"Este legado inmortal ha de ser reconocido, valorado y jamás olvidado en Bomberos"
El exacadémico la UPLA y quien fuese director de la Bomba Germania, lanzó libro que revive la tragedia de la Barraca Schultze, ocurrido un 1 de enero de hace siete décadas.
La tragedia está adherida con fuerza al nombre de Valparaíso, ciudad golpeada por desastres a lo largo de sus siglos de historia. Pocos, sin embargo, persisten tan vívidos en la memoria local como el que ocurrió la aciaga madrugada del 1 de enero de 1953, cuando el denominado "Incendio de la Barraca Schultze", en pleno corazón de la comuna, cobró la vida de 36 mártires de cinco compañías de Bomberos distintas, y una veintena de civiles, dejando a más de 300 heridos.
Alberto Díaz Arancibia, exdecano de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Playa Ancha y, además, exdirector de la 2ª Compañía de Bomberos -la Bomba Germania- de la ciudad puerto, decidió abordar la historia de la que es considerada la mayor tragedia bomberil del país, y tras una intensiva investigación lanzar el libro "Sólo una trampa pudo vencerlos".
Se trata de una obra narrativa testimonial, que intercala el relato de personajes creados -un director y dos voluntarios más jóvenes- con el de protagonistas reales: testigos, familiares de víctimas, bomberos de otras compañías y, especialmente, las entrevistas a cuatro sobrevivientes de la tragedia, todos nonagenarios: Fernando Ulibarry (Bomba España); Luis Rojas y Pedro Fernández (Bomba Zapadores Freire-Grecia); y Miguel Quinta (Bomba George Garland).
Son ellos quienes llevan el peso del relato que rememora aquella fatídica jornada de hace 70 años cuando, tras declararse un incendio apenas se iniciaba el nuevo año, oficiales y voluntarios de distintas compañías porteñas cayeron en una "trampa injusta": un depósito de vialidad, vecino a la barraca en que combatían el fuego, en que se almacenaban, sin conocimiento de Bomberos, tambores de bencina, parafina, dinamita, pólvora, tubos de oxígeno y otros adminículos inflamables, y que a las 3.04 horas fue alcanzado por las llamas, generando una enorme explosión que azotó la comuna y los corazones de sus habitantes.
Creación literaria
"Este tipo de libro testimonial, permite que la lectura sea entretenida, que se 'viva' dentro del incendio, que se 'sienta' la explosión y que afloren los sentimientos en la parte correspondiente al velatorio y los funerales", asegura el autor, quien destaca que "el hecho de no haber investigado en libros o revistas que se han referido al tema, le concede al libro una categoría de originalidad, pues es un relato único e irrepetible".
Díaz asegura que la obra busca "rendirle un homenaje a aquel ejército de paz que, en la madrugada del 1 de enero de 1953, con hachas y ganchos de mano se abrieron paso, arrastraron las mangueras, apuntaron el pitón hacia el fuego, hasta que, producto de la explosión, pasaron a decorar el cuartel eterno unos y quedaron con graves secuelas otros. Su heroísmo y valentía sin límites le han dado gloria a nuestra patria y honra al Cuerpo de Bomberos de Valparaíso".
También indica que no fue fácil administrar la cuantiosa información proporcionada por los distintos informantes. Que no quería un libro hecho sólo de una "suma de entrevistas". Lo movía la idea de recrear activa y participativamente aquel hecho histórico y doloroso. Fue entonces cuando afloró la metodología de "Diálogo Analógico Creativo" (DAC), que otorga al escritor recursos narrativos más amplios.
"Esto me permitió crear un mundo en el que interactúan personajes reales, que durante el incendio y explosión narran acontecimientos reales, conversan con compañeros reales, obedecen órdenes de sus oficiales reales y expresan sus vivencias, cargadas de emotividad, de tristeza y de temor, dando a conocer, de esta manera, la cruda realidad de la tragedia al describir los heridos, cuerpos quemados, mutilados, tirados en la calle, restos humanos encontrados en las palmeras de la Avenida Brasil", dice. Ellos alternan con personajes ficticios que van dando un hilo a los testimonios verídicos.
Según el exacadémico de la UPLA, "esta técnica creativa le permite al lector tener una mayor sensibilidad y un involucramiento más profundo en los acontecimientos que se van narrando y, por ende, una mejor internalización de lo ocurrido".
Dolor y recuerdo
Los acontecimientos narrados en "Sólo una trampa pudo vencerlos" reviven una tragedia que caló hondo a nivel local y nacional. De allí el interés que involucró a la misma UPLA, el Cuerpo de Bomberos de Valparaíso y la emblemática empresa Cambiaso Hermanos, apoyo que posibilitó publicar la obra.
Claro que revivir hechos dolorosos, sin duda, fue complejo para el autor y, sobre todo, para quienes prestaron su testimonio. "Afloró el triste recuerdo de la tragedia vivida. En más de una oportunidad, debí detener la grabación, debido a que, al relatar sus vivencias y sentimientos, se emocionaron tanto, vertieron lágrimas (…). Me manifestaron que no les agradaba rememorar esta tragedia, debido a que les provocaba mucha tristeza, les significaba volver, y volver a vivir situaciones horrendas, a ver a sus compañeros heridos y muertos tendidos en la calle, lo que les hacía sentir miedo, temor y llorar con facilidad".
La narración de quienes estuvieron presentes aquella noche permitió también conocer detalles e historias inéditas, aun habiéndose escrito tanto sobre el mítico incendio: descripciones sobre una verdadera escena de posguerra a cinco cuadras a la redonda, la generosidad de 250 reos de la cárcel que ofrecieron donar sangre a los heridos; bomberos-doctores que se pasaron de apagar el fuego a atender compañeros heridos en la posta; una lastimosa morgue improvisada en un cuartel; y un carro de la 9ª compañía sin motor que fue empujado a pulso para apoyar la urgencia, son parte del anecdotario doloroso, pero necesario, que ofrece el libro.
Díaz añade que además se incorporan "referencias sobre los sentimientos y emociones de las personas, de sus relaciones familiares y amicales, de sus lugares de residencia, de sus hábitos y costumbres. En otras palabras, permiten conocer, más profundamente, a los entrevistados, la riqueza de sus vivencias y los sentimientos propios de cada persona".
Lecciones
"Hablar del Cuerpo de Bomberos de Valparaíso es hablar del patrimonio cultural de la ciudad", lanza el profesor. Se refiere a la condición pionera de la urbe, la primera en Chile en contar con una compañía bomberil -desde el 30 de junio de 1851-, honor que, sumado al eterno coqueteo de los cerros porteños con los incendios y la calamidad, ha generado una profunda conexión entre los porteños y los hombres del fuego.
"El Cuerpo de Bomberos de Valparaíso, tiene un sentido de pertenencia territorial con la ciudad de Valparaíso, puesto que su fundación fue en esta ciudad puerto, constituyéndose en la primera y más antigua institución bomberil del país (…) El libro, al 'revivir' la tragedia de la barraca Schultze está adentrándose en un acontecer histórico, lo que, por antonomasia, pasa a engrosar el patrimonio cultural intangible de Valparaíso", dice sobre el aporte patrimonial del texto.
Fue ese anhelo de aportar a la cultura y conmemorar el septuagésimo aniversario de esa sombría madrugada, la inquietud saciada con la obra. Pero, además, "dejar un testimonio escrito para conocimiento de las nuevas generaciones de mujeres y hombres, que hoy visten el casco y la cotona del bombero voluntario en los Cuerpos de Bomberos de Chile".
- ¿Qué lección entrega su obra a los voluntarios de las nuevas generaciones que se integran al Cuerpo de Bomberos?
- Los héroes del 53 dejaron una lección de vida bomberil, plasmada en su valeroso actuar, en el amor al prójimo, en el heroísmo sin límites, en su lucha con espartano estoicismo, en sus lágrimas por los compañeros caídos y en sus ayes de dolor, producto de sus cuerpos lacerados. Este legado inmortal ha de ser reconocido, valorado y jamás olvidado por las nuevas generaciones de mujeres y hombres que en la actualidad esgrimen la escala y el pitón, en los Cuerpos de Bomberos de Chile. 2
Marcelo López M.
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