"Discrepo del intento de instalar temas para que futuros gobernantes no puedan debatirlos"
Las diferencias se resuelven en elecciones, no en constituciones, afirma tajante el exsenador, exsubsecretario del Interior y exconvencional, Felipe Harboe, al mencionar una de las discrepancias con la propuesta del Consejo Constitucional que lo llevaron a suscribir una carta de apoyo a la opción En Contra en el plebiscito del próximo domingo, junto a un grupo de figuras de centroizquierda que en la consulta del 4 S estuvieron por el Rechazo.
Dice que el resultado de las urnas es incierto "lamentablemente", porque una diferencia menor a 7 ó 10 puntos indicaría que no hay acuerdo social en torno a un texto constitucional y que el debate sigue abierto.
En cuanto al combate a la delincuencia y el crimen organizado, se declara partidario de un sistema de seguridad en que fiscales, policías y funcionarios del Gobierno sean evaluados en función de resultados.
Texto minimalista
- En la carta dicen que "ayer las izquierdas y hoy las derechas han sido incapaces de resistir la tentación de construir un texto partisano". ¿Cómo califica esa situación?
- Es lamentable. Es una frustración muy fuerte observar que quienes fuimos elegidos en el primero y quienes fueron elegidos en el segundo proceso, no logramos ni lograron sacar adelante el mandato de la gente. El mandato era simple y claro, una nueva Constitución. Lo que no significa ni un programa de Gobierno, ni imponer visiones ideológicas, ni intentar resolver las diferencias en un texto constitucional. Porque las diferencias se resuelven en elecciones, no en constituciones. Además, en la era de la inmediatez, si uno quiere tener un texto con vocación de estabilidad en el tiempo, debe ser minimalista.
- ¿Un texto minimalista que considere qué elementos?
- Que reconozca los valores que nos motivan a vivir en sociedad, que establezca los principios básicos de toda legislación y que tenga alguna regla de funcionamiento. Y el resto dejárselo a los legisladores.
Mismo pecado
- Plantean que la propuesta limita la posibilidad de implementar políticas públicas que se necesitan. ¿No basta con la declaración de Estado social y democrático de derecho?
- No, lamentablemente no. Porque cuando usted revisa las normas sobre orden público económico, constata por ejemplo que se les ocurrió instalar la constitucionalización de los fondos de pensiones y de las cotizaciones. ¿Por qué se incorpora esto en la Constitución? Ni la del 80 llegó a tanto. Lo que se está haciendo es decirles a los legisladores que tienen ciertos límites, que si quieren discutir sobre esto deben tener una mayoría muy importante. Y me parece que eso es restarlo del debate. No estoy de acuerdo con que se intente instalar temas en la Constitución para que los futuros gobernantes no puedan debatirlos. Es el mismo pecado que cometió el texto de la Convención Constitucional anterior.
- ¿Por qué afirman que "las modificaciones al sistema político-electoral son más cosméticas que reales"?
-Porque lo que tenemos hoy día en Chile es un bloqueo permanente entre el Congreso y el Gobierno, en que los mandatarios no pueden ejecutar sus programas de gobierno porque no cuentan con las mayorías suficientes en el Congreso. Ese problema debió haberse resuelto y no se atrevieron a solucionarlo. Plantean que hay una mejora en el sistema político porque se exige el 5% de la votación para ser partido político. Pero no dicen que tiene letra chica, porque en esta primera elección va a ser un 4%, pero adicionalmente se permite la fusión y pactos electorales. Lo que posibilitaría que una especie de micropyme política de 2,3% se junte con la del 2,7%, en conjunto llegan al 5% y eso es partido político con financiamiento público.
- ¿En qué otros puntos urge la reforma al sistema político?
- La gente dirá que esto es un problema de los políticos, pero no es así. Porque producto de este problema, el Parlamento y el Gobierno llevan 10 años discutiendo reformas a las pensiones y a la salud, cinco años de retraso en temas de seguridad, diez en materia de innovación y tecnología. Esto tiene que enfrentarse rápidamente con una reforma que permita que los partidos políticos tengan mayores exigencias para constituirse; que se establezca un sistema electoral que promueva la aglutinación en dos grandes coaliciones; que se haga la elección parlamentaria junto a la presidencial; y si vamos a tener un sistema presidencial, que exista un sistema electoral mayoritario, no proporcional.
