EL RINCONCITO DE LA CONSENTIDA Así con la alcaldesa Regimonti
Así como inteligencia artificial no creemos que sea, pero lo cierto es que el montaje fotográfico que levantaron en redes sociales los detractores de Macarena Ripamonti, asociando su figura con la de su antecesora Virginia Reginato, al menos da para generar algo más que una reflexión respecto del devenir de la ex-DJ, a quien podemos ver más abajo sonriendo maliciosamente en los tiempos en que Reginato ya era concejala. En corto, y según un sitio de baja estofa, se supone que -después de dormir una siesta de más o menos dos años y medio- los concejales de oposición se dieron cuenta esta semana, a dos meses y medio de las primarias y a siete meses de las elecciones municipales, que existiría un déficit financiero tremendamente preocupante en la Municipalidad de Viña, lo que invalidaría la reelección de la actual jefa comunal y, como tampoco tienen muchos códigos, aprovecharon de repasar a la propia Virginia Reginato.
El partido que parece haber encontrado su lugar en el mundo es Evópoli, el único de la centroderecha que no ha hecho el ridículo con las nominaciones para las respectivas precandidaturas municipales, como sus socios de Renovación Nacional, Republicanos y la UDI, en ese orden. Mientras la primera tienda presentó candidatos sin que ellos supieran (Ricardo Urenda y Raúl Celis), la segunda tiene tres para Viña y el gremialismo no se atreve a mostrar sus cartas, los siempre "progres" de Evópoli ungieron a la concejala María José Aguirre como posible alcaldesa de Concón (la foto, eso sí, hay que actualizarla) y fijaron su centro de operaciones en el café Le Mint de la avenida Blanca Estela, donde por estos días suele verse al diputado Hotuiti Teao, el presidente regional José Mardones, la propia María José y otros colaboradores de su campaña, como la exedil UDI Adriana Marinetti.
Volviendo a Viña del Mar, el saco de felinos se ha incrementado tras el confuso anuncio de RN y el senador Francisco Chahuán, quien no dejó muy claro si era eso, lo otro o todo lo contrario. El exintendente Raúl Celis se enteró por la prensa de su supuesta nominación y posterior derrota en una votación en Quillota ante el edil Carlos Williams, quien tampoco fue a la antigua ciudad de las chirimoyas, hoy convertidas en paltas. Para qué hablar del excura Marcelo Catril, cuya candidatura ya no puede estar más manoseada. Entre medio, como que no quiere la cosa, el exdiputado Osvaldo Urrutia echó a correr su nombre a instancias de la mesa regional de la UDI y el exgobernador Gonzalo Le Dantec, como el buen ajedrecista que nunca fue ni será, parece haberse instalado en el partidor sin haber movido un músculo y ya tendría hasta un escudero y también candidato a concejal por Viña como dupla: el exseremi de Justicia José Tomás Bartolucci, a quien una página web anónima de baja categoría, nulo tráfico, cero edición y discutible ética, le cambió hace algunas semanas su nombre por el de su tío, el destacado cardiólogo Jorge Bartolucci Johnston.
En Valparaíso, por su parte, el pasado lunes se celebró el 39° aniversario del natalicio de su líder supremo, Jorge Esteban Sharp Fajardo, quien fue felicitado por la bancada parlamentaria completa de Transformar, es decir, únicamente por el médico y representante del Distrito 12 de la Región Metropolitana, el exhumanista Hernán Palma. Ahora, y siendo justos, Sharp se ríe solo viendo cómo se levantan casi quince candidatos para intentar sacarlo del cargo de calle Condell, aun cuando ni siquiera ha anunciado públicamente sus intenciones de ir a la reelección. Algunos dicen que está cansadito tras los dos intensos períodos que ha ejercido; otros, que aún no descarta ir por la senatorial de 2025; e incluso hay quienes especulan con la posibilidad de que le dé de una buena vez por todas el palo al gato con un movimiento que efectivamente prenda en la izquierda extraparlamentaria y los territorios, para así cimentar -ya no desde un cargo- su asalto al Palacio de La Moneda en 2027. El único problema, claro está, es qué hace con los saltimbanquis que tiene instalados en el municipio.
Acaso en ellos, en los saltimbanquis, es que piensa el inefable Boris Kúleba, quien conformó su súper comando megaterritorial para intentar ganar las primarias, secundarias, terciarias y lo que se necesite para llegar a la alcaldía de la mano del Partido Socialista. En un fiel reflejo de lo que sería su eventual gestión, sus creativos lo grabaron en el supuesto de enfrentarse a la urgencia de la limpieza de Valparaíso, ante lo cual el bueno de Boris hace su clásico gesto de levantar su ceja izquierda y arremangarse la camisa para poner manos a la obra.
Pero más allá de los quince o más nombres, hay uno que la UDI ha estado trabajando con suma discreción: el de la ingeniera comercial vinculada al mundo portuario, Iris Vicencio, con un recordado paso por la Compañía Sudamericana de Vapores y un expertise pocas veces visto en lo que a puertos y contenedores se refiere. Si la UDI no consigue levantarla como candidata a alcaldesa, iría con toda seguridad como aspirante al Concejo Municipal.
Pero los esfuerzos de la UDI también alcanzan a Viña del Mar, comuna en la cual el partido no está del todo convencido con la postulación de Osvaldo Urrutia, por lo que se han hecho las gestiones de intentar convencer por todas las vías posibles (dicen que incluso recibiría en las próximas horas un llamado de la precandidata presidencial Evelyn Matthei) al arquitecto Iván Poduje, muy conocido en la zona por su trabajo en campamentos y su visión urbanística desde los tiempos anteriores al megaincendio de Valparaíso, cuando integraba esa especie de think tank arquitectónico regional que era Metropolítica. Hace sólo unos días, Poduje participó del regreso de los "Piñera Boys" a Viña del Mar, donde expuso sobre el Plan de Reconstrucción junto a Karla Rubilar en la sede local de la CChC de calle Viana y, al ser consultado por una posible postulación, desde sus 1,95 metros de altura reconoció con ternura que su señora "no le da permiso".
Quien ya se bajó, pese a que en Santiago aún no se enteran, es el director ejecutivo de la Fundación Piensa, Juan Pablo Rodríguez, quien pese a no a ser candidato a nada, de todas formas apareció en la encuesta de Panel Ciudadano de la Universidad del Desarrollo, en la cual aparece con el 12% en el tercer lugar de tres aspirantes a la alcaldía de Viña, encabezados por Ripamonti (32%) y el edil Williams (14%), en tanto el 42% no votaría o no sabe por quién. Por lo pronto, en la Shell que está abajo de las oficinas de Piensa dicen que Rodríguez, tras una frustrada campaña a la Cámara Baja y otra como constituyente, quiere sí o sí volver ser candidato a diputado el próximo año.
Otro que no sabemos si se fue de reto, pero que esta semana volvió a insistir que por favor no lo mencionemos, es el juguetón del seremi del Deporte, Leandro Torres, quien sigue sufriendo con el zigzagueante arranque de la Unión Española dirigida por el "Chueco" Ponce, por lo que ha suplido su escasez de felicidad futbolística con el repunte de Santiago Wanderers, su club adoptivo. Aparte de