Cristián Rojas M.

Este miércoles comenzó a circular en modalidad marcha blanca el primero de los 44 buses eléctricos que harán recorridos a Placilla, Barón y Playa Ancha, una vez que la Contraloría General de la República tome razón del contrato entre la empresa y el Ministerio de Transportes. Si bien en un portal de noticias se publicó una foto como uno de los nuevos trolebuses, no se trata de los tradicionales trolleys, sino que de un bus que tiene los mismos colores, ya que son de la misma empresa.

Al respecto, desde la Seremi de Transportes señalaron que "debido a la información que se ha difundido en distintos medios regionales, queremos aclarar que se trata de una prueba de buses eléctricos, a cargo de un operador privado, que se da en el marco del fortalecimiento del sistema de transporte público en la Región de Valparaíso".

Tres recorridos

Por su parte, Pedro Heimpell, director y socio de la empresa Trolebuses, detalló que "son 44 buses eléctricos, nosotros nos presentamos a la licitación de Valparaíso y fueron adjudicados en agosto o septiembre de este año, los contratos ya están firmados con el Ministerio de Transportes y en estos momentos el contrato está en la Contraloría para la toma de razón. Debiera devolverse el contrato firmado en diciembre, y de ahí proceder a la importación de los buses, aproximadamente seis meses, o sea, debiéramos estar en junio o julio del próximo año ya en funcionamiento".

En cuanto a los recorridos, precisó que serán a Placilla, Barón y Playa Ancha, y destacó que "son buses de última generación, con wifi, aire acondicionado, acceso para minusválidos, son buenísimos, de origen chino, de un costo de 220 mil dólares cada uno, buses eléctricos 100%. La estación de carga va a estar en Curauma, en el parque industrial, más o menos frente a la oficina de la distribuidora de Fronza y Compañía".

Heimpell confirmó que el miércoles "anduvo circulando el primero que nos enviaron los chinos de muestra, con los colores los troles, ya lo hemos probado por todas las partes de Valparaíso y ha funcionado perfecto".

El porcentaje de buses que se destinará a cada recorrido aún no está 100% definido y está sujeto a evaluación por la Seremi de Transportes, aunque indicó que "obviamente, el más privilegiado va a ser Curauma, porque en definitiva la base está en Curauma, o sea, todos los buses tienen que devolverse a las 9, 10, 11 de la noche hacia Curauma, o sea, va a haber un recorrido bastante grande y va a solventar el mal servicio que hoy día hay para todos los habitantes de Placilla y Curauma, que ya es una mini ciudad".

Aparte de Placilla, otro sector de Valparaíso que tiene escasez de locomoción colectiva es Laguna Verde, aunque por ahora no está contemplado un recorrido hacia esa zona. "No es por un problema técnico, yo me imagino que para la próxima licitación, que viene en febrero o marzo del próximo año, se van a incluir todas las zonas que no están incorporadas, vienen del orden de los 500 buses eléctricos más a Valparaíso", explicó Heimpell.

Edificación del terminal

Con respecto a la construcción de la estación de carga y el depósito, que contempla un inmueble de dos pisos en la zona industrial de Placilla, Heimpell precisó que "tenemos el contrato firmado hace rato ya con el Ministerio de Transportes, y ese contrato, el ministerio lo envía a la Contraloría para la toma de razón, pero todavía no sale de la Contraloría, ese es el gran problema que tenemos. Mientras ese contrato no salga visado por Contraloría, evidentemente que no podemos importar los buses, poner la orden de compra, el próximo mes hay cambio con calor y con toda razón, el nuevo controlador puede decir 'necesito más antecedentes' y demorar, no sé, por 2, 3, 4 meses, ahí desconozco los plazos de la Contraloría, lo que tengo claro que la Contraloría tiene muchísimo trabajo hoy día con todos los fraudes".

Destacó que "el terreno en Curauma está comprado, el permiso de obras está dado por la Dirección de Obras Municipales de Valparaíso, los planos están todos desarrollados. Falta que la Contraloría lo apruebe y parte mañana lo construcción".

"Son buses de última generación, con wifi, con aire acondicionado, acceso para minusválidos".

Pedro Heimpell, Director y socio de Trolebuses

Como han anunciado en las últimas semanas, el antiguo centro médico de Asomel, ubicado en avenida Colón 2020, abandonará sus instalaciones en Valparaíso al término de 2023, para empezar a operar desde el próximo año de forma única en Viña del Mar. Esto marca el fin de 43 años de funcionamiento por parte del centro de especialidades en la Ciudad Puerto, dejando otra merma en la red de salud local.

Desde el recinto se explicó que la decisión se debe al retiro de un número importante de médicos especialistas, quienes, por razones de edad, han dejado de trabajar en el sitio médico. "Estos centros se mantienen gracias al trabajo activo de los socios. Esto era una sociedad de varios doctores traumatólogos. Entonces los que han ido envejeciendo, se han ido retirando; y el modelo de negocio no se puede desarrollar como era normalmente", afirmó el administrador de la empresa, Vladimir Valencia.

Así, el problema que revela el personero es la dificultad para encontrar los reemplazos de dichos facultativos, pues de los once que trabajan actualmente en el centro, a partir de 2024 sólo estarán disponibles cinco, quienes empezarán a desempeñarse en la sede de Viña del Mar.

"Es lamentable que vaya a quedar gente que por años nos siguió acá. Obviamente que eso nos afecta, pero no podemos hacer otra cosa (…) Si se hubiera encontrado un modelo de negocios que nos hubiera permitido seguir, hubiésemos seguido en Valparaíso", sostuvo Valencia.

Ante la noticia, muchos vecinos han expresado su tristeza, ya que no sólo les preocupa cómo se adaptarán a la partida del establecimiento, sino que también ven con impotencia cómo la calidad de vida en la ciudad continúa empeorando.

Mario Pastén, paciente de la tercera edad, quien se atiende en el recinto por una lesión en su pierna, acusa que el momento del Puerto es crítico y golpea a los porteños. "No es sólo el Asomel, hay muchos centros importantes que se están yendo de Valparaíso a propósito de lo que todos sabemos. La ciudad está decayendo día a día", sentenció.

Asimismo, Carlos Flores, también paciente del servicio, señala que la capital de la región es víctima de malas políticas públicas, las cuales han mermado el sector de la salud. "Indudablemente que Valparaíso se está viendo afectado en todas las áreas (…) Esto debido a las políticas, en general, que el Estado chileno ha tomado en el tiempo, no solamente de izquierda o derecha. Se trata de una política de Estado que ha ido deteriorando la ciudad", afirmó con pesar al enterarse de la medida.

"Es lamentable que vaya a quedar gente que por años nos siguió acá. (...) Pero no podemos hacer otra cosa".

Vladimir Valencia, Administrador de Asomel

Una nueva convocatoria del programa Familias de Acogida en Valparaíso abrió el Servicio Nacional de Protección Especializada a la Niñez y Adolescencia, medida que se activa para resolver casos urgentes en que se han detectado situaciones de extrema vulneración a niños, niñas y adolescentes.

"Nos encontramos buscando 40 familias voluntarias que quieran hacerse cargo de los cuidados de niños y niñas que han sido vulnerados en sus derechos por un periodo acotado de tiempo, ser una familia de acogida por un tiempo de dos a tres meses mientras se resuelve la situación", explicó el director regional de la entidad, Francisco Olivares.

Para inscribirse se debe ingresar a www.servicioproteccion.gob.cl, donde también es posible acceder a información detallada del programa.