Contrariando la opinión de gran parte del Partido Comunista, incluyendo a su vocera Camilla Vallejo, y el propio Frente Amplio, el Presidente Gabriel Boric convocó al Consejo Nacional (Cosena), que reúne a los comandantes en jefe del Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada, el director general de Carabineros, los presidentes de la Cámara de Diputados y el Senado, la contralora (s) general de la República, y al presidente de la Corte Suprema para solicitar su asesoría en el combate a la desatada crisis de seguridad instalada en el país, específicamente en torno al resguardo de la infraestructura crítica, cuyo proyecto se encuentra estancado en la comisión de Defensa del Senado.

Las críticas del PC no tardaron en surgir entre sus diputados ("fragiliza la democracia", dijo Lorena Pizarro; "primero hay que reformar las policías", agregó Matías Ramírez; "es un espacio antidemocrático", completó Carmen Hertz), recibiendo sólo el beneplácito de la secretaria general del PC y exembajadora en Argentina, Bárbara Figueroa ("la convocatoria es absolutamente prudente"). Su presidente Lautaro Carmona, en tanto, y tras una reunión en La Moneda, llamó a sus parlamentarios a apoyar el proyecto de infraestructura crítica.

Discutir hoy si tenemos o no un problema de seguridad y de crimen organizado resulta del todo inoficioso. Repetir, como ha dicho el propio Presidente, que todo es una amplificación de las pautas de los noticiarios, matinales y diarios nacionales y regionales, es otra falacia que cada día nos cuesta más caro.

¿Significa esto sacar a los militares a las calles y coartar libertades? No. Acaso lo único cierto es que el Mandatario ha echado mano, aunque de forma bastante tardía, a una herramienta que pudo haber utilizado mucho antes.

Desde ya, han habido señales alentadoras, tales como que la Cámara Baja, a través de su presidente Ricardo Cifuentes, se ha manifestado dispuesta a legislar en el mes de febrero para acelerar el proyecto de infraestructura crítica.

¿Cómo entender tal reticencia a los uniformados como para apartarlos incluso en momentos de necesidad? Finalmente, el propio Boric terminó haciendo todo lo contrario a lo que pregonó durante años.

Como noticia principal, en medio de la vorágine de informaciones que describen con énfasis diversos el acontecer de las alegrías y dramas del país amado, emerge la decisión del presidente Ricardo Lagos referida a su retiro de la vida pública. En este caso es un anuncio explícito, breve, seguro y sólido, en su estilo que ha acompañado la vida y construcción del Chile moderno. La nobleza del agradecimiento a su esposa, la mujer que le ha acompañado y ha sido parte de la travesía de ambos, adquiere una particular relevancia. Igualmente, el recogimiento a la intimidad de un espacio hoy pequeño no es una renuncia para decir una palabra cuando lo estime necesario para el país. Usando una afirmación tan propia de él y asumida por tantos, "qué duda cabe" que esa palabra será dicha cuando las fronteras del riesgo las aprecie como cercanas.

Es notable leer o escuchar mucho de lo afirmado por tantas personas, no sólo vinculadas al quehacer político, sobre su liderazgo e impacto en el desarrollo nacional. También apreciar los énfasis, los silencios, las variantes con que han sido dichas. Se releva, en mi opinión, su propio compromiso con el rol que trae la presidencia a la persona que la ejerce. Esa relación entre la persona y las obligaciones del encargo, de la responsabilidad ineludible, han sido reconocidas por muchos y profundos conocedores y testigos. De allí fluyen relatos desde la aparente anécdota que parece simple y dice tanto, hasta los momentos de decisiones de la mayor complejidad, donde estabilidad y futuro, fortaleza y prudencia, sentido de la realidad y comprensión de la contraparte, y tantas más que los estudiosos están diciendo, se resumen en Persona, Estado, República.

Este recogimiento, palabra que uso por su nobleza, es también una clase para muchos que están y otros que vendrán a la política. Valor especial tiene asumir la forma como se fue tejiendo la pieza esencial de las confianzas mutuas, de la gestión eficaz, de las alianzas entre distintos mundos y misiones que colocaron a Chile como un país que se distinguía, siguiendo a todos los que contribuyeron a esa consolidación. Sólo para valorar la continuidad del Estado y la importancia de las políticas económicas con los equilibrios fiscales, a modo de ejemplo merece recordar el camino hecho en las alianzas público-privadas que permitieron que en los gobiernos de los presidentes Aylwin, Frei y Lagos el país tuviera el mayor salto en infraestructura carretera. Fue una innovación, tal vez incomprendida por algunos o rechazada por razones ideológicas. El tiempo ayuda a interpretar.

Como toda obra humana el juicio sobre la importancia del presidente Lagos tiene matices dependiendo del observador. Lo que no podrá negarse es contar con un líder de talla superior, demócrata y republicano, representante del valor de la sabiduría.