Un camino hacia el crecimiento regional
El diagnóstico está claro: la zona necesita destrabar proyectos, acelerar inversión y unir voluntades detrás de objetivos comunes. Lo gremios locales rara vez mencionan exigencias a las autoridades regionales, como si el destino de nuestra zona dependiera muy poco o nada del trabajo de ellas.
Este 2024 puede ser el año del despegue económico en la Región de Valparaíso o el de su estancamiento definitivo. Los expertos han advertido en más de una oportunidad sobre las dificultades que tiene la zona para crear empleos fijos de contrato indefinido -de ahí las cifras récord de informalidad laboral- y los empresarios llevan años planteando la necesidad de acelerar los proyectos parados, reactivar la inversión pública, agilizar las tramitación de iniciativas privadas en las oficinas municipales y gubernamentales, así como fortalecer el apoyo financiero a las pymes.
El diagnóstico desde esa vereda está clarísimo, porque apunta a las condiciones indispensables que debe cumplir la Región para alinearse con las positivas cifras económicas que hubo a nivel nacional durante noviembre, destacadas por el ministro de Hacienda, Mario Marcel, como una evidencia de que la evaluación final del crecimiento de Chile en 2023 será positiva.
Cuando se les pregunta por acciones concretas, los dirigentes gremiales de la zona apuntan a destrabar las iniciativas legales que en el Congreso abordan la "permisología", mencionan la necesidad de acelerar las decisiones sobre infraestructura pública desde el Gobierno central y al fortalecimiento de la agenda de seguridad que pueda dar tranquilidad a rubros sensibles a este ámbito, como el turismo, pero no mencionan ninguna exigencia a las autoridades regionales, como si el destino de nuestra zona dependiera muy poco o nada del trabajo que se realiza en las oficinas del gabinete económico local. Ni los directores regionales de servicios responsables de políticas económicas ni los seremis han sido capaces de proponer una agenda potente de medidas o, al menos, reunir voluntades detrás de un camino de objetivos ambiciosos para una Región que necesita señales positivas de forma urgente. Cada minuto que demora esta tarea se aleja la esperanza de la reactivación.