Adiós a las armas
El intensivo aprendizaje del gobernador Mundaca lo ha puesto en un extraño limbo entre oficialismo y oposición. Quizás el mejor Mundaca esté por venir. Sabe también Mundaca que los cambios de ciclo hasta pueden hacerlo ganar la reelección y ponerle encima un gobierno de derecha, donde paradojalmente estará más cómodo.
Mucha agua ha pasado bajo el puente desde que el gobernador regional Rodrigo Mundaca asumiera el cargo a mediados de julio de 2021. Desde los días de "la victoria de los 'nunca', de los 'nadie' de los 'ninguno', de los 'ninguneados', de aquellos que valen menos que la bala que los mata", que propugnara con todo el ímpetu del combativo e intransigente dirigente social de entonces, hemos pasado a la hora de la resiliencia y el pragmatismo como jefe político de la Región de Valparaíso. Nadie dijo que sería fácil. En el camino, se cayeron las alianzas y los gestos amistosos con el Gobierno, el Presidente Gabriel Boric, su gabinete y el Frente Amplio. Entendió que el Consejo Regional de Valparaíso era una instancia mucho más compleja que conseguir convencer a los Cuatro Jinetes (Crichton, Marín, Millones y Murillo), que ser gobernador no consistía sólo en bajar millones de pesos del presupuesto a las distintas necesidades de los territorios y que desafiar a la Delegada Presidencial Regional y a los ministros de Estado necesariamente traería consecuencias, no del todo positivas, para él y su equipo liderado por Rodrigo Faúndez.
Así, hubo de abandonar el modo Modatima (el beligerante movimiento que encabezó en el norte de la Región y que lo encumbró con 300 mil votos al cargo que hoy detenta), y no por falta de convicción, sino por haber aprendido (a los golpes, si se quiere) que la política de conciliábulos y pasillos es infinitamente más dura, injusta, cruel y menos romántica que los movimientos sociales de base que muestran banderas concretas y bien definidas, como es el caso de la lucha por el acceso al agua.
Con todo, el gobernador se acostumbró también a navegar. En el camino quedará escrito que es uno de los pocos (si no el único) de sus pares que no fue salpicado por el Caso Convenios pese a aquella irresponsable denuncia de la UDI que ni siquiera fue patrocinada por sus voceros y que hoy nadie sabe si efectivamente se ingresó como corresponde en Tribunales.
Sabe también Mundaca que, aun cuando es un ave de paso, los cambios de ciclo hasta pueden hacerlo ganar la reelección y ponerle encima un gobierno de derecha, donde paradojalmente estará infinitamente más cómodo que hoy.
Dos de los Jinetes ya asoman como sus retadores, también dan vueltas nombres de la ex Nueva Mayoría y el Frente Amplio. Será la hora de demostrar de qué madera está hecho, apelando a la astucia y no a las banderas, como bien tituló Hemingway escamoteándole la frase de aquel soneto isabelino a George Peele.