A los 88 años murió Enrique Maluenda, el animador regalón de las dueñas de casa
ADIÓS. Condujo el inolvidable "Festival de la una", con el que almorzaron los chilenos durante 10 años, y antes "Dingolondango".
Redacción
El impacto de cualquier comunicador se puede medir en las frases que dejó para el recuerdo, y en eso Enrique Maluenda fue uno de los mejores de nuestro país. Basta saludar el cualquier entorno con un "hola, ¿qué tal?" para que alguien responda "festival", como citando al animador que ayer murió cuando tenía 88 años.
Su familia fue la encargada de entregar la noticia que se esperaba desde hacía algún tiempo a causa de una serie de complicaciones de salud generados en problemas hepáticos que luego derivaron en un paro cardiorrespiratorio.
A través de la red social X, su hijo Rodrigo informó "con profunda pena y una tristeza que nos tiene destrozados que hoy a las 9:30 falleció mi querido viejo Enrique Maluenda. ¡Partió ya un gran chileno!".
También reveló que sus restos serían velados en la iglesia Nuestra Señora de las Mercedes en Vitacura y que todos sus seguidores serían bienvenidos.
Carrera continental
Porque Maluenda acumuló fanáticos durante toda su larga carrera, que tras iniciarse en la radio, tuvo estaciones en la televisión de varios países de Latinoamérica con un espacio en los años 60 que se llamaba "El show de la una", emitido en Perú, Ecuador, México, Estados Unidos y Puerto Rico. Tras ello volvió a Chile, donde compitió con "Sábados gigantes" con "Sábado en el 9" durante los 70.
En 1976 y 1977 fue el rostro de "Dingolondango" en TVN, exitoso programa de variedades que fue la previa de su éxito más rotundo: el "Festival de la una", con el que almorzaron las familias chilenas durante una década, entre 1979 y 1988.
Por transmitirse en el canal estatal, se podía ver en todo Chile, pues TVN era la única estación que tenía antenas a lo largo del país. De ahí que para muchos Maluenda fuera más importante que Don Francisco, pues Canal 13 tenía una señal con menor distribución.
Afírmese ud. compadre
El éxito del "Festival de la una" fue la cercanía de su animador con el público, tanto en el estudio como a través de la pantalla. Desde el inicio de cada programa, siempre con un saludo a quienes estuvieran de onomástico, Maluenda era como el tío que siempre sabe contentar a todos: coqueteaba con las abuelitas, daba recetas para cocinar y dejaba cantar a quienes quisieran hacerlo.
La sección "Afírmese usted, compadre" era una de las favoritas. Cantantes aficionados tenían su espacio para interpretar un tema. Nadie se burlaba de ellos o les preguntaba "¿quién le dijo a usted que canta bien?". No: tenían su minuto de televisión y se iban con dos mil pesos, "platita poca pero segura" que el animador sacaba de su bolsillo: como un amigo o un pariente.
Hasta sus menciones comerciales son recordadas, por el cariño que le ponía. Al promocionar Sabrosalsa Deyco, se comía una cucharada de salsa de tomates directo del tarro y les pedía a sus modelos que hiciera lo mismo. "Hasta solita es rica", decía Maluenda, y lo mismo ocurría con calefont Splendid, Poncho Lindo, guitarras Tizona, órganos Bontempi o betún Virginia, entre otros. Y chancaca Deliciosa: regalaba panes de chancaca al público.
Maluenda les decía "mi príncipe" a los concursantes, invitados o público. Y siempre pedía que lo siguiera la "camarita amiga". Eran frases que sabían las abuelas, las dueñas de casa y los escolares que llegaban a almorzar a después del colegio, porque no había jornada completa.
Adiós con cariño
El impacto del "Festival de la una" que Canal 13 buscó pelearle el espacio de mediodía con el programa "Éxito", con una figura popularísima como rostro: José Alfredo Fuentes.
Ambos programas compitieron cerca de cinco años y les dieron color a los almuerzos de los chilenos.
El propio Fuentes fue uno de los que quiso despedirse: "Era un caballero, respetuoso no solo con el público. No peleaba puntos de sintonía, sino que era pura naturalidad".
Mario Kreutzberger expresó que "quiero mandarle especialmente a su esposa y sus hijos mi pésame y expresar mi admiración por Enrique".
El animador Leo Caprile expresó que "es un momento muy triste. Si hay algo que destacar de Enrique es esa combinación de cultura, caballerosidad y buen trato hacia la gente. Demostró que con esos modales también educamos".
La cantante María José Quintanilla recordó haberlo seguido como televidente y luego haberlo conocido: "Siempre estuvo en las casas de las personas. Esa familiaridad la logró. Lo voy a recordar como aquel caballero a quien pude conocer".
Y Rodrigo, hijo de Enrique, contó que "él no dimensionó lo que llegó a ser en Chile, un hombre tan sencillo y cariñoso que se llenó del amor de la gente".
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