S. Mejías/G. Giovines

El incendio forestal que se inició al mediodía del viernes, en apenas unas horas consumió gran parte de poblaciones emblemáticas de Viña del Mar, como El Olivar, Achupallas, Villa Independencia, Villa Dulce, El Salto y Chorrillos. En ese conteo, sólo en el otrora campamento Manuel Bustos los dirigentes identificaron 500 casas afectadas, junto con la pérdida de uno de los principales líderes del asentamiento, Alejandro Flores, cuyo caso pone una cara visible a una tragedia que, hasta ahora, ha dejado 46 víctimas fatales.

Además de ver cómo las viviendas del campamento fueron consumidas por las llamas, los vecinos del lugar se enteraron que el histórico dirigente Alejandro Escobar falleció junto a su esposa en su casa, sin lograr evacuar el inmueble.

Carolina Rojas, dirigente del campamento y del Comité Acogida 2001, describió a Flores como una "voz relevante desde hace muchos años, un adulto mayor que en su momento lideró el primer proyecto construido en la Manuel Bustos, como fue la escala Huasco". "Era una persona muy participativa con nosotros", agregó.

Cuenta Pablo Gallegos, presidente del Comité Estrella 2000, también arrasado por el incendio, que el dirigente Alejandro Flores y su esposa "fallecieron juntos". "Él estuvo mucho tiempo trabajando con nosotros, era muy participativo, e imagínese, tanto trabajar por levantar este campamento, para que en cinco minutos desaparezca todo", lamentó, recordando, a su vez, que "fue uno de los que colaboró siempre por mejorar la población, un líder antiguo, que siempre se hizo presente".

María Tapia, otra emblemática dirigente de la población Manuel Bustos, lamentó la muerte de Alejandro Flores y su esposa, asegurando que hasta ayer, en la tarde, "no había más fallecidos en el campamento, pero que sí había desaparecidos".

A su juicio, no se trata de buscar "responsabilidades, porque sabemos que el incendio afectó a muchos otros sectores de Viña". Desde ahora, promete, lucharán por "levantar a la población Manuel Bustos, tal como lo hicimos en el 99, cuando comenzamos a instalarnos en este lugar".

Estado no nos escuchó

La dirigente Carolina Rojas, sin embargo, recordó que "esta tragedia fue advertida muchas veces a las autoridades, pedimos los cortafuegos, pedimos capacitación para la gente, pedimos medidas preventivas y, lamentablemente, no nos escucharon".

Hablamos de incendios que, cree, "han afectado tantas veces a esta región y ni las autoridades ni la comunidad hemos aprendido. El Estado nunca nos escuchó cuando dijimos que esto iba a pasar". Y es que para Rojas, "la comunidad del campamento Manuel Bustos está devastada, sin saber qué va pasar con nosotros".

Desastre en achupallas

Sumado al desastre en el otrora campamento Manuel Bustos, el panorama en el sector de Achupallas no fue distinto.

Un número incuantificable de casas por el suelo, cuerpos recién retirados de las viviendas y el llanto de quienes lo perdieron todo configuraban una escena catastrófica.

Una de las calles más afectadas fue Pablo de Rokha, a la altura del paradero 10 de Achupallas. Allí yacían los restos de la vivienda de Sergio Torres y su familia. "Esto es una pérdida total, aunque gracias a Dios no tuvimos vidas que lamentar", comentó.

Sin embargo, no tuvieron la misma suerte sus vecinos. Sólo en la calle Pablo de Rokha se contabilizaron tres muertos. "Una señora acaba de fallecer aquí en el pasaje. Una casa más abajo vivía un matrimonio de adultos mayores. Los encontramos a los dos abrazados", lamentó el vecino, visiblemente conmocionado.

Nancy Torres, otra de las residentes de la devastada calle, detalló que "el fuego partió desde abajo del cerro hacia arriba. Quedaron las casas todas en el suelo y mucha gente, lamentablemente, quedó calcinada en su casa".

Germán García, en tanto, relató los críticos momentos que se vivieron en la calle Carampangue: "El fuego partió en las lomas del Jardín Botánico y, sorry la palabra, pero a la chucha. De un momento a otro cayó ceniza prendida y de ahí comenzó a prender. Salió todo el mundo corriendo, llorando, arrancando con lo que podía pillar. Era una escena apocalíptica".

Emplazan a autoridades

A diferencia de Achupallas, en El Olivar el fuego actuó casi de manera selectiva, con diversos focos en toda la ladera. Uno de estos, arrasó con el Pasaje Río Cóndores, totalmente consumido por las llamas.

Susana Garay, vecina del pasaje, contó que con su hija estaban "en la casa y empezamos a ver el fuego en el Jardín Botánico. En eso llegó el viento y comenzaron a prender las casas. Fue todo de un minuto para otro y tuvimos que arrancar a la Villa Independencia". Ambas caminaron por más de una hora hacia dos copas de Esval, "que nos resguardaron del fuego; si no, nos quemamos en el camino", aseguró.

En su trayecto a la Villa Independencia se encontraron con un cuadro desolador.

"Había cuerpos, cuerpos de niños, de personas mayores. Fue terrible. Aquí no hay 10 fallecidos, acá hay muchos más", señaló.

Paola, cuya casa en la calle Río Frío también resultó calcinada, imploró por ayuda para El Olivar: "Necesitamos que el Gobierno se haga presente, que la alcaldesa venga in situ. En vez de hacer comités a puertas cerradas, ellos deberían estar delegando a toda su gente para que venga in situ".

Roberto Mena, exfuncionario de Carabineros y con cinco años de experiencia en Conaf, ha sido uno de los héroes anónimos que ha acudido en ayuda de los vecinos de El Olivar:

"Yo no conozco a nadie de acá, pero yo me pongo la camiseta por los vecinos. Esta es la demostración de que uno ama a Chile, ayudando a la gente sencilla, gente de trabajo. Ojalá que el Presidente Boric escuche este comentario y que se dé una vuelta por acá. La gente necesita ayuda, la gente aquí no tiene qué comer".

Indicó, además, que faltan manos para ayudar a los damnificados. "Necesitamos que los exuniformados vengan a El Olivar, que vayan a Miraflores. Acá hay muchos vecinos que necesitan ayuda para retirar sus escombros. Necesitamos que se pongan una mano en el corazón".

"Ni las autoridades ni la comunidad hemos aprendido. El Estado nunca nos escuchó cuando dijimos que esto iba a pasar".

Carolina Rojas, Dirigente de la población Manuel Bustos

"Había cuerpos, cuerpos de niños, de personas mayores. Fue terrible. Aquí no hay 10 fallecidos, acá hay muchos más".

Susana Garay, Damnificada de El Olivar

"Necesitamos que el Gobierno se haga presente, que la alcaldesa venga in situ, en vez de hacer comités a puertas cerradas".

Paola, Damnificada de El Olivar