Everton disputa esta noche su último partido de la temporada en Sausalito y el equipo se ha impuesto una misión que no es menor: ganarle a O'Higgins para defender el cuarto puesto en la tabla, que puede darle un cupo para la Copa Libertadores de América.

Así lo reconoce el lateral oro y cielo, Felipe Campos, quien tuvo un regreso soñado a la titularidad en la fecha pasada frente a Palestino, cuando marcó el primer gol en el triunfo conseguido en La Cisterna.

Los viñamarinos ya aseguraron ir a la Sudamericana, pero apuntan más alto. "Dadas las circunstancias, ya no se puede aspirar al título y la verdad es que estamos muy contentos por la clasificación. El año pasado estuvimos hasta la última fecha y no se pudo lograr, y ahora que estemos a dos fechas del término del torneo ya en una copa y pensando en entrar en otra, obviamente nos pone muy contentos y con muchas ganas de seguir peleando como lo estamos haciendo hasta ahora", dice.

El jugador reconoce que en este tipo de instancias hay factores emocionales que pueden pesar incluso más que los futbolísticos para lograr un buen resultado.

Según Campos, "más que el juego y lo que se trabaja en la semana, creo que en esta instancia importa mucho la fuerza interior de cada uno. Hay que mirarse y saber lo que se está peleando. Quizás Everton no está acostumbrado a pelear en este nivel y este partido es para demostrarnos a nosotros mismos y a la gente que sí queremos y sí podemos. Estamos contentos de llegar con primera opción a disputar este cupo".

Recuperación personal

Durante esta temporada, el carrilero oro y cielo se vio enfrentado a una difícil situación a nivel personal debido a diversas lesiones que lo afectaron y le impidieron tener continuidad en el equipo de Francisco Meneghini.

Por eso hoy comparte su experiencia íntima, dice que encontró apoyo en su familia y también en la ayuda profesional de un psicólogo.

"Gracias a Dios, en mi casa siempre estuve bien, con mi familia apoyándome, pero de repente uno tiende, quizás por ser hombre, a decir yo me la banco toda, lo que te pasa te lo guardas, uno se hace el fuerte y de repente no es así, porque si uno se apoya en las personas más cercanas, se puede salir adelante", dice "Murci".

El futbolista sigue con su relato y revela que conversó con su esposa "y me ayudó a aliviar esa carga, se me hizo más liviano mentalmente, además empecé a trabajar con un psicólogo amigo, a quien le agradezco hasta el día de hoy. Sigo trabajando con él".

En términos futbolísticos, "Paqui" realizará sólo una modificación respecto al once que le ganó a Palestino. El suspendido Luis Montes será reemplazado por Matías Campos, con lo que Sequeira volverá al carril izquierdo en mediocampo.

Esta noche será una jornada de homenajes en Sausalito. El zaguero Julio Barroso se retira hoy del fútbol y recibirá una serie de reconocimientos. Se le regalará una camiseta de Everton con el número 92, por la cantidad de partidos que disputó con los colores oro y cielo, además de una jineta de capitán con los escudos de todos los clubes donde jugó. Entrará a la cancha con sus hijas en medio de un pasillo de los jugadores evertonianos y de O'Higgins. También se hará una ceremonia para festejar al equipo femenino que obtuvo el ascenso a Primera, se realizará un desfile de escuelas de fútbol y un reconocimiento a la Agrupación de exjugadores del club.

Rafael Nadal anunció ayer que volverá a la competencia en el torneo de Brisbane (Australia), en la primera semana de enero de 2024, antes del Abierto de ese país, primer Grand Slam del año, después de un año fuera de las canchas por lesión.

"Hola a todos, después de un año fuera de la competición ha llegado el momento de volver. Será en Brisbane y será en la primera semana de enero. Nos vemos allí", dijo Nadal (37 años) en un video publicado en sus redes sociales.

El torneo de Brisbane se jugará entre el 31 de diciembre y el 7 de enero y luego vendrá al Abierto de Australia, que se disputará del 14 al 28 de enero, y que fue la última cita en la que compitió el español.

Nadal, ganador de 22 Grand Slam, disputó su último partido el pasado 18 de enero, cuando cayó en segunda ronda ante el estadounidense Mackenzie McDonald, y desde entonces siguió un proceso de recuperación de una lesión en el psoas ilíaco de la pierna izquierda, por la que pasó por el quirófano.

El tenista fue intervenido el 2 de junio por vía artroscópica de la lesión del tendón del psoas izquierdo en la Clínica Teknon de Barcelona. Y también se le regularizó una lesión antigua del labrum de la cadera izquierda.

Hasta ayer Nadal no había querido poner fecha a su regreso, aunque siempre afirmó que estaba evolucionando bien de su lesión y que sabía que iba a volver "a jugar a tenis algún día", algo de lo que dudó en algún momento de su recuperación.