"Pavor está inspirado en todas las travesuras perversas que hacemos cuando niños"
LITERATURA. El porteño Christian Morales lanza "El siniestro experimento del Doctor Pavor", una novela infanto-juvenil.
"Señor director: No sabemos qué está pasando. Somos un pueblo tranquilo pese a que tiembla cuatro veces al día. Si busca Teluria en el mapa, verá que éramos populares por la playa. Hoy en día lo somos por esa casona habitada por ese siniestro personaje. Y esas tarjetas de Navidad que nos llegan en diciembre… Para mí que hay gato encerrado. En realidad, un murciélago encerrado". Esta es una de las "temerosas cartas" de los lectores que llegan cada jornada al diario La Opinión.
Los vecinos están preocupados por lo que ocurre en la tétrica casona habitada por un siniestro personaje: el doctor Teobaldo Pavor Decapiteli, un científico de imaginación brillante y escasos límites morales que planifica un experimento de insospechadas consecuencias.
El argumento da vida a "El siniestro experimento del Doctor Pavor", del escritor, guionista y audiovisualista porteño Christian Morales Durán, quien debuta en el ámbito de la literatura infanto-juvenil con esta cautivante novela ilustrada que retrata las desventuras de un Frankenstein posmoderno y una pareja de hermanos temerarios y curiosos.
La novela inaugura además la nueva línea de literatura infanto-juvenil de editorial Narrativa Punto Aparte, titulada Colección Imaginaria, que busca promover títulos de autores nacionales dedicados a jóvenes lectores -de edad y de espíritu-.
"El siniestro experimento del Doctor Pavor" será presentado el sábado 2 de diciembre, a las 12.00 horas, en el Centro de Extensión (Centex) del Ministerio de las Artes, las Culturas y el Patrimonio, en Plaza Sotomayor, Valparaíso. En la presentación participarán el autor, Christian Morales; el escritor Felipe Acuña Lang; el periodista y escritor Rafael Valle, y la editora de Narrativa Punto Aparte, Marcela Küpfer.
Amante de las penumbras, el frío y las telarañas, jorobado y de escasa altura, intolerante al sol y con una desproporcionada mano injertada, el atribulado doctor Pavor habita en una mansión heredada por sus abuelos, en compañía de tres locuaces zancudos intervenidos que son sus ayudantes y única compañía. Para desarrollar su cuestionable experimento, captura a Javiera y Pascal, inquietos mellizos que desordenan la apacible vida de Teluria, un pueblo olvidado donde tiembla a cada momento.
Morales, autor de la saga "Valparaíso no patrimonial" y de la adaptación a novela gráfica de "Hijo de ladrón", explica que el personaje del científico se basa en Pavor, un personaje nacido en los años 90 en el clásico programa "Pequelandia", de UCV-TV, de la mano del titiritero Roberto Oyarzún, el que todavía puede verse en YouTube.
"En esos años yo era guionista del programa 'Pequelandia', dirigido por Gastón Centeno. Decidimos incorporarlo en un bloque a la semana. Pavor entró por primera vez entremedio de unas cortinas, llevando en andas a un gato negro que vivía en el canal por aquel entonces. De ahí fue historia. Poco a poco fue ganando tiempo en pantalla. Tenía que estar toda la semana y un día completo. Todo ello lo determinamos por las cartas que llegaban. Pavor se instaló como un personaje llamativo, medio excéntrico, con ribetes románticos. Niños, jóvenes y adultos comenzaron a tomarle cariño. Pavor está inspirado en todas esas travesuras perversas que hacemos cuando niños: sonarse los mocos con el mantel, quemar hormigas con una lupa, jugar a tirarse terrones de barro... Tiene algo de Drácula en el vestir y es un enamorado de la belleza femenina, un pícaro deslenguado cuando se trata de exponer sus emociones".
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