Después de tres años de inactividad a nivel competitivo desde su retiro del Rally Mobil, Luis Ignacio Rosselot, ganador de múltiples campeonatos en Chile y a nivel internacional, emprende un nuevo camino en el mundo del deporte, pero esta vez sobre dos ruedas.

La falta de energía para continuar en el automovilismo y algunas diferencias con su exequipo lo llevaron a dar un paso al costado en 2019. Sin embargo, nunca se desligó de los deportes.

La pasión por esta nueva disciplina, desconocida por muchos, nace precisamente en la época de confinamiento debido a la emergencia sanitaria mundial, meses después de retirarse. "Como teníamos poco tiempo para salir, junto a dos amigos, Pedro y Hernán Santibáñez, decidimos comprarnos unas bicicletas eléctricas para usarlas en los cerros que tenemos cerca de nuestras casas, acá en Viña del Mar, y así poder entrenar", dice Rosselot.

El interés por la competición, sin embargo, no fue lo que lo atrajo. Su primera intención era volver a ejercitarse en un período donde la inactividad física, debido a razones de fuerza mayor, reinaba en la mayoría de la sociedad. Fue la curiosidad lo que lo impulsó a incursionar en el mundo del Mountain Bike.

"Me quise meter a una carrera para ver de qué se trataba. Establecí metas personales, no de posiciones, sino de tiempo, basándome en la competencia del año anterior. Pude lograr mis objetivos con creces y eso hizo que me entusiasmara para las fechas siguientes", cuenta el expiloto nacional.

Ahora, con casi cuatro años de práctica, compite regularmente en el Mountain Bike Tour by Trek Subaru de Chile, organizado por Demaría Marketing Deportivo. El torneo cuenta con seis fechas anuales, de carreras entre 30 y 45 kilómetros y se disputa en distintas partes del país.

En su última participación, terminó segundo en la categoría Experto eBike de 34,5 kilómetros de distancia el pasado 15 de octubre en la Hacienda Picarquín, por la penúltima fecha del torneo.

Una RÁPIDA ADAPTACIÓN

Previo a su desarrollo profesional como piloto de Rally, Rosselot había explorado el mundo de las dos ruedas. En su juventud practicó bicicross de manera recreacional y realizó competitivamente motocross durante años. A pesar de su pasión por estos deportes, los resultados lo llevaron a abandonar ambas disciplinas.

Su experiencia en el ciclismo permitió que la transición le resultara sencilla. Asimismo, los regímenes de entrenamiento y la rigurosidad que había adquirido en su carrera como piloto profesional lo ayudaron a mantenerse enfocado en las preparaciones necesarias para las competencias del Mountain Bike Tour.

La planificación que requieren estos trayectos, también, se asemeja a lo que había experimentado en el Rally Cross Country, donde pudo ganar tres campeonatos. "Es un tema de estrategia, porque te dan el kilometraje y la altitud, la batería de la bicicleta te tiene que durar lo más posible. Eso te obliga a ser eficiente, hay que estudiar la carrera para poder llegar al final de la mejor manera", cuenta Rosselot.

Además, el viñamarino valora el nivel de seguridad desplegado por la organización en las rutas. "Me gusta la modalidad de los circuitos que, por el minuto, no presentan una mayor dificultad, en comparación a donde entreno yo. La verdad es que busco entretenerme y tener el mínimo riesgo posible de que me pase algo", dice.

Su retiro del automovilismo profesional le ha permitido pasar más tiempo con su familia, algo que, él señala, es esencial para su bienestar. Según Rosselot, la principal diferencia entre ambos deportes es el tiempo que se debe invertir en la práctica. El Mountain Bike le posibilita compatibilizar su vida laboral, familiar y deportiva de mucho mejor manera que el Rally.

"Las carreras ahora me toman, como máximo, 6 horas desde que salgo de mi casa hasta que llego. Antes me iba el miércoles y no volvía hasta la madrugada del lunes. Con el Mountain Bike no se pierde tiempo, al contrario, se gana en calidad de vida, aprovechas de hacer ejercicio y si te va bien, mejor", señaló.

Proyecciones del rally

A sus 47 años, el expiloto descarta una vuelta a las pistas, tanto dentro como fuera del auto. Ahora, planea disfrutar con su familia y enfocarse en los proyectos que le apasionan.

Respecto al momento del deporte en la actualidad, Rosselot se muestra optimista con el desarrollo del área. "Hay muy buenos pilotos nacionales. Jorge Martínez, quien para mí es el mejor a nivel país, está constantemente peleando por campeonatos", afirma el seis veces campeón en torneos Rally Mobil.

A nivel de proyecciones, el viñamarino es enfático en nombrar a su sobrino, Gerardo Rosselot Valenzuela, como el gran proyecto del Rally nacional a futuro. Su inequívoco apoyo, resalta, se debe a la planificación que se está haciendo sobre su carrera y la constante mejora de sus participaciones en campeonatos.

"La verdad es que busco entretenerme y tener el mínimo riesgo posible de que me pase algo".

Luis Ignacio Rosselot, Expiloto de Rally Mobil

"