Los sospechosos de siempre y la DC
Harto extraña resultó la propuesta del presidente regional de la Falange respecto de Aldo Cornejo para la alcaldía porteña. Crichton quiere ser diputado y no es un negocio muy inteligente apoyar a Cornejo como alcalde para que, en el caso de que pierda, éste quede enpole positionpara la Cámara.
La poca relevancia de la Democracia Cristiana (DC), expresada a nivel nacional sin peso alguno en el oficialismo, menos en la oposición y ni siquiera en el centro, tiene su máxima expresión en la Región de Valparaíso, sin diputados, senadores, tampoco cargos en la Gobernación Regional o en la Delegación o seremías, con sólo un par de alcaldes de militancia tangencial en municipalidades menores.
Quizás por ello llaman la atención las declaraciones de su presidente regional, el consejero regional Roy Crichton, llamando al orden a los partidos oficialistas en torno a la pléyade de candidatos para competir con Jorge Sharp -si es que él no se termina bajando- por la alcaldía de Valparaíso, entre ellos y por estricto orden de aparición, la abogada y concejala Camila Nieto (CS), el diseñador y dirigente Boris Kúleba (PS) y el ingeniero en prevención de riesgos Sebastián Tobar (PL). Así, Crichton -que no tiene ningún problema en hablar de más- calificó el comportamiento del oficialismo como de una "federación de estudiantes" y, acaso contradictoriamente, por cuanto se hizo el ofendido con tanto candidato sobre la mesa, puso sobre la misma a su correligionario, el exalcalde porteño y expresidente de la Cámara de Diputados, Aldo Cornejo.
¿Dónde asoma lo extraño de esta historia? En que Crichton quiere ser diputado y no es un negocio muy inteligente apoyar a Cornejo como alcalde para que, en el caso de que éste pierda, quede en pole position para la Cámara. Tampoco hay que olvidar la extraña presencia del propio Crichton en el cónclave besa anillos del Tres Peces del jueves 4 de enero, donde una veintena de alcaldes y jefes municipales, más el core con nombre de cowboy, se reunieron para respaldar al gobernador Rodrigo Mundaca y hacerle olvidar su síndrome de niño abandonado. Si esto acaba siendo un bluff en pos de una negociación o cocina espuria y todos se terminan abanderando con Sharp, mejor cerremos Valparaíso por fuera. Esto ya se terminó.