"Es acá donde encontramos ese descanso necesario de la vida"
A sólo días de que se realice la tradicional peregrinación al Santuario Purísima de Lo Vásquez, que congrega a cientos de miles de peregrinos en la parroquia ubicada en la comuna de Casablanca, para honrar a la Virgen María en su advocación de la Inmaculada Concepción, el rector y sacerdote del recinto, Andrés Valenzuela, se refirió a la importancia del evento en medio de tiempos turbulentos para el país, marcados por la crispación política, la crisis económica y la antesala de un nuevo plebiscito constitucional.
Al respecto, Valenzuela afirmó que la imagen de la virgen siempre ha representado un espacio de congregación y unión para los ciudadanos, quienes, independiente de los problemas que atraviesen, cada año encuentran paz en esta actividad de adoración. Asimismo, también comentó el camino que debe seguir la Iglesia en Chile después de los escándalos que han dañado su reputación y cómo estos afectaron a la localidad.
Diálogo
- ¿Cuál es el aporte que puede entregar la fe católica al país en tiempos de polarización?
- Dentro de esta alegría que significa la peregrinación, nos damos cuenta que todos los chilenos, hablando también de este ambiente constitucional, necesitan un lugar donde puedan encontrar el diálogo, encontrar un espacio donde podamos manifestar nuestras opiniones y que no sea una instancia de ganar o perder, sino que una instancia de encontrar el bien común. (…) Creo que la Iglesia en lo que puede colaborar es en ayudar al discernimiento de las cosas, que tenemos todos independiente de las conclusiones que podamos tener. En nuestro corazón está esa capacidad de discernir lo bueno, lo malo y qué anhelos tenemos.
- A pesar de todo, la imagen de la virgen sigue convocando. ¿Qué sentimiento cree que evoca esta figura en las personas?
- La virgen tiene esta connotación de acoger y recibir. En ella el peregrino encuentra esa paz. Es acá donde encuentra ese descanso necesario de la vida, una vida acelerada, rapidísima y en que se nos exige a dar respuesta a muchas cosas. Vivimos acelerados todos, pero es acá en el Santuario donde se encuentra ese respiro, pero no un respiro para poder evadir la realidad, sino que para encontrar esa fortaleza que brota de aquella mujer que se sobrepuso a todo para mantener el anuncio de una buena noticia. Creo que hoy la Virgen María viene a ser esa buena noticia que tanto necesitamos, de amor y cobijo.
- ¿Hace falta un detenimiento en la vida de los chilenos?
- Creo que nos hace falta detenernos, sentarnos, mirarnos y poder valorar lo bueno del otro. Porque hoy día, insisto, es todo rápido y hemos olvidado descubrir lo bueno que tiene el otro. Quizás más bien nos hemos detenido en encontrar lo malo, a encontrar lo negativo. Yo creo que hoy hay que detenerse a descubrir los dones que tiene el otro, sus cualidades y, por sobre todo, que tenemos cosas en común.
Ambientes sanos
- Respecto a los casos de abusos que han afectado a la Iglesia, ¿cómo puede seguir aportando esta institución al futuro del país?
- Creo que es una realidad triste y que nos ha tocado a todos. Nos ha causado mucho dolor y vergüenza al respecto, ya que hay cosas que no debieron haber sucedido. Creo que no tan sólo en la Iglesia, sino que también en todos los ambientes en que nos desenvolvemos, es importante ir creando ambientes sanos de relaciones, donde el buen ejercicio del poder de la autoridad nos permita comprenderlo desde el servicio. (…) Acá, ante esta experiencia dolorosa, el Santuario siempre se ha caracterizado por ser un espacio muy neutro. Aquí llega gente de todas partes y nunca hemos tenido la experiencia de una persona o grupo que venga a enrostrar cosas. Acá encuentran en la virgen aquello limpio y puro.
- ¿Eso refuerza el carácter de refugio que posee el Santuario?
- Sí, absolutamente. También cuando fue la experiencia del estallido social y había incertidumbre si hacer o no la fiesta de la Purísima, ese año la hicimos y no nos equivocamos. Porque la gente necesita este pulmón espiritual. Y no tan sólo es el Santuario de Lo Vásquez, todos los santuarios de nuestro país y esos lugares que nos permitan tener ese encuentro de oración y descanso son lugares que debemos aprovechar. Por tanto, este es un ejemplo de que, independiente de las situaciones que se viven en la contingencia, estos son lugares que convocan y que la gente necesita".
"Independiente de las situaciones que se vivan en la contingencia, estos son lugares que convocan y que la gente necesita".