LA PELOTA NO SE MANCHA La hormiga cabezona y el tigre
Pheidole megacephala, ese es el nombre científico de la hormiga cabezona que está haciendo estragos en África. Este pequeño insecto se come las hojas de las acacias. Los leones utilizan los follajes de acacias para esconderse de las cebras, sus víctimas más apetecidas. Sin hojas, los científicos tienen un mal pronóstico para los pobres felinos y un mejor pasar para las cebras.
A veces, un pequeño detalle puede cambiar el curso de la historia y alterar todo el ecosistema. Digo esto a propósito de Ricardo Gareca, el nuevo director técnico de la selección chilena. Gareca llega con el cartel de haber clasificado a Perú al mundial de Rusia 2018, luego de tres décadas fuera de la máxima cita futbolera.
Lo que pocos recuerdan es que Perú se clasificó gracias a Chile. El asunto fue así: nuestro país reclamó a la FIFA por la inscripción de un seleccionado boliviano y obtuvo los puntos de ese encuentro, que había sido un empate. Lo que no calcularon los genios detrás de esta protesta es que la sanción también benefició a los peruanos que habían perdido con Bolivia en La Paz. Chile pasó de 24 a 26 puntos y Perú, de 23 a 26, pero con mejor diferencia de gol, lo que le permitió jugar el repechaje y clasificar a las tierras de Putin.
De esta forma, Juan Antonio Pizzi, campeón de la Copa Confederaciones, se transformó en un villano y Gareca, en una estrella. Ese detalle, como el de la hormiga cabezona, salvó al "Tigre", como a las cebras, de ser devorado por los hinchas peruanos, mientras que Pizzi, como los leones, se quedó sin el apetecido bocado (igual fue al mundial, pero con otra selección).
Luego viene otro dato curioso del nuevo seleccionador. En esas mismas eliminatorias del 2018, la Roja de Sampaoli venció por 4 goles a 3 a los del Rimac en su propio estadio. Un año más tarde, Gareca volvería a perder contra Chile, 2 a 1 en el Estadio Nacional, aunque esta vez el que estaba en la banca era Pizzi. Rueda haría lo mismo rumbo a Catar gracias a dos tantos de Arturo Vidal. Martín Lasarte hizo honor a su apodo de "Machete" y cortó el hilo de victorias contra los de la banda al perder por 2 a 0 en Lima. Este fue el único triunfo que obtuvo Gareca con la selección incaica frente nuestro país por eliminatorias… pese a esto, todos celebran la llegada del argentino.
En Copa América, la suerte ha sido pareja. Aunque Gareca perdió en la semifinal del 2015 contra Chile por 2 a 1, obtuvo una cruel venganza el 2019 cuando nos vencieron por 3 a 0 en esa misma instancia, pero en Brasil.
En la suma y resta, los números del "Tigre" están muy lejos de ser impresionantes, menos si consideramos que también quedaron fuera del mundial de Catar después de dejar escapar una chance regalada, cuando perdieron el repechaje contra al arquero bailarín Andrew Redmayne de Australia.
No sé si alguien le dio una vuelta a todo esto, pero hay motivos suficientes para que Pablo Milad no duerma tranquilo, menos ahora que Nicolás Córdova, al mando de la sub-23, venció a la selección uruguaya dirigida por el venerado Marcelo Bielsa.
¿Debió haberse esperado un poco Milad? No lo sé, pero lo único que juega a favor de Gareca y del presidente de la ANFP es que, en esta eliminatoria, como nunca, hay más clasificados que eliminados (7 de 10). Como calculó Berizzo, podemos llegar al próximo mundial terminando séptimos. No queda otra que aferrarse a la mediocridad y rogar que ninguna hormiga cabezona nos haga tropezar.