Valparaíso, el penúltimo de la fila
La propuesta de Presupuesto 2024 hecha por el Gobierno representa el segundo monto per cápita más bajo a nivel nacional. Si el Gobierno quiere cumplir su promesa de que el Presupuesto 2024 tenga un rol reactivador, deberá considerar un fuerte reajuste a su propuesta inicial.
En su cruzada por convencer al Gobierno central y los parlamentarios que la Región de Valparaíso necesita con urgencia más recursos para financiar las soluciones a sus necesidades y problemas, el gobernador Rodrigo Mundaca expuso ante la Cuarta Subcomisión Mixta de Presupuestos del Senado los detalles de la propuesta que elaboró junto a su equipo técnico y, con aprobación del Consejo Regional, remitió al Ministerio de Hacienda, donde sufrió una reducción de tal magnitud que derivó en el conocido "Monedazo" de la semana pasada. La idea de que el presupuesto es mezquino con Valparaíso no corresponde a una visión antojadiza del gobernador o los alcaldes que lo apoyaron en su viaje a La Moneda, sino que es la convicción de que los recursos que quiere entregar el Ejecutivo a la zona no alcanzan para cumplir las exigencias de los proyectos de arrastre, menos los compromisos asumidos en el último año. Llama poderosamente la atención el criterio usado por Hacienda para distribuir fondos entre regiones, entre otras razones porque los $ 101 mil millones destinados a inversión regional corresponden a $ 50.380 per cápita, el segundo monto más bajo a nivel nacional y una injusticia por donde se le mire. Por la complejidad de sus problemas, la importancia estratégica de sus labores productivas (todas con alto grado de controversia), la relevancia de sus calles y atractivos para la imagen del país en el exterior, así como lo trascendente que resulta su desarrollo para el funcionamiento de un poder del Estado y un ministerio emblemático, como Cultura, Valparaíso merece más, mucho más. Si el Gobierno quiere cumplir su promesa de que el Presupuesto 2024 tenga un rol reactivador, deberá considerar un fuerte reajuste a la propuesta inicial para la Región de Valparaíso, incluso con la conciencia de que ese esfuerzo adicional no garantiza cumplir sus promesas y menos con las expectativas de la ciudadanía.