Las complejidades de la participación ciudadana: frustración y desconocimiento
La IX Encuesta Regional de Opinión Política 2023 de la Fundación Piensa reveló que las personas creen que no pueden influenciar en las decisiones de Gobierno, aunque son competentes.
Escuchar el concepto de participación ciudadana se ha vuelto cada vez más recurrente desde el mundo de la política. Es más, la Ley 20.500 sobre Asociación y Participación Ciudadana en la Gestión Pública consagró en 2011 el derecho de las ciudadanas y ciudadanos a incidir en las políticas, planes, acciones y programas del Estado. Por ejemplo, actualmente se está realizando una Consulta Virtual y los Diálogos Sociales para la redacción de la Ley de Patrimonio; mientras que también hubo instancias de esta naturaleza para el nuevo texto constitucional. Todo con el fin de profundizar la democracia.
A pesar de todo ello, parece haber una brecha entre lo que se aspira y lo que se cumple. Así lo revela la IX Encuesta Regional de Opinión Política 2023 de la Fundación Piensa, en la que un 66,2% de los consultados dijo sentirse de acuerdo y muy de acuerdo con la afirmación "gente como yo no tiene influencia en lo que se decida en el parlamento y en el gobierno"; mientras que un 74,1 por ciento dijo concordar con que "a los políticos no les interesa realmente qué es lo que el votante piensa".
Esto aunque afirmaron que "gente como yo tiene opiniones políticas que valen la pena ser escuchadas" (68,4%), y también que "gente como yo está calificada como para participar en discusiones políticas" (43,9%).
La frustración
Para Pedro Fierro, investigador de Piensa y académico de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), hay que comprender el tema de la eficiencia política para poder analizar los resultados. Este concepto, según dice, "se puede entender genéricamente como la sensación de que la acción política vale la pena, es decir, que nuestros esfuerzos cívicos (como votar y participar) tienen sus frutos".
Desde los '70 "se ha sugerido que esta actitud se puede capturar a través de dos componentes. El 'interno' se relacionaría con la sensación de que, como ciudadanos, tenemos las herramientas y las competencias necesarias para participar. Mientras que el 'externo' se relacionaría con la sensación de que el sistema político es capaz de responder", explica.
A nivel regional, a contar del año 2017 "se viene produciendo una peligrosa distancia entre ambos componentes", asegura Fierro. Es decir, "mientras los ciudadanos nos sentimos más competentes, al mismo tiempo sentimos que el sistema político es incapaz de responder ante nuestras intervenciones".
"Hace ya bastantes décadas, algunos investigadores han sugerido que este fenómeno merece ser analizado con mucha detención, pues en la medida en que se provoque y sostenga esta brecha, es mucho más probable que la ciudadanía intente buscar mecanismos alternativos para hacerse escuchar (...). Nunca está de más advertir que, en el caso de nuestra región, esta brecha entre el componente 'interno' y el 'externo' de la eficacia política llegó a sus niveles más altos en la versión 2020 del instrumento, justo después del estallido social", comenta.
Por otra parte, esta diferencia puede provocar "sensaciones y sentimientos que nos acercan bastante a la impotencia y frustración política. En otras palabras, podríamos definir esa 'frustración' como la brecha entre las dimensiones internas y externas de las eficacias", dice Fierro.
Y si bien esa distancia puede ser cada vez menos, como pasa en la Región desde 2021, su sola existencia hace que siga el problema. "Si durante el 2017 y 2020 vivimos un periodo -generalizado- de mayor sensación de frustración política, existiría también un sentimiento acumulado. Llamemos a ese sentimiento acumulado 'resentimiento'. Y acá viene lo interesante, pues independiente de que esa brecha se vuelva menos pronunciada, en la medida en que siga siendo positiva seguirá aumentando ese resentimiento. A mi juicio, creo que esta mirada es muy útil para interpretar el momento que estamos viviendo en la actualidad", sostiene.
Desconocimiento
Otro resultado que arroja el estudio, y que también dice relación con la participación, es que no se conocen muchos los canales tradicionales para poder relacionarse con los municipios, que es donde más acude la población.
Al respecto, los respondientes dijeron en un 48,4 por ciento que no conocen ninguno; y un 40,4% la Oficina de Informaciones. Mucho más lejos queda el Consejo de Organizaciones de la Sociedad Civil (COSOC) con un 9,5%.
"Los resultados son lapidarios en ese sentido, dado que uno de cada dos encuestados no conoce ninguno de los mecanismos de participación local. Entonces, cuando los distintos alcaldes y el Gobierno hablan de que están realizando mecanismos de participación que permitan escuchar la voz de las personas -sea en transportes, seguridad, entre otros-, hay que preguntarse ¿realmente están siendo todas las voces incluidas? Por lo que muestran los datos la respuesta es no", asegura Manuel Díaz, investigador de Fundación Piensa.
Por otra parte, el sondeo da cuenta de que si bien un 26% de los consultados dice estar interesado o muy interesado en la política, esa cifra cambia enormemente cuando se le pregunta si le interesa la actualidad del país con un 64 por ciento, lo que se mantiene con los hechos mundiales (62%), comunales (60%) y región (57%).
"Esta tendencia ha sido marcada en los últimos años, la gente está interesada en todos los temas que conciernen a la política y en grandes rasgos a 'los asuntos públicos', pero muestra un rechazo a lo que es la labor de la política tradicional", explica Díaz.
El uso de RR.SS.
En esta cuarta entrega de la IX Encuesta Regional de Opinión Política 2023 se incluye un apartado relacionado con los medios de comunicación, específicamente lo que tiene que ver con redes sociales.
En cuanto a la aplicación que más se usa lidera WhatsApp con un 88.4 por ciento, seguido de Facebook (77%) e Instagram (57,2%); y lo principal es para "estar en contacto con mis amigos y familia" (76,5%), muy lejos del 29% que dice utilizarlas para "informarse sobre acontecimientos de la contingencia y asuntos público".
A nivel político, llama la atención que un 51,1% dice estar en desacuerdo o muy en desacuerdo a la afirmación "usando internet las personas como yo tienen más poder político", y un 42% no concuerda con la de "usando internet puedo tener más voz respecto a lo que hace el gobierno".
Para el investigador de Piensa, Manuel Díaz, "ya es de conocimiento público que las redes sociales influyen en el comportamiento de las personas y los resultados de nuestra encuesta entregan perspectivas muy interesantes. Por ejemplo, si comparamos la respuesta a la afirmación 'las personas usando internet tienen más voz respecto a lo que hace el gobierno' entre aquellos que usan la internet para informarse y los que no, hay un cambio significativo dado que un 46% de los primeros está de acuerdo con esa afirmación, mientras que en el segundo grupo solo un 24%".
Y agrega: "Esta diferencia no se replica cuando hablamos de la influencia en la toma de decisiones. En el primer grupo un 69% cree que no tiene influencia en el Gobierno mientras que en el segundo grupo es un 63%. Es decir, las personas que usan internet para informarse creen que este medio es útil para hacerse escuchar, pero la sensación de que el sistema no responde sigue presente".
"Entonces, la pregunta de cómo hacer política con las personas sigue presente y sin solución", finaliza el investigador de Piensa. 2
Mientras los ciudadanos nos sentimos más competentes, al mismo tiempo sentimos que el sistema político es incapaz de responder ante nuestras intervenciones".
16 al 25 de junio se aplicó el sondeo a una población mayor de 18 años en las zonas urbanas de 10 comunas.
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl
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