La peor crisis
- ¿Su experiencia de exsubsecretario le dice que las cifras de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC) podrían haber sido peores al 90,6% de percepción de inseguridad?
- No, yo creo que es muy lineal con el aumento que demostró Paz Ciudadana en la encuesta de octubre. Estamos viviendo probablemente la peor crisis de inseguridad que hayamos sufrido desde el retorno a la democracia. La gente está viviendo con miedo y una sociedad que vive de ese modo es menos libre. Pero el miedo responde efectivamente a delitos. Hay un alza de más de 47% en los últimos cinco años, particularmente de homicidios, y 826 denuncias de secuestro en los últimos años. Entonces, la ciudadanía percibe que el sistema de seguridad no previene de manera adecuada, y que los fondos y presupuestos destinados a ello no están resultando. Más grave es que siente que, si es víctima de un delito, el sistema no la va a ayudar, y ahí empiezan a bajar las denuncias. Esto no es un tema de proyectos de ley, porque el problema que tenemos hoy no es el delito común, es el crimen organizado.
-¿Por dónde puede ir la salida a esta crisis de seguridad?
- Creo que esto pasa por adoptar medidas eficaces. La lucha contra el crimen organizado supone un Estado organizado. Y cuando vemos que hay diferencias entre las instituciones públicas respecto de las cifras del crimen organizado, uno ve con cierta desolación lo que viene. Pienso que no vamos a lograr resultados diferentes haciendo más de lo mismo. Tenemos que repensar, por ejemplo, la existencia de las fiscalías regionales. Quizás sea hora de tener fiscales especializados con competencia en todo el país; de establecer que la única policía investigativa tiene que ser la PDI, y Carabineros dedicado a prevenir, quitándole además algunas funciones que no tienen razón de ser...tiene más de 200.
-¿Cómo debería ser un mejor sistema de seguridad?
- Se debería crear un sistema de seguridad con metas vinculantes, con evaluación por resultados. Es decir, que los fiscales, los policías y también los funcionarios del Gobierno sean evaluados en función de resultados, no de metas intermedias. Y si no funcionan, bueno, habrá que buscar otros. Eso también requiere de una reforma legal desde el punto de vista de la estabilidad funcionaria, que tiene que estar asociada al mérito y no necesariamente a la antigüedad o inamovilidad. Miremos la experiencia de la Fiscalía Antimafia Italiana, la Fiscalía Colombiana, la Fiscalía Española, que tienen que enfrentar fenómenos como secuestro, terrorismo, mafia, crimen organizado. Hay experiencias internacionales.
Peligrosa corrupción
- ¿Cómo observa los últimos episodios de corrupción?
- Es muy malo para el país, porque se instala la percepción de que la corrupción es un problema generalizado y eso es muy complicado. Yo creo que, efectivamente, en el caso Convenios hubo un modus operandi que es evidente, que se repitió en diferentes regiones, en que recibieron fondos fundaciones no calificadas para ejercer las funciones que se les encomendaron. Es importante que se investigue si era un modo de operar de uno o más partidos, o de uno o más liderazgos o caudillos.
- ¿Y el caso Hermosilla?
- Es muy, muy peligroso que se instale ese tipo de prácticas, que se tenga la desfachatez de expresarse así. No sé si era real o no el pago de coimas, pero expresarse como si supuestamente lo estuviera haciendo, es altamente delicado, sobre todo para el ejercicio de la profesión de abogado. Yo creo que las nuevas generaciones de abogados no estamos en ese mundo, no he escuchado ese tipo de práctica, y por lo tanto pienso que también debiera investigarse a fondo. Porque donde hay una persona disponible para corromper, hay un funcionario público dispuesto a corromperse. 2
Se debería crear un sistema de seguridad con metas vinculantes, con evaluación por resultados. Es decir, que fiscales, policias y funcionarios de Gobierno sean evaluados en función de resultados, no de metas intermedias".
Rosa Zamora Cabrera
rosa.zamora@mercuriovalpo.cl
"La gente está viviendo con miedo y una sociedad que vive de ese modo es menos libre".
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