LA TRIBUNA DEL LECTOR Final de partida
POR FERNÁN RIOSECO, ACADÉMICO DE LA UNIVERSIDAD DE VALPARAÍSO
En enero de 2010 la revista Nature pidió a un grupo de científicos que pensara el futuro de la humanidad en un horizonte de diez años. Mientras todos los especialistas auguraban un porvenir de continuo progreso, la única voz disidente fue la de Peter Turchin, un biólogo estadounidense de origen ruso, quien vaticinó una década a partir de 2020 caracterizada por graves conflictos sociales y políticos a escala planetaria, y un futuro más bien oscuro para nuestra especie.
La idea de Turchin no es nueva, pero sí lo es el método que utiliza. La pretensión de hallar ciclos o patrones que se repetirían con cierta regularidad en la Historia viene desde antiguo hasta llegar a pensadores modernos como Toynbee, Kondratiev, Polanyi y Arrighi. La originalidad de Turchin consiste en combinar modelos matemáticos, análisis de datos y la teoría demográfica estructural, para predecir el auge y decadencia de las sociedades humanas desde hace 10.000 años a la fecha. A esta nueva disciplina Turchin la llama cliodinámica (por Clío, la musa griega de la historia).
Todas estas ideas son desarrolladas en su último libro: Final de partida. Élites, contraélites y el camino a la desintegración política (Turchin, 2024), que se puede leer como una historia de suspenso o, más exactamente, de terror, a menos que hagamos algo para evitar la repetición de ciclos que en el pasado han conducido a profundas crisis sociales y políticas, y a sangrientas revoluciones, contrarrevoluciones y guerras civiles.
La tesis central de Turchin es simple. Todas las sociedades humanas que alcanzan un cierto nivel de complejidad pasan por etapas de auge y decadencia, que están determinadas por cuatro factores fundamentales: la sobreproducción de élites, la pauperización del pueblo, la falta de legitimidad estatal, y los desastres geopolíticos.
Sin embargo, el factor determinante del caos social es la sobreproducción de élites. Este fenómeno se da cuando los aspirantes a la élite superan con creces los puestos efectivamente disponibles en la élite. La sobreproducción de élites unida al empobrecimiento popular es, según Turchin, la combinación explosiva que conduce al desastre. La buena noticia es que podemos aprender de los errores del pasado y negociar de buena fe condiciones favorables, tanto para el pueblo como para la élite. Una especie de nuevo pacto social; un new deal que deje contentos a todos, al menos por unas décadas.
Luego de leer el libro, tengo varias objeciones que hacer a la teoría de Turchin. Sin embargo, cuando repaso la historia de Chile de los siglos XIX y XX, un sudor frío recorre mi espalda: la década de 1820 se cerró con la guerra civil de 1829, y la de 1920 vio el "ruido de sables" en 1924 y el golpe de Estado de 1925. En ambos casos una nueva Constitución surgió de la inestabilidad social y política.
¿Qué nos deparará esta década? Sinceramente, espero que Turchin se equivoque. El tiempo lo dirá.