Ley Lafkenche

Bajo el argumento de que nuestras miserias serían resultado de los procesos de colonización impulsados por países europeos desde el siglo XVI, se ha desarrollado una ideología que plantea la recuperación territorial y el rescate de las múltiples cosmovisiones silenciadas por la jerarquía colonial establecida por la racionalidad occidental moderna.

Sólo desde tal mirada se explican leyes como la llamada Ley Lafkenche, que según informaron medios, podría haber permitido la entrega de más de 600 mil hectáreas de territorio marítimo a dos comunidades indígenas, donde más del 80% tiene uso preferente para actividades como la acuicultura y la extracción de recursos bentónicos.

Esta curiosa ley busca preservar usos y costumbres consuetudinarias por encima de lo que ha sido el devenir económico de las distintas localidades de nuestro país, entregando por tiempo indefinido la administración del denominado "Espacio Costero Marítimo de los Pueblos Originarios" (ECMPO) según usos de hace ¿100 ó 500 años?, como si acaso los pueblos originarios constituyeran realidades inalterables que no saben de asimilación o mestizaje con otras culturas y pueblos, en un claro tinte reaccionario y antidemocrático que va contra la dinámica de la evolución social y rompe el principio de igualdad, beneficiando a unos pocos en desmedro del bien común.

El problema de la Ley Lafkenche es querer recoger como fundamento normativo el argumento étnico en vez de la razón cívica y sustituir la realidad del presente invocando un pasado mítico, reemplazando la comunidad de todos por la exclusiva de algunos y permitiendo a ciertos grupos, que son sólo una parcela del pueblo al que dicen pertenecer, imponer el derecho de estos sobre el resto de los chilenos.

Rodrigo Díaz Yubero

Reforma previsional

La reforma previsional no arreglará el problema de las lagunas previsionales. Tampoco cómo mantener jubilados viviendo cada vez más años y jubilando a la misma edad de siempre. Tampoco la informalidad, incentivada por la Pensión Garantizada Universal, que permite recibir una pensión sin cotizar (en países avanzados a los independientes se les obliga mediante mil formas a estar cotizando para obtener cualquier beneficio del Estado; acá no se obliga a nadie y, por supuesto, tampoco nuestros diputados se devanan los sesos para imaginar cómo hacerlo). En resumen, dicen los que saben, con la reforma sólo podría aumentar en algo las pensiones de los que igual cotizan toda su vida laboral, que son los menos.

Pero algunos de nuestros diputados están felices porque van a crear el autopréstamo, el cual, según la Superintendencia, es completamente inútil para mejorar las pensiones y no debiera distraer ni un minuto los esfuerzos para lograr el único objetivo: mejores pensiones. Es decir, nuestro pequeño y limitado Frankenstein previsional va a servir para otras cosas, no para mejorar las pensiones. El autopréstamo se supone que va a llevar algunos votos a nuestros diputados y, de paso, será la semilla que con el tiempo y otros populistas adicionales, se transformará en un nuevo y nefasto retiro de fondos.

José Luis Hernández Vidal

Funcionamiento de los SLEP

Ad portas de dar inicio al año escolar, me resulta preocupante, por decir lo menos, la situación que se presenta en la Región de Atacama, donde desde el año pasado la comunidad escolar ha reclamado por una serie de deficiencias estructurales y operacionales, lo que originó un paro con importantes consecuencias negativas en la formación escolar y que sólo se salvó al comprometerse el Gobierno a generar las soluciones antes del inicio escolar 2024.

Estando a punto de vencerse el plazo, la realidad muestra un avance insatisfactorio que hace improbable el inicio de clases.

Una vez más el Estado resuelve mal una situación de particular sensibilidad, reflejando que la creación de los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) fue más de lo mismo e incluso peor. Aferrarse a ideologías ciega a los tomadores de decisiones y los perjudicados son los mismos de siempre.

Jorge Vidal Stuardo

Venezuela

Por muchos años, Venezuela ha enfrentado una grave crisis social, económica, política, violencia, inflación, salud, pobreza, hambre y aumento de la delincuencia. Desde abril 2014 en adelante, se producen las protestas en todo el país. El 16 septiembre 2020, la Misión de la ONU manifestó que las autoridades y fuerzas de seguridad venezolanas han planificado y ejecutado desde 2014 graves violaciones a los derechos humanos, algunas de las cuales, incluidas ejecuciones arbitrarias y el uso sistemático de la tortura, constituyen "crímenes de lesa humanidad".

Según la Agencia de la ONU para los refugiados, "más de 7,7 millones de personas han salido de Venezuela buscando protección y una vida mejor". La situación venezolana ha producido inseguridad en los países latinoamericanos.

Derico Cofré Catril

Riesgo latente

Las amenazas nucleares y las afirmaciones de "la destrucción de toda la civilización" por parte de Vladímir Putin, en el contexto del apoyo de Occidente a Ucrania, denotan un preocupante rasgo sociópata e individualista por parte del líder del Kremlin, digno de una película de terror.

Estas declaraciones tensionan aún más el clima geopolítico mundial, llegando a niveles de tensiones históricas como la crisis de los misiles de 1962. Al parecer, a Putin no le basta con ser un autócrata, perpetuado en el poder desde hace más de veinte años en Rusia, erradicando cualquier tipo de oposición -incluso hasta la muerte, como lo atestigua el deceso de Alexéi Navalni- que se atreva a tumbar su poder.

Con las declaraciones de Putin queda más que claro que es un hombre que no dará tregua ni doblegará sus decisiones y está dispuesto a hacer lo que sea para lograr sus pretensiones, afirmando que nada ni nadie lo detendrán. Para nosotros, los occidentales, esto es un verdadero calvario, porque nos repetimos una sola pregunta: ¿quién podrá detener a un tirano como Putin?

Felipe Jara J. Fundación para el Progreso

Hace 50 años, El Mercurio de Valparaíso informaba: "TOKIO, (AP).- Yoshio Misaki vio salir el Sol por el Occidente desde el puente de un barco atunero, en el Pacífico Sur hace 20 años. 'Fue una experiencia que no puedo olvidar', dijo al recordar la prueba de la Bomba de Hidrógeno que regó de cenizas de radioactividad el barco 'Dragón Afortunado' el día 1 de marzo de 1954. Misaki, que tiene ahora 48 años, era el capitán de la nave que navegaba a 130 kilómetros, frente al Atolón de Bikini. Él y sus hombres no se dieron cuenta que eran los primeros seres humanos víctimas de la lluvia radioactiva de una Bomba de Hidrógeno. 'Hubo un gran ruido, parecido a una avalancha; después apareció en el horizonte una bola de fuego multicolor. Era como un amanecer, pero era demasiado temprano aún. Luego, una nube oscura se extendió por el cielo y vino un viento'. Agregó Misaki que 'tres horas después empezaron a caer pequeñas partículas de ceniza blanca, como nieve o arena, pero eran pesadas y ardientes'. Algunos de los tripulantes recogieron el polvo de la cubierta y lo guardaron en bolsas de plásticos como un recuerdo. El operador de radio, Aikichi Kuboyama, guardó una bolsa bajo su almohada. Seis meses después, murió debido al daño que le causó en el hígado la radioactividad".