"Nosotros estamos luchando por tener una casa del handball chileno"
El balonmano es uno de los deportes que más réditos le ha dado a Chile en las últimas décadas. Esteban Salinas, oriundo de Viña del Mar, ha sido parte de la generación dorada criolla y ahora, a sus 32 años, fue parte del plantel que hace unas semanas logró clasificarse al Mundial de 2025, a disputarse en Croacia, Dinamarca y Noruega.
Radicado en España hace una década, el deportista nacional es actual jugador del Bidasoa Irún, equipo que se ubica en el segundo lugar de la Liga Asobal, la máxima competición del país ibérico.
Lejos de su hogar, Salinas aún tiene familia en la Ciudad Jardín, quienes, afortunadamente, no fueron afectados por los devastadores incendios del 3 y 4 de febrero.
"La mayoría de mi familia es de Recreo y otra parte es de Belloto, de la parte más céntrica, entonces estuvieron alejados del peligro. Obviamente me preocupé mucho, porque lo que pasó no es normal", comenta el pívot nacional.
- Hace tres semanas lograron una histórica clasificación al Mundial por octava vez consecutiva. ¿Qué significa para usted hacerse, otra vez, con un puesto en la Copa del Mundo?
- Es muy importante para nosotros porque se evidencia que como Federación de Balonmano y como deportistas estamos haciendo bien las cosas. No es casualidad que con este trabajo estemos clasificando por octava vez consecutiva al Mundial adulto. Como equipo esto era lo mínimo que queríamos conseguir, un tercer lugar, que es medio mentiroso porque empatamos en puntos con Argentina, que por diferencia de goles quedaron segundos.
- En el Torneo Sur-Centroamericano ganaron tres de los cinco partidos y pudieron empatar con Argentina, una potencia en el balonmano del continente. ¿Cómo vio el nivel del grupo?
- Súper bien. La verdad es que tenemos un conjunto de 16 o 18 jugadores que van a la selección y que tenemos muy buena convivencia. Eso se nota en la cancha, nos podemos decir todas las cosas en la cara y solucionar los problemas hablando. También el torneo era difícil porque era el primero sin Emil (Feuchtmann), que era el central del equipo, pero los jugadores que han ocupado ese lugar han estado muy bien y poco a poco van mejorando su nivel en esa parte de la cancha, donde se manda el juego.
- El Mundial está a menos de un año, ¿han conversado sobre el proceso de preparación?
- Nosotros nos movemos en base a lo que diga la selección. En un mes y medio hay un parón de selecciones de una semana a nivel mundial, porque se juegan los preolímpicos. Creo que ahí, como nosotros no pudimos clasificar, quieren hacer una minigira por España, pero nada confirmado. También en junio la idea es ir a alguna ciudad de Chile para masificar el balonmano, como lo hicimos el año pasado en Punta Arenas. En diciembre, a fin de año, siempre se hace una gira previa al mundial que dura 22 días, todavía no sabemos dónde se va a hacer, pero seguramente sea en Europa.
- El año pasado también consiguieron el bronce en los Juegos Panamericanos, cuarto podio consecutivo, con un recambio generacional. ¿Cómo ve el desarrollo del balonmano nacional?
- Al final hay gente que no ve cosas y piensa que el tercer lugar no es tan meritorio. Esos resultados entregan la beca Prodarr, que le permite a los jugadores tener una estabilidad para dedicarse al deporte a tiempo completo, eso es muy importante para el crecimiento del handball.
- El tema de la infraestructura deportiva en el país, también, es complejo. Al balonmano le tocó la peor situación con el gimnasio Polideportivo de Viña del Mar en Santiago 2023. ¿Qué opina de los espacios disponibles para practicar handball en la región y en el resto del país?
- Es lamentable, porque yo tengo varios amigos que están en Chile y a raíz de los Panamericanos se tuvo que parar el balonmano porque no había canchas para jugar. Se supone que estaban arreglando las goteras, pero yo llevo jugando desde los 13 años en el Polideportivo y siempre han estado, entonces me pregunto qué estaban reparando. De qué sirvió parar el handball a nivel país por una infraestructura que no nos va a quedar. Por eso nosotros estamos luchando por tener una casa del handball chileno, que creo que es algo que este deporte se merece, por los méritos que hemos tenido.
- A nivel personal, ¿cómo proyecta su año deportivo?
- Ahora con mi equipo vamos segundos en la liga española (Asobal). La meta ahora, de acá a junio, cuando termina la temporada, es quedar segundos y clasificar a Europa League. Ese es nuestro principal objetivo, pero también queremos luchar por llegar a la fase final de la Copa del Rey, que es muy importante dentro de España.
- El año pasado cambió de equipo tras estar 3 años en Granollers. ¿Cómo evalúa esta nueva etapa en Bidasoa?
- Muy bien. El año con Granollers fue el mejor de mi carrera a nivel deportivo. Llegamos a la final de la Europa League y fue increíble. Éramos un equipo modesto, pero fuera de todo pronóstico llegamos a la instancia definitiva. Se cuajó un gran grupo con un muy buen entrenador y coincidieron muchas cosas para tener esa gran temporada. En Bidasoa ya estuve hace 4 años, fue como volver a mi segunda casa, acá están mi hermano y mi novia.
- Ahora vuelve a compartir equipo con su hermano Rodrigo. ¿Cómo es esa experiencia?
- Llevamos tantos años juntos en la selección que ya es casi natural. Además de ser hermanos, somos amigos, compartimos los mismos intereses y grupo de amistades. La conexión en el campo es muy fluida, a veces no lo tengo que ni mirar y ya sé lo que él va a hacer o a dónde se va mover. Eso al final es muy bueno para el equipo.
- ¿Cómo perfila su vida para la etapa que viene después del retiro como deportista profesional?
- Cada vez me va gustando más la idea de ser entrenador y lo veo más válido con el paso del tiempo. Con los años uno va viendo situaciones de juego distintas, entonces ahí me visualizo como entrenador. Con el tiempo que llevo en la liga Asobal y con mis partidos con la selección chilena, puedo ir directamente a los cursos de entrenador de la fase nacional, que duran cuatro meses.
"No es casualidad que con este trabajo estemos clasificando por octava vez consecutiva al Mundial adulto".
"(La falta de infraestructura) es lamentable. En Chile a raíz de los Panamericanos se tuvo que parar el balonmano porque no había canchas".
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