"Esperamos un nivel de shock que, sin duda, va a tener repercusiones"
La tragedia humana que han provocado los incendios en Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana, no sólo significa que "estamos frente a una crisis de gravedad", sino también, y gracias a la investigación con la que se cuenta, se sabe que "tiene efectos directos sobre la salud física y mental de la población", asegura Carlos Varas Alfaro, director de la Escuela de Psicología de la Universidad de Valparaíso.
"Dadas las características específicas de este mega incendio, sin duda, se van a presentar distintos tipos de efectos y consecuencias en la población, y estos efectos y consecuencias van a ser diferentes de acuerdo a la particularidad de la experiencia vivida y también las condiciones de salud física y mental previa", acota.
- ¿Qué es lo que pasa con las personas que han vivido esta catástrofe, sobre todo, las que han perdido a sus familiares?
- Es una de las situaciones de estrés ambiental, tal vez, más terrible que podamos vivir. Creo que aquí estamos frente a una situación en la cual el evento que ocurre es tan dramático, tan terrible, que tenemos la habilidad y la capacidad para poder imaginar y sentir lo que las personas cercanas pudieron haber sentido en ese minuto. Por lo tanto, la experiencia es muy intensa y se puede transformar, efectivamente, en un cuadro de estrés agudo o de estrés postraumático, por el simple hecho de imaginar lo que la otra persona pudo haber vivido. El estrés postraumático no solamente se genera por el hecho de vivir uno directamente una experiencia de horror, sino que también ser testigo de ella o incluso imaginarla. (...) Por lo tanto, es importante que las personas revisen su condición.
- ¿Cuáles son los síntomas del estrés postraumático?
- Existen distintos tipos de síntomas y que son tanto de índole cognitivo, como biológico, afectivo y conductual. A nivel biológico las personas pueden comenzar a experimentar una sensación de hiperalerta a cualquier estímulo que se pudiese parecer a la situación vivida, por ejemplo, sirenas. Cualquier sirena puede volver a activar una sensación de terror y angustia dada la situación prolongada que vivió la gente. Todas esas estimulaciones quedan de alguna manera grabadas, por decirlo de alguna forma, en nuestro cerebro, en nuestras zonas de memoria y en nuestras reacciones y, por lo tanto, el cuerpo reacciona tratando de protegerse de una eventualidad similar y es normal que las personas vuelvan a experimentar sensaciones de horror y terror. El no poder dormir tranquilo o no poder conciliar el sueño, porque estamos en un estado de alerta constante. El hecho de evitar y querer evitar, ahí viene lo conductual, cualquier situación que me pueda recordar la experiencia vivida. Las personas también pueden presentar a nivel afectivo mucha angustia, mucho temor, intranquilidad, irritabilidad. No es raro que las personas estén más irritables, porque están absolutamente alteradas en su sistema nervioso.
- Y también hay rabia.
- Sabemos de la rabia histórica respecto de las condiciones que existen para poder prevenir y para poder responder oportunamente a un incendio, por tanto, ahí ya hay una irritabilidad social histórica vinculada a esta situación; y hoy día se acrecienta con otro elemento que es esta alternativa, que todavía esperamos certificaciones mayores, de que esto efectivamente sea intencional. Esto está generando mucha más rabia en la población, mayor desesperación y angustia, que es otro carácter del estrés postraumático. El estrés postraumático tiene distintos tipos de intensidad, de acuerdo con los estudios, dependiendo de tipo de estímulo y sabemos que las situaciones catastróficas provocadas por otros tienen un nivel mayor de incidencia en la manifestación de éste. Una cosa es la experimentación de algo natural, que es igual de terrible, pero lo es más cuando otro ser humano lo provoca, y genera mayor desconfianza e irritabilidad social.
- En este contexto, el estar pendientes de posibles nuevos focos de incendio provocados, ¿es parte de lo mismo?
- Dado que se instala en la población la idea, y tal vez la veracidad, de que hay gente que está haciendo esto intencionalmente, por supuesto que la población responde agenciándose (N.R. control en el inicio o generación de una acción propia), y produciendo algún tipo de respuesta frente a una situación que es provocada. Hoy día las personas están respondiendo a cuidar lo que les queda, a proteger sus territorios frente al saqueo, frente al robo y también protegiendo a toda la población, mirando cerros y viendo si hay alguna persona que esté generando algún tipo de acción intencional. Creo que eso es una buena respuesta, una buena forma de sentir que estamos pudiendo tener algún tipo de control en una situación que ha sido tan intensamente catastrófica.
- ¿Puede haber también un sentimiento de culpabilidad en aquellas personas que no pudieron salvar a sus familiares?
- Esto también va a repercutir emocional y afectivamente en la manifestación de mucha culpa, no habiéndola seguramente. Todos han querido generar respuestas lo más adecuadas posibles para salvar a sus seres queridos, pero la situación es tan rápida, la angustia es tan tremenda, que no se alcanza. Sin embargo, siempre nos quedamos con una sensación de haber podido haber hecho algo más y eso va instalando un sentimiento de culpa que también va agravando la condición de salud mental y física a las personas.
- ¿Cómo se puede contener a aquellas personas que tuvieron que cuidar los cuerpos de sus familiares mientras esperaban que los fueran a buscar?
-El ser humano tiene la capacidad para responder a situaciones bien extremas. El ser humano se activa, responde y busca maneras de salir adelante frente a una situación tan dramática (...). El problema viene después, una vez que ya bajamos el nivel de activación, el nivel de alerta y empezamos a contactarnos con toda esta experiencia de vida y con todo lo que queda por resolver. Entonces, tenemos que estar muy alertas a las primeras manifestaciones que se pueden ir generando.
- ¿Cuáles?
- Las respuestas son diversas, van a depender mucho del tipo de experiencia vivida, o sea, personas que perdieron familiares y estaban ahí, o que perdieron mascotas, sus casas; encontraron el cuerpo de sus familiares o personas que tienen sus seres queridos aún extraviados; o aquellas que están haciendo fila para reconocer el cuerpo. Es decir, son distintos tipos de situaciones, todas tremendas y evidentemente esperamos ahí un nivel de shock, de impacto emocional que, sin duda, va a tener repercusiones.
- ¿Van a ser inmediatas?
- Las vamos a ir viendo gradualmente. Las personas van a ir presentando distintos tipos de reacción. Y es normal que las personas estén con mucho impacto en términos de no poder dormir, con llanto, con mucha angustia y con mucha rabia. Algunas personas tienen respuestas de aplanamiento efectivo, abatidas, sin poder reaccionar a ningún tipo de estimulación o una franca depresión. Por lo tanto, tenemos que estar alertas a distintos tipos de manifestación. Creo que es importante que las personas empiecen a pensar en ir a los centros de acopio y albergues, donde hay voluntarios y voluntarias, tanto de salud general como de salud mental, para que también exista un primer apoyo psicológico. En situaciones de catástrofe se recomiendan los primeros auxilios psicológicos como primera respuesta y es importante que se den la oportunidad de poder hablar de la experiencia, quienes sientan ganas de hablar. Hay que dar tiempo a aquellas personas que se resguardan y que sienten que no es el minuto aún. Es importante que luego, entonces, acudan a sus centros de atención cercano, no solamente para atenderse con especialistas de salud mental, sino que también en salud física, porque las condiciones crónicas se van a empeorar también a causa de estos niveles de angustia, de estrés, tan intensos. Y tener un espacio de habla con especialistas, de manera que vayamos viendo la sintomatología y podamos orientar a la población sobre cuáles son las mejores formas de ir ajustándose y adaptándose a lo que viene, que todavía se viene largo.
- Dice que no todos los tiempos de las personas son iguales. ¿Puede que en uno o dos años podamos ver las manifestaciones que usted menciona?
- De todas maneras. Yo creo que aquí, dadas las características de la catástrofe (...) y además del largo proceso de recuperación, de restaurar la propia vivienda, la protección, la seguridad, es muy extendido el período de ajuste y de recuperación de la normalidad, por decirlo de alguna manera. Claramente, las manifestaciones pueden ser de larga data, y de bastante larga data. Hay personas que van a empezar a manifestar consecuencias posteriormente, y también hay personas que van a necesitar tiempo de aislamiento, no van a querer conversar inicialmente. Eventualmente, es importante que lo hagan (...). Hay muchas personas que no elaboran adecuadamente estas experiencias, y eso puede prolongar la condición de salud mental. Por eso es importante que, en algún minuto, las personas sí tengan algún tipo de asesoría, y se pueda evaluar la condición mental en la que se encuentran. 2
Es normal que las personas estén con mucho impacto en términos de no poder dormir, con llanto, con mucha angustia y con mucha rabia. (...) Tenemos que estar alertas a distintos tipos de manifestación".
Flor Arbulú Aguilera
flor.arbulu@mercuriovalpo.cl
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Considera importante recibir apoyo psicológico ya sea en este momento o más adelante,