"Es una canción que es una declaración política a favor de la descentralización"
El artista penquista dice estar "tranquilo y contento" de que su creación sea distinta a las otras con las que se medirá.
Orgullo, ansiedad, nervios, alegría. Esas son algunas de las emociones que está viviendo Charly Benavente en la previa de lo que será representar a Chile en la categoría internacional del 63 Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar, que comenzará el 25 de febrero.
"No es no menor lo que vamos a hacer. Obviamente para mí es el escenario más importantes que hay, y representar a tu país... o sea, ¿cuándo voy a volver a tener esta oportunidad? Me siento súper contento, orgulloso de representar a Chile", dice el músico oriundo de Concepción.
"Ahora, claro, la ansiedad es tremenda -reconoce-. Quiero saber qué día me va a tocar presentarme sobre el escenario, quiero empezar a ensayar con la orquesta, quiero tener el vestuario listo. Todas esas cositas, que van a ser parte de estas presentaciones, quiero tenerlas bastante controladas a la hora de irme hacia Viña. Irme con todo resuelto y solamente preocuparme de mi presentación".
Descentralización
No es la primera vez que el artista intenta participar en la competencia, ya que había postulado antes: la primera el 2013 -dos años antes de participar en The Voice Chile-, y la otra para la versión 2023, siendo seleccionado el dúo Yorka que resultó ganador.
Fue en esta última ocasión que "nos mandaron un correo que habíamos estado en la selección de las 10 canciones que iban a competencia, pero pasó Yorka. Eso igual nos dio como un empuje a decir 'bueno, igual estamos cerca, sigamos postulando'", cuenta.
Es así como "este año postulamos con una canción que si bien es bastante antigua, es de mi primer disco en 2017 (San Osvaldo) y se llama Arauco, siento que reúne las mayores capacidades para estar en una competencia de la envergadura de Viña: la estructura de una canción popular, un coro pegajoso, de una frase", comenta el músico.
A pesar de ello tuvo que hacerle modificaciones, primero que todo para que durara 3 minutos que son los que exigen las bases. Además, la cambió para que se escuchara "un poquito más rockera que la versión original", dice.
"No puedo contar mucho de la presentación, porque es sorpresa, pero va a haber un par de cambios de donde salgo de mi zona confort de la guitarra acústica", comenta. Por esto mismo, hay mayor ensayo, pues "la misma reversión de esta canción hace que la letra sea distinta, en el sentido de que hay versos que no van y que si me equivoco al entrar en otro verso puedo dejar la escoba. Entonces, la idea es poder ir bien mecanizado con esta versión".
En cuanto a la letra, el penquista advierte que Arauco "no tiene nada que ver con el conflicto mapuche". "Es una canción que hice a la nostalgia del provinciano que tiene que dejar su pueblo de origen, que en mi caso era Arauco, para poder desarrollarse o personalmente o por amor o por estudios. Esa nostalgia del pueblo donde nos criamos, volver y ver lo lindo que es".
"Es una canción -continúa- que por donde se le mire es una declaración política a favor de la descentralización, porque tiene el nombre de una ciudad provincial, cantada por un provinciano que vive y reside en provincia actualmente, y va a ser cantada en una competencia del Festival más grande de Chile, pero que se hace en provincia. Entonces, por donde se le mire habla de la descentralización", destaca Charly Benavente.
La competencia
El cantante y compositor chileno deberá medirse con las canciones "Altar" de Luz Gaggi (Argentina) que trae el ritmo urbano, y "La última vez", una balada a cargo de Enrique Ramil en representación de España.
Se suman al listado Eddy Valenzuela con su tema "El maestro", que está dentro del género de regional mexicano; la peruana Lita Pezo con su balada "Luchadora"; y Osvaldo Supino con el título pop "Te e me", y que significa el regreso de Italia a la competencia internacional del Festival Internacional de Viña del Mar tras ocho años de ausencia.
Al respecto, Benavente dice que "hice la pega completa. Me pasé por todas las canciones. Son todas buenas, obviamente, pero me gusta mucho que estamos ocupando un lugar que no está ocupado por el resto de los competidores, que es más del rock pop". "Por ese lado, estoy súper tranquilo y contento", sostiene.
Una bonita coincidencia
Este martes 30 se realizará en Santiago un show llamado El Arenganzo, el que reunirá a Benjamín Walker -quien representó a Chile en la edición 2019 del Festival, obteniendo el segundo lugar-, a los ganadores del certamen Vicente Cifuentes (2020) y Yorka (2023), junto a quienes representarán al país este año: Charly Benavente y Mariel Mariel que lo hará en el género folclórico.
"Va a ser como pasar la posta. Vamos a estar tocando en formato muy íntimo, acústico canciones de nosotros. Obviamente que todas las canciones que estuvieron y que van a estar en Viña van a ser tocadas", detalla Charly Benavente.
"Hay una canción, en particular, que grabamos justamente los cinco que vamos a hacer El Arengazo. Pareciera que fue algo premonitorio, porque la canción la grabamos -si no me equivoco- el 2019, y el único que había ido a Viña era el Benja, y ahora se cumplió la profecía", cuenta.
Y añade: "Nadie tenía planeado que todos, los cinco, que cantáramos, que hiciéramos el ft., estuviéramos en Viña".
- ¿En algún momento, cuando estaban haciendo esa grabación, conversaron sobre presentarse en el Festival?
- Jamás. Nunca hubo esa conversación. Una bonita coincidencia no más. Ya no sentíamos familia, y con esto más aún.
Además, del concierto "nos hemos juntado, hemos conversado, me han contado de qué cosas me tengo que preocupar, qué cosas no hacer y, claro, te pasan toda la experiencia, cosa que sea un poco más ligero también la ansiedad y el viaje", manifiesta.
Nuevo álbum
"Esto me pilló justo en plena producción del disco nuevo. De hecho, estoy dejando material en el estudio para los productores para que puedan seguir trabajando mientras esté en Viña", relata Charly Benavente.
Sobre esta nueva entrega, adelanta que "es un disco bailable o, por lo menos, más bailable dentro de lo que tengo en mi radar, y más popular también, de llegar a un sonido más pop. Mis otros dos discos, el San Osvaldo es bien folk y el Merkén una experimentación de sonidos latinoamericano, y ahora vengo un poco a sentar cabeza, en el sentido de estructurar un sonido de aquí a tres discos más", asegura, y acota que "éste va a ser el sonido de ahora en adelante, por lo menos, en unos cinco o seis años más en el proyecto".
Se trata de un álbum, además, que "habla de mucho de la sanación personal, pero bailando". "Hubo una depre por la que pasé y encontré una sanación en el escribir. Por eso también las canciones vienen muy apoyadas desde una época que fue un poco difícil, pero que soñé haciendo este disco", relata el músico sobre este trabajo que podría ver la luz este año.
Esto junto con su labor en un centro cultural, los ensayos y los conciertos lo tienen bien ocupado. "Estoy tratando de trabajar harto para poder no tener espacios donde pensar", dice volviendo al tema de la ansiedad que tiene por estar ya sobre la Quinta Vergara. 2
Flor Arbulú Aguilera
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