Y así es como continúa la historia
Llamar a esta columnaEl día de la marmotaya sería unloopen sí mismo. Pero el destino ya está escrito porque ya lo hemos vivido.
En los próximos días volveremos a escuchar sobre la urgencia de la planificación territorial, las normativas constructivas y la educación ciudadana ante los nuevos escenarios de incendios y catástrofes potenciados por el cambio climático, mientras el trámite de las fichas FIBE entra en desesperantes cuellos de botella, la ayuda no llega a todos los afectados y el Gobierno termina entregando subsidios directos -ojalá que no sean las gift cards de Bachelet- a diestra y siniestra por la incapacidad estatal -no de éste, sino de cualquier Gobierno- de hacer frente a un desastre de estas características.
Luego seguirá un largo e intenso debate sobre la inconveniencia de reconstruir en sectores de alto riesgo, la necesidad de recuperar y regenerar los barrios y las zonas afectadas a través de una planificación estratégica e integral del territorio con perspectiva de mitigación y reducción del riesgo de desastre y de valor ambiental.
"Esto no puede volver a ocurrir", sentenciará una alta autoridad de Gobierno, en tanto la oposición dará lecciones para que otros hagan lo que ellos nunca hicieron cuando estaban en el poder.
En Viña del Mar, Villa Alemana y Quilpué el sello de Gabriel Boric estará puesto en las familias y la comunidad, intentando recomponer el tejido social, dar contención sicológica, acciones educativas y supuestas coordinaciones público-privadas entre el Gobierno (acaso el Ministerio de Desarrollo Social) a través de la Ley de Donaciones y un "inédito" fondo mixto.
Si la plata no se desvanece en convenios con fundaciones como ocurrió con la anterior encargada del último incendio en Viña, se levantarán algunas casas y se inaugurarán, una a una, con gran fanfarria, pero no se completará la reconstrucción en su totalidad, tal como no se completó la anterior.
A alguien, o a más de alguien, el titubeo ante la tragedia le costará el cargo o la reelección (tal como le ocurrió al intendente Ricardo Bravo o al alcalde Jorge Castro). Otros se llenarán la boca hablando de cambio climático, inmobiliarias y derechos de agua.
Finalmente, una nueva catástrofe u otra crisis sacará a la zona de las portadas y todo volverá a comenzar tal como empezó: con una pavesa cruzando la calle.