Sigue éxodo: Agunsa moverá parte de sus oficinas a Viña
REGIÓN. Tras poner en venta edificio de calle Urriola, el área gerencial se traslada a la Ciudad Jardín, mientras la operativa se mantendrá en Valparaíso.
Hace unos años fue la Notaría Fischer, después Hapag, hace días fue la sanitaria Esval la que manifestó sus intenciones y ahora es Agunsa, filial del Grupo Empresas Navieras, la que trasladará al menos parte de sus oficinas a Viña del Mar.
Ya hace un tiempo que la empresa, ligada a la familia Urenda, había puesto a la venta el edificio que albergaba sus dependencias en Valparaíso en la calle Urriola, entre Blanco y Errázuriz, por 100 mil UF.
Entonces, parte de sus trabajadores y de la Compañía Marítima de Chile (CMC) -que también funcionaba en el inmueble- fueron reubicados en el histórico edificio de la Compañía Interoceánica, en el sector de la Plaza Justicia.
Otra parte se trasladó a las oficinas que mantiene en el Edificio Estación Puerto, desde donde administra la concesión del Terminal 2 a través de su filial TPV (Terminal Puerto Valparaíso). En tanto, su área gerencial es la que se moverá a la Ciudad Jardín, específicamente al sector de la Torre Marina Oriente.
"Hace mucho tiempo que había gente interesada en comprar el edificio que nos estaba quedando grande", comentó una fuente al interior de la empresa respecto al edificio construido en 1968 y que cuenta con 4 pisos, más un entrepiso y un subterráneo de oficinas y bodegas, con una superficie total de 3.821 metros cuadrados.
La oficina que también partirá a la Ciudad Jardín es el estudio de abogados Urenda & Cía., a lo que su sumaría una importante agencia de aduanas en las próximas semanas.
"El cierre o éxodo de cualquier empresa, negocio o servicio es un hecho que siempre lamentaremos, más allá de que las razones se deban a factores diversos que no solamente pasan por elementos propios de la coyuntura social o económica de la ciudad o el país, sino que pueden explicarse por motivos puramente operacionales o logísticos", dijo el presidente de la Cámara Regional de Comercio de Valparaíso (CRCP), Javier Torrejón.
Añadió que el aumento de la delincuencia, la crisis de seguridad pública y la creciente informalidad, sumado a otros factores, le han restado valor a Valparaíso, sobre todo al eje de calles Prat, Cochrane y Blanco. "Las consecuencias van desde una eventual baja en la plusvalía del sector, hasta una innegable señal negativa para aquellas empresas que estén evaluando invertir, de una manera u otra, en esta ciudad", dijo.
El ingeniero, urbanista e investigador de la Fundación Piensa, Ignacio Aravena, que participó en un estudio de vacancia comercial de la ciudad, remarcó que hay dos aspectos a considerar: uno de seguridad y otro económico.
"Las ciudades no sólo facilitan economías de escala y mayor productividad, sino también el intercambio de conocimientos y clientes. Ante esta realidad, muchas empresas de servicios buscan ubicarse cerca de clústeres específicos con el objetivo de maximizar su exposición y conexión".
Detalló que "si empresas relevantes deciden marcharse, es lógico esperar que profesionales como contadores, abogados y otros servicios profesionales también lo hagan. Y es que estas empresas no sólo enfrentan el costo asociado a la inseguridad, sino también el de estar más distantes de sus clientes, situación que les impacta directamente".
"El cierre o éxodo de cualquier empresa, negocio o servicio es un hecho que siempre lamentaremos".
Javier Torrejón, Presidente de CRCP
100.000 UF es el precio de venta del edificio de calle Urriola y que fue inaugurado en el año 1968.