Correo
Fomento del deporte
Sin lugar a dudas, los Juegos Panamericanos Santiago 2023 han sido un bálsamo, una inyección de alegría muy necesaria para un país sumido en la desesperanza, en la negatividad, en un quehacer político mediocre y sin objetivos de mediano y largo plazo.
Sin embargo, todo lo que empieza también tiene un final. Y si algo hemos podido constatar, desde la experiencia comparada, es que Chile, deportivamente, no está mal, pero estamos muy lejos de otras grandes potencias continentales y mundiales en materia de rendimiento, inversión, fomento y desarrollo del deporte. De hecho, en general las historias de los deportistas vienen de relatos de esfuerzo individual, donde el seno familiar, amistades y conocidos adquieren relevancia ante un Estado ausente y un sector privado reticente, salvo algunas excepciones, a confiar y creer en nuestros deportistas.
Por eso no deja de llamar la atención que, a la fecha, el único anuncio por parte del Presidente Boric sea presentar la candidatura de Chile para ser sede de las Olimpiadas Especiales 2027, un lindo gesto y también algo muy fácil -como es anunciar, más no concretar nada- si pensamos que el Jefe de Estado y su séquito no debieran estar en el poder para esas fechas.
Lo que el país quisiera escuchar son cuestiones más sustanciosas, como un plan de fomento deportivo y políticas públicas orientadas a la promoción del deporte en sectores vulnerables, que permitan a nuestros jóvenes no caer en las drogas o la delincuencia, aprovechando estratégicamente la diversidad del territorio nacional para impulsar acciones para la promoción de deportistas en regiones.
Rodrigo Durán Guzmán
Panamericanos
Iquique, La Serena y Viña del Mar. ¿Qué tienen en común estas tres ciudades? Todas tienen hermosas playas. ¿No era acaso más lógico realizar la disciplina de vóleibol playa de los Juegos Panamericanos Santiago 2023, en Cavancha, El Faro o Reñaca?
Ignacio Arévalo De Vidts
Seguridad
Con la llegada de los Panamericanos a Viña del Mar, se ha visto numerosa presencia de carabineros resguardando los hoteles de las delegaciones, los recintos deportivos y los espacios públicos donde los juegos se desarrollan. Lo mismo sucede cuando hay corridas deportivas, donde da gusto ver cómo aumenta la presencia policial. Ello contrasta con los días sin eventos, donde la falta de seguridad es notoria y la ciudad se ve desbordada por el comercio ambulante y robos, sumado al temor de salir por la noche, etc. Si la forma para tener más seguridad en las calles es que existan más eventos deportivos, sean entonces bienvenidos todo el año.
Patricio Cabezas
Transmisión
Es una lástima que habiendo tantas disciplinas deportivas compitiendo al mismo tiempo, los canales de televisión abierta prácticamente se pongan de acuerdo para transmitir la misma competencia. No hay posibilidad de ver lo que más le agrade a cada uno.
Víctor Leddihn Oelckers
Apertura del Teatro Municipal
Más de una década tuvo que pasar para tener una jefa comunal que sensibilizara con la trascendencia que cumple el arte y la cultura en la herencia y desarrollo de las naciones. Desde este 1 de diciembre de 2023, y gracias al trabajo mancomunado entre la alcaldesa Ripamonti, el sector privado y las comunidades, se reabrirá el Teatro Municipal de Viña del Mar, y junto con él, una gran oportunidad para volver a encontrarnos, para coincidir en lo simple, en lo simbólico.
Recuperar nuestro teatro es reanudar un rito, es retomar tradiciones tan importantes y enriquecedoras para el alma como lo es rezar o agradecer día a día la vida.
El norte es seguir los buenos ejemplos y la invitación es doble: en primer lugar, al sector privado, instándolo a contribuir al enriquecimiento de la vida cultural y artística de nuestro país, al tiempo que promueve el desarrollo económico y contribuye a la estabilidad y cohesión social. Y en segundo lugar, el llamado es al Parlamento, para que no se conforme con un presupuesto fiscal para el año 2024 en Cultura.
Scarlett Valdés Pizarro
Con la venia del Estado
Pocas cosas reflejan de manera tan elocuente la pujanza de la cultura narco como los narcofunerales. Ellos dislocan la cotidianidad de cualquier ciudad. En las horas en que se llevan a cabo la ciudadanía simbólicamente se somete, en contra de su voluntad, al ritual más importante de dicha cultura: el cortejo fúnebre. Este, impunemente, y con la venia del Estado, basurea la rutina de la sociedad.
Los narcofunerales, a diferencia de las empresas que gestionan sepelios, tienen un pie en la inmanencia y otro en la trascendencia. Los participantes del rito fúnebre tratan de hacer una hendidura en el tiempo, al igual que cualquier grupo que se siente protagonista de la historia. Se saben señores. Su creciente poderío se trasluce cotidianamente en acciones que ofenden a la decencia y desafían al poder público. Y todo ello con la anuencia tácita de un Estado acoquinado. Puesto que el Leviatán devino en un Dios mortal abúlico, ahora que está postrado y sumido en su impotencia (la cual tiene su raíz en la pusilanimidad de quienes lo administran) se ve obligado a escoltar a los que transgreden su propia legalidad. Una humillación de la cual poco hablan los teóricos del Estado de derecho.
Luis Oro Tapia Académico Escuela de Gobierno y Comunicaciones, U. Central
Recursos policiales
Grotesco espectáculo en un "funeral narco". Gran número de personal policial y vehículos fueron convocados para su protección. Es legítimo preguntar a la autoridad por qué se destina gran cantidad de recursos para resguardar cortejos fúnebres de delincuentes que tanto daño causan a la sociedad chilena, mientras se observa en calles y barrios asolados por bandas delictuales una casi nula presencia policial. Los recursos policiales del Estado pertenecen a todos los chilenos y es evidente que en estos vergonzosos casos están siendo muy mal utilizados. Pésimo ejemplo para la ciudadanía.
Joaquín Ortiz G.