalmente. Esto se preparó durante meses, tomando en cuenta que, por ejemplo, esto comienza con una nueva andana de misiles. Los cohetes que lanza Hamás son bastante precarios, son imprecisos, pero lo que hicieron fue disparar tantos, prácticamente 2.200, que este sistema de escudo antimisiles que tiene Israel, el domo de hierro, no dio abasto. En el fondo apostaron más que a lograr blancos -que los lograron, ciertamente-, a saturar el sistema del escudo antimisiles, y ahí fue imposible atajarlos a todos. Además, sirvió como un gran distractor frente a lo que estaba pasando en la frontera misma.

- Porque además fue un ataque terrestre, aéreo y marítimo.

- Son otras tácticas. Por eso digo que se tomaron mucho tiempo para planificar esto y eligieron qué tácticas iban a utilizar, y ahí están los ultra livianos para cruzar por aire, las lanchas rápidas tipo zodiac desde el mar, y entrar en motos y vehículos livianos, también. Fue una estrategia completamente distinta. No me cabe la menor duda que el gobierno israelí, después de que pase toda esta actual situación, va a tener una evaluación interna y, además, la opinión pública lo va a exigir. En este minuto, la opinión pública israelí está exigiendo el rescate los rehenes y una contraofensiva para neutralizar Hamás, pero después de eso va a venir el análisis más detallado, más fino de por qué eso ocurrió y no se pudo prever.

- ¿Qué es lo que se viene ahora?

- La ofensiva terrestre de Israel en Gaza, que también va a generar una cantidad importante de muertes y destrucción, porque en el fondo Israel va a entrar con el objetivo de desmantelar y eliminar definitivamente a Hamás. Vamos a ver cómo lo va a lograr, cuánto le va a costar. (...). Creo que en este primer punto, lo que vemos, es que todas las negociaciones y el llamado Proceso de Paz, que comenzó en 1993 y que se había estancado de manera muy significativa, ahora definitivamente está en el suelo. (...). De momento la sensación es que Medio Oriente, en general, y el mundo árabe, en particular, están expectantes respecto de lo que va a ser la esperada respuesta de Israel. Cosa que además, yo creo, es algo que estaba calculado por Hamás. O sea, cuando ataca a Israel, evidentemente, no va a invadirlo, pero golpea de manera muy fuerte, causando gran dolor y gran destrucción, se repliega con estos rehenes y está apostando a que la ofensiva israelí sea tan demoledora que el tema pase de las víctimas del ataque de Hamás a las de las fuerzas militares israelíes. Aquí hay un tema de posicionamiento casi comunicacional que no se puede descartar. Yo lo veo en esos términos.

- ¿Cree que esto pueda provocar, más adelante, la renuncia de Benjamín Netanyahu?

- Eso va a depender de muchas cosas. Recordemos que Israel, más que estar enfocado en el tema palestino, ya fuese en Cisjordania o Gaza, lo estaba en los temas internos: las acusaciones de corrupción contra el gobierno de Netanyahu, el proyecto de reforma judicial tremendamente polémico y controvertido que polarizó a la sociedad israelí, etc. Es en ese contexto que se produce este ataque. Ciertamente al gobierno de Netanyahu la opinión pública le va a pasar la cuenta, porque va a exigir explicaciones de cómo pudo ocurrir esto, pero al mismo tiempo va a haber una evaluación y ya la hay. O sea, muy buena parte de Israel está esperando que Netanyahu cumpla dos objetivos: rescatar a los rehenes y castigar a Hamás (...) Si el rescate de los rehenes es un desastre o no se logra como la opinión pública espera, claramente el capital político de Netanyahu va a caer muchísimo. Para Netanyahu es mucho más fácil entre comillas -y recalcó eso, es mucho más fácil, entre comillas- simplemente atacar a Hamás, descabezar al grupo terrorista y acabar con sus integrantes, que lograr un rescate exitoso de todos esos rehenes que no sabemos dónde están y están repartidos por toda Gaza. Eso tiene un costo político enorme.

- ¿Qué solución se podría ver a este conflicto armado?

- Esa es una pregunta muy difícil (...) Esta crisis terrorista militar se va a resolver con una ofensiva demoledora de parte Israel, eso es un hecho, y con todas las consecuencias atroces y brutales que eso va a generar. Pero eso va a alejar, aún más, cualquier posibilidad de negociación entre Israel y la Autoridad Nacional Palestina. Tendría que haber, quizá un esfuerzo, estoy especulando, de la comunidad internacional. Sabemos que la ONU ha perdido mucho peso, nadie le hace caso a la ONU, pero que hubiese otros actores. Estoy pensando en la Unión Europea, por ejemplo, que impulsara un relanzamiento. (...) El temor es que esto se siga prolongando en el tiempo, que después de lo que pase, en 15 a 20 años tengamos una nueva generación de yihadistas, que van a nacer en este contexto, y ahí entramos nuevamente en este círculo interminable de violencia que no parece tener fin. Aquí lo que tendría que ocurrir, y eso es lo difícil, es aunar voluntades (...). Me parece que aquí es imprescindible un protagonismo de parte de la comunidad internacional como, estoy especulando, la Unión Europea o China, incluso. China este año logró que Irán y Arabia Saudita restablecieran relaciones diplomática y sabemos que China también está tratando de empujar algún tipo de protagonismo en el contexto de la invasión rusoucrania. Si China, por ejemplo, lograra sentar a una misma mesa a las autoridades palestinas e israelíes y avanzar, sería un logro inédito y además algo que la diplomacia china podría capitalizar durante mucho tiempo, porque en el fondo estaría demostrando que ellos pueden hacer algo que Estados Unidos no ha podido hacer, ya sea por voluntad o incapacidad; y eso sería, evidentemente, un acierto enorme para China, que busca precisamente ir pavimentando cada vez más su posicionamiento a nivel mundial. 2

Si China, por ejemplo, lograra sentar a una misma mesa a las autoridades palestinas e israelíes y avanzar, sería un logro inédito y además algo que la diplomacia china podría capitalizar durante mucho tiempo".

Flor Arbulú Aguilera

flor.arbulu@mercuriovalpo.cl

Alberto Rojas considera que la entrada de Israel A Gaza será determinante para Netanyahu.

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