Cuando las cifras no acompañan
Pese a las cuentas alegres prematuras, las últimas cifras policiales reafirman el difícil momento que existe en seguridad pública. Ante el aumento en la ocurrencia de varios delitos, el Gobierno debe redefinir las medidas adoptadas en el plan Calles sin Violencia, antes que la situación sea más grave.
Una revisión rápida a las estadísticas del Sistema Táctico de Operación Policial (STOP) de Carabineros con respecto a Viña del Mar muestran un aumento significativo en varios delitos. Los robos en general se incrementaron en un 41% en la jurisdicción de la Primera Comisaría, que vigila el centro de la ciudad y el borde costero, fenómeno dentro del cual llaman poderosamente la atención las alzas de 122% en los robos de especies dentro de vehículos y de 27% en los robos con violencia, lo que configura una situación delicada y urgente de abordar para una zona geográfica de evidente vocación turística.
Las cifras son igual de preocupantes en Valparaíso, donde el reporte de la Segunda Comisaría Central da cuenta de incrementos de 51% en los robos con violencia y de 25% en los robos por sorpresa, los conocidos lanzazos. Quilpué presenta totales mucho más moderados, de acuerdo a la estadística que entrega la Segunda Comisaría local de Carabineros, pero los incrementos de dos dígitos para los robos con violencia, con intimidación y por sorpresa, revelan un complejo escenario de seguridad pública que debe llamar la atención de todas las autoridades.
Las conclusiones de este recuento superficial son que el Gobierno debe redefinir las medidas adoptadas en el plan Calles sin Violencia, que se aplica en las tres comunas descritas, porque las cifras policiales desmienten las cuentas alegres prematuras y se hace urgente que la reflexión incluya a las mismas personas encargadas de materializar el conjunto de acciones que se presentó a la ciudadanía como un sólido plan de seguridad pública. Esta dosis de autocrítica se hace necesaria con particular urgencia en este periodo intermedio, en que aumentan las compras de fin de año en los centros de comercio detallista de todas las comunas, para que cualquier nueva medida esté en pleno desarrollo una vez que aterricen en la zona los turistas.