Un gerente para la reconstrucción
Desde distintos sectores presionan al Gobierno para que nombre a la persona encargada de liderar el proceso que viene. El atraso en esta designación genera incertidumbre en los damnificados y deja a las autoridades regionales sin un interlocutor para procesos venideros.
En la medida que avanzan los días y la energía puesta en el combate del megaincendio desatado el 2 de febrero y sus terribles consecuencias comienza a disiparse, para dar paso a los desafíos de la reconstrucción, surgen dudas ya no solo sobre las estrategias aplicadas por el Gobierno para organizar las ayudas de largo plazo, sino sobre las capacidades mismas del Estado para responder en forma y tiempo adecuado ante una catástrofe de dimensiones inéditas en Viña del Mar. La falta de claridad sobre qué personero asumirá el liderazgo a partir de las próximas semanas -se habla de un PS o un PPD-, cuando los ministros encargados de la primera etapa retomen sus labores habituales, profundiza la sensación de incertidumbre en los damnificados y descoloca al resto de las autoridades regionales, que no sabe con quién canalizar las inquietudes y procesos venideros. Los mensajes públicos hechos en los últimos días por las alcaldesas de Viña, Macarena Ripamonti, y Quilpué, Valeria Melipillán, responden justamente a la falta de un interlocutor claro para discutir temas como el financiamiento de las tareas de demolición o la coordinación de las fichas de emergencia en el Senapred.
En esta etapa es inevitable hacer un paralelo con el plan de reconstrucción tras el megaincendio de Valparaíso en 2014 -cuyo impacto material y en vidas fue radicalmente inferior al desastre de hoy-, cuando el Gobierno de Michelle Bachelet nombró al abogado PS Andrés Silva, para asumir la tarea de diseñar un plan que uniera componente habitacional con recuperación de infraestructura pública. A diez años de ese proceso, vale la pena poner sobre la mesa sus aciertos y fallas, para evitar que el gerente técnico que asuma labores en Viña del Mar, Quilpué y Villa Alemana se enfrente a la misma falta de apoyo y obstáculos burocráticos que luego reclamó Silva cuando los compromisos asumidos comenzaron a alejarse.