El rumor ya estaba en boca de todos desde el viernes pasado. Tras realizarse un test de drogas aleatorio en la Cámara de Diputados, y enterado de un resultado positivo en el mismo, el diputado socialista por el distrito 6, Nelson Venegas, optó por adelantarse a la entrega oficial del mismo y reconoció públicamente -por medio de un video en redes sociales- haber dado positivo por el consumo de fentermina. Según el parlamentario, quien hasta ayer también oficiaba como presidente de la comisión de ética de la Cámara Baja, esto se debe a que está siendo sometido a un tratamiento médico para bajar de peso, a través de un medicamento inhibidor del apetito llamado Sentis (de la familia de las metanfetaminas) , recetado por el médico cubano avecindado en Los Andes, Jorge Vives, y adquirido con un certificado del profesional en una farmacia. Inmediantamente renunció a la presidencia de la comisión de ética, puso a disposición su cargo de presidente regional del PS y tendrá diez días para poner sus cuentas corrientes a disposición de la corporación.

Si bien no se puede discutir el momento y el modo escogidos por el diputado Venegas para bajar de peso, sí tuvo la opción de haber alertado con anterioridad del consumo del fármaco Sentis a la corporación. Pudo ser un error y la explicación suena creíble. La misma ha sido acompañada con una copia de la receta cheque oficial con fecha 24 de diciembre del año pasado y, de comprobarse, podría ser sólo un malentendido, tal como les ocurre a deportistas.

Las dudas son: ¿por qué Venegas renuncia a la comisión de ética?, ¿por qué pone a disposición del partido la presidencia regional del PS?, ¿y por qué su reacción y la del partido parecen parte de un control de daños muy bien estudiado?

Ahora, diputadas como Camila Flores (ya lo denunció al Ministerio Público) y Pamela Jiles insistirán en examen de drogas no sólo para parlamentarios, sino también para el Presidente, ministros y subsecretarios, a sabiendas de que por una simple cuestión estadística lo más posible es que alguien termine dando positivo por el consumo de algún estupefaciente regulado o no regulado.

¿Deben hacerlo? ¿Por qué no? La discusión está abierta y es el Parlamento el que tiene la palabra.

El año 2024 se presenta como un período de optimismo y oportunidades para el sector inmobiliario, a pesar de enfrentar desafíos preexistentes como altas tasas de interés, inestabilidad política y una crisis económica. Uno de los aspectos destacados en este escenario es la significativa disminución de las tasas hipotecarias, alcanzando un 5,15%.

Se proyecta una disminución adicional de aproximadamente 30 puntos base en el primer trimestre, influida por factores internacionales como la convergencia de la inflación en Estados Unidos y Europa. La proyección optimista contempla la posibilidad de una reducción adicional de 100 puntos básicos para el segundo semestre, estimando que hacia fines del año las tasas hipotecarias se ubicarán entre el 4% y el 4,5%.

Este descenso en las tasas hipotecarias no sólo alivia la carga financiera para los compradores de vivienda, sino que también actúa como un estímulo para el mercado inmobiliario.

La convergencia de la inflación internacional se erige como un indicador de estabilidad, contribuyendo a la confianza del mercado. A pesar de la tendencia descendente de las tasas hipotecarias, estas se mantienen por encima de los niveles prepandemia y de retiros previsionales. En diciembre de 2019 la tasa hipotecaria promedio fue de 2,15%. En este sentido, las tasas que se proyectan son similares a las observadas en 2010, año en el que disminuyeron tras los máximos alcanzados producto de la crisis subprime en 2008.

La perspectiva de una inflación controlada, estimada entre el 3% y 4%, crea un entorno propicio, fortaleciendo la confianza de los inversionistas y contribuyendo a la estabilidad económica. Aunque se anticipa un aumento en los precios de la vivienda debido a la creciente demanda y restricciones regulatorias, esto no sólo plantea desafíos, sino también oportunidades en el acceso a la vivienda. Simultáneamente, el excedente de 70.000 unidades sin vender abre la puerta a arrendamientos rentables, diversificando las opciones de inversión en el mercado inmobiliario. Aunque los precios de propiedades usadas no experimentan descensos notables, el incremento en el inventario ofrece oportunidades a los compradores, permitiéndoles realizar ofertas competitivas en propiedades que han estado en el mercado por un tiempo.

Estas dinámicas delinean un panorama mixto en el mercado inmobiliario, donde los desafíos coexisten con oportunidades, proporcionando un terreno fértil para estrategias de inversión diversificadas. Es imperativo evaluar factores individuales como la estabilidad financiera, metas personales y la situación del mercado local para aprovechar plenamente estas nuevas oportunidades.