Correo
Eugenio Carramiñana
Su papá le dijo: "Ponte ahí para sacarte una foto". El niño se puso un cuchillo en la boca y se subió a un árbol. Ese niño creció, venía con un talento innato: el relato oral. Ese talento no se aprende en ningún lado, pero se va puliendo con los años en los mesones de los emporios, de los bares, en los mesones de las oficinas, los salones de baile, en la feria de las pulgas, en la cárcel, también al aire libre en las altas montañas.
Ese niño creció y vivió hasta los 94 años. Cuando iba en el minuto 90 de su vida, ese relato oral quedó registrado en el libro "Valparaíso de Noche y las siete vidas de Eugenio Carramiñana". Como todo relato oral, él no escribió nada. Su voz quedó grabada y luego editada en un papel, en un libro. Como todo relato oral, usa la primera persona, pero en el fondo está relatando la vida de su época, el Valparaíso de los últimos 100 años.
Eugenio Carramiñana vivió hasta el minuto 94, los últimos 4 disfrutó que ese libro existiera. La hizo. El que menos se pensaba de su generación escribió esta historia sin historiadores, así como el Valparaíso de la Av. Cintura para arriba es la ciudad de la arquitectura sin arquitectos. Como todo relato oral, la memoria está intacta, el humor negro tiñe cada una de sus historias, transita entre lo legal y lo ilegal, de lo moral a lo amoral. No es políticamente correcto, es decir, es pura autenticidad.
El alma se va, el cuerpo vuelve a la tierra, sólo queda la memoria. Todo lo que le pasó a ese niño subido en el árbol hasta llegar a ese señor sentado en su oficina rodeado por sus recuerdos está ahí, en su libro maravilloso. Para él, ese libro lo escribí yo; para mí, ese libro lo escribió él. No hay ego, no hay mácula. Según él, y se lo decía a quienes le compraban el libro, lo mejor del libro era el texto de la contratapa que escribió la editora Marcela Küpfer, de Narrativa Punto Aparte. La tarea la hicimos entre los tres, más su nieto Pablo, que se encargó del material fotográfico. En Valparaíso casi todo se pierde, pero Carramiñana no se perdió.
Gonzalo Ilabaca
Planificación y gestión
Tras los incendios forestales que afectaron a la zona centro-sur del país, queda en evidencia la importancia de una buena planificación y una gestión de riesgos eficiente. Esto es tremendamente importante y las autoridades así debieran entenderlo, porque desastres como incendios forestales pueden tener consecuencias devastadoras, tanto a nivel ambiental como humano. Una buena planificación de crisis involucra la identificación, análisis y evaluación de los peligros relacionados, así como la implementación de medidas de mitigación y control. Esta labor se basa en la recopilación de datos e información precisa sobre los diferentes factores que pueden contribuir a la propagación, en este caso de incendios, como el clima, la topografía y la vegetación.
A su vez, dentro de los aspectos más importantes de la gestión de riesgos tenemos la concienciación y educación de la población. Es esencial que las personas estén informadas sobre las medidas preventivas que deben tomar para evitar la ocurrencia de incendios forestales, así como sobre los protocolos de actuación en caso de emergencia.
Es fundamental contar con equipos de respuesta capaces de actuar de manera rápida y eficiente ante la aparición de incendios forestales, mandatados por liderazgos, de preferencia en terreno; o si están remotos, que tengan la mayor información disponible para tomar las mejores decisiones.
Rodrigo Durán Guzmán
Combate de incendios
Hace 60 años, yo tenía 4 años de edad y me entretenía mirando desde la casa de mi abuelo, en Recreo, cómo los aviones llamados Canso, que parece que eran arrendados a Canadá, amarizaban cada cierto rato, para abastecerse de muchos litros de agua y llevarla a distintos incendios que surgían en los cerros de Valparaíso y Viña en esos años. Hacían muchos vuelos y apagaban los incendios.
Hoy, 60 años después, me parece increíble que se queme Viña del Mar y no se ocupe el agua de mar para apagar los incendios y se gaste la poca y valiosa agua potable para ello.
Parece que no avanzamos, sino que retrocedemos.
José Madrid Barros
Gestión gubernamental
Estado de excepción permanente en zonas de la macrozona sur, apoyo incondicional a Carabineros, anuncio de reunión del Cosena, revocación de pensiones a "héroes" de la primera línea. ¿Maduró la federación de estudiantes y sopesó la realidad versus idealismo?
Anthony Covarrubias Castro
Perspectiva
Un Presidente puede dedicarse a habilitar caletas pesqueras con perspectiva de género, pero sería preferible un Presidente que solucione los problemas del país con "caleta" de perspectiva de liderazgo.
José Luis Hernández Vidal
Conciertos de Verano
Terminando enero, y luego de asistir recientemente a una masiva presentación de la convocante Cantata Carmina Burana en la plaza Baquedano de Santiago, a cargo de la Sinfónica Nacional y Coro Sinfónico de la Universidad de Chile, imposible rememorar los emblemáticos Conciertos de Verano en la Quinta Vergara de Viña del Mar.
Como viñamarino de nacimiento y hasta hace poco viviendo en aquella comuna, fui testigo por 20 años ininterrumpidos de dichas presentaciones (con asistencia promedio sobre las 10 mil personas), impulsadas con certera visión por el maestro Fernando Rosas, a través de Fundación Beethoven. Y antes, por muchos años, lideradas por Izidor Handler, junto a la entonces Orquesta Sinfónica de Viña del Mar, conjunto profesional estable de la comuna, hoy en día inexistente…
Es muy lamentable que las actuales autoridades edilicias se hayan desentendido de una instancia genuinamente cultural y masiva como los Conciertos de Verano a lo largo de todo enero, privilegiando un sesgado impulso a otro tipo de manifestaciones masivas en el emblemático y multifuncional espacio de la Quinta Vergara, antaño con tradición de albergar una amplia gama de espectáculos, muchos de ellos de indiscutido valor cultural.
Jaime Torres Gómez