Líderes locales coinciden en que el ciclo aún continúa abierto
CUARTO ANIVERSARIO DEL 18-0. Ya sea por las urgencias sociales que no han sido resueltas o la reparación de las víctimas de la violencia, las heridas del estallido permanecen.
A cuatro años del estallido social del 18 de octubre de 2019, ni la clase política, ni los empresarios, ni los diferentes análisis de intelectuales han logrado ponerse de acuerdo sobre la herencia real y el impacto en nuestras vidas que dejó el mayor movimiento de indignación social de este siglo.
Si bien ya cada vez más, incluso en algunos sectores de la izquierda, se reconoce y condena el exacerbado clima de violencia que se tomó el espacio público desde octubre de 2019 hasta marzo de 2020, también es verdad que la mayoría de los actores sociales y políticos reconocieron que desde ese día se hicieron visibles un sinfín de reclamos y expectativas que, hasta hoy y con la posibilidad latente de un doble fracaso constitucional, están lejos de ser atendidos.
La diputada Camila Flores (RN) dijo que "muchas de las demandas de aquellos que en aquel entonces pacíficamente se manifestaron permanecen hasta el día de hoy sin resolverse, como lo son el tener mejores pensiones, una mejor salud y una serie de demandas por las que todavía la ciudadanía está esperando". Esos reclamos que todavía no logran ser satisfechos la llevan a pensar que, a cuatro años del 18 de octubre, "el país está peor que en ese entonces, precisamente porque lo que primó, lamentablemente, fue el aprovechamiento que grupos violentistas hicieron con los legítimos reclamos de las personas, donde se intentó dañar la estabilidad y la institucionalidad del país y donde quienes hoy están en el poder también tuvieron mucho que ver, aunque hoy no se quieran hacer cargo".
A su juicio, el 18 de octubre sigue siendo "una fecha muy dolorosa para los chilenos y para el país, con acontecimientos que marcaron un antes y un después con relación al nivel de incertidumbre, la agudización de la violencia en las calles y menor crecimiento económico para el país".
"fue sólo violencia"
Lejos de compartir la idea de las reivindicaciones sociales que se abrieron con el estallido, su correligionario Andrés Celis limita el legado de los acontecimientos a "sólo violencia y destrucción". De ahí que asegura que "no hay nada que celebrar y sí mucho que lamentar, porque sólo trajo consecuencias negativas: mayor pobreza e incertidumbre que antes del 18 de octubre de 2019".
El significado que el legislador le da a ese período es similar al del Partido Republicano, cuya diputada por el Distrito 6, Chiara Barchiesi, hace un llamado a "no olvidar la ola de violencia y división que sufrimos como país hace cuatro años"; clima que, al igual que Camila Flores, está convencida que "la izquierda extrema utilizó para poder llegar al poder".
Describe esos días como "terribles para todos y que fueron aprovechados por la clase política para comenzar con una verdadera teleserie constitucional". El proceso para redactar una nueva Carta Magna partió en 2021 con una Convención Constitucional de mayoría de izquierda que contó con amplios apoyos al inicio, pero que terminó con un rechazo rotundo en el plebiscito de salida.
El segundo ciclo constitucional que se concretó este año, tiene a su partido, el Republicano, en la vanguardia, aunque el proceso sigue sin remontar en las encuestas. No obstante, para la diputada Barchiesi "los republicanos han hecho un trabajo muy profesional para ponerle punto final, en diciembre, a este proceso constitucional que ha generado tanta incertidumbre social y económica en Chile".
Deuda con el comercio
En esas incertidumbres pone el foco el diputado Hotuiti Teao (Ind.-Evópoli), representante del Distrito 7, para quien la deuda pendiente "es del Estado con los locatarios y emprendedores afectados que perdieron sus negocios a manos de delincuentes que los saquearon, quemaron y vandalizaron". Sobre las prioridades en materia de reparación respecto a los que padecieron el estallido, dice que "el Gobierno no ha estado a la altura para atender la realidad ni ha querido resarcir el daño que recibieron los emprendedores; sin embargo, se han mostrado comprometidos con entregar pensiones de gracia a personas con antecedentes penales e incluso indultarlos, como ocurrió hace algún tiempo".
La tesis del parlamentario rapanui es seguida por el presidente de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso (CRCP), Javier Torrejón, quien piensa que los eventos ocurridos desde el 18 de octubre "marcaron un antes y un después para la actividad económica de este punto del país, sobre todo para miles de emprendedores y emprendedoras, particularmente pymes".
Y pese a que valora "todos los esfuerzos que se han impulsado para poder encauzar a nuestro país, nuestra región y nuestra actividad económica", lamenta que nos quede "mucho por hacer de cara al futuro, en vista de un escenario muy complejo, sin crecimiento económico, con altas tasas de desocupación e inflación, con un clima político polarizado y con factores externos que, en suma, hacen que la situación actual sea tan o más difícil incluso que la registrada hace cuatro años".
Un relato en disputa
Que se privilegie la dimensión social del estallido, o bien se haga hincapié en su grado de violencia se explica, según el diputado PC Luis Cuello, a partir de que "hay un relato que está en disputa, con una derecha que ha hecho prevalecer la función de la violencia por encima de las más grandes manifestaciones populares, masivas, familiares, que Chile no vivió nunca en sus 30 años posdictadura".
Se trató, dice el legislador, "de un movimiento legítimo que tuvo un amplio apoyo y respaldo popular, que nació de una necesidad real, de una indignación que tenía base. Carencias estructurales que siguen, lamentablemente, presentes y no han sido resueltas, en un ciclo político que todavía no está cerrado".
"Muchas de las demandas de aquellos que en aquel entonces pacíficamente se manifestaron están hasta el día de hoy sin resolverse, como mejores pensiones o mejor salud".
Camila Flores, Diputada (RN)
"Nos queda mucho por hacer de cara al futuro, en vista de un escenario complejo, sin crecimiento, con altas tasas de desocupación e inflación, con un clima político polarizado".
Javier Torrejón, Presidente de la CRCP
"Las carencias estructurales siguen, lamentablemente, presentes y no han sido resueltas, en un ciclo político que todavía no está cerrado".
Luis Cuello, Diputado (PC)