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Como era frecuente en las ediciones de hace 20 años, la quinta jornada del Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar tuvo su "noche chilena". Para ello, los escogidos fueron Los Bunkers, la banda de rock penquista que volvió a tocar después de una pausa de ocho años; y el humor de Sergio Freire en su regreso tras su brillante debut en 2018.
Un multiverso que ellos mismos retrataron en una foto que subió el comediante en que recrean el meme de Spiderman, y con el que bromeó en su rutinaFreire, diciendo que estaba cansado porque había estado cantando anteriormente. Una noche que se coronaba con el sonido urbano de Young Cister, exponente urbano de la escena nacional que tenía una gran fanaticada en la Quinta Vergara.
La magia del rock
Desde el anuncio de su regreso en mayo de 2022, Los Bunkers fueron seducidos para volver a la Quinta Vergara. Un pequeño adelanto fue su fugaz aparición con Fabrizio Copano en Viña 2023, pero anoche había que demostrar que 12 años de espera no fueron en vano.
Luego de transmitir vía Instagram su caminata al escenario, los primeros acordes de "Miño" dejaron en claro que la maquinaria musical de Álvaro y Gonzalo López, y Francisco y Mauricio Durán estaba intacta.
Incluso, la ausencia de Mauricio Basualto en la batería, producto de problemas de salud en un concierto de su gira nacional en Iquique, no se notó. La participación de Cancamusa, eximia baterista que trabajó -entre otros- con Mon Laferte, además de llevar su carrera como solista, imprimió la potencia necesaria para un reencuentro muy esperado.
La emoción vino de golpe con su versión de "Ángel para un final". En palabras de Mauricio Durán, el tema de Silvio Rodríguez se presentó como "una luz de esperanza" para Viña del Mar, después de los incendios forestales; que se suma a su resignificación como homenaje a las personas que ya no están, en especial desde septiembre de 2011 con la muerte de Felipe Camiroaga, que fue recordado en redes sociales.
Con el paso de los minutos, la Quinta se entregó completamente a Los Bunkers, y ellos también lo hicieron, con el inesperado piquito de Álvaro López y Francisco Durán.
En "Calles de Talcahuano", de su último disco, apareció en escena Illapu. El conjunto liderado por Roberto Márquez los acompañó con los acordes de "Baila caporal", que fue la base musical de esta evocación a la ciudad puerto del Biobío, importante en la historia del grupo.
El segundo invitado de la noche fue Kidd Voodoo. Con él cantaron "Nada nuevo bajo el sol", en una colaboración que se gestó en su participación en "La Junta", el espacio digital de Julio César Rodríguez, y que emocionó profundamente al artista urbano.
Con un llamado de Álvaro López a que "hayan más noches chilenas", y más representación nacional en el resto de las jornadas, la actuación avanzó con "No me hables de sufrir" y "Bailando solo" -con un juego de luces sobre la galería- antecedieron la entrega de la gaviota de plata, pedida apenas comenzó el espectáculo.
El cierre vino con "Canción para mañana", "Ven aquí", la pausa para la gaviota de oro y -luego de bromear con el pedido de la gaviota de platino por el Monstruo- "El necio" y "Llueve sobre la ciudad".
Sergio freire
Horas antes de salir a escena, Sergio Freire recreó con los penquistas el famoso meme de los tres Hombres Araña, por su chiste de 2018.
Ya en el escenario, con un cuerpo de baile simulando una llegada en limusina, Freire comenzó su show diciendo que volvía "en un nuevo gobierno municipal. Cuando vine por primera vez estaba Virginia Reginato". Acto seguido cayeron sonoras pifias a la exalcaldesa, mientras el comediante se quejaba de que "no tenían plata" para pagar su actuación.
Habló, entre otras cosas, del crecimiento de su hijo de 6 años, y la vez que lo llevó a una marcha en el estallido social de 2019 y se puso a llorar. "Me dio pena saber que tengo un hijo facho", remató.
El comediante también se refirió a la incomodidad que siente cuando visita a un amigo con problemas de pareja y dio "30 segundos de democracia" para que el Monstruo se expresara sobre Gabriel Boric.
Más tarde, llegaron sus excompañeros del Club de la Comedia, Juan Pablo Flores y Rodrigo Salinas, como dueños de la inmobiliaria que construyó el edificio Kandinsky o "Socavón". "Deberían pedir disculpas", dijo Freire, a lo que ellos consideraron que era "salvaje", y luego mostrar nuevos proyectos. Rutina firme, pero sin llegar a las carcajadas sonoras de 2018, aunque merecedora de ambas gaviotas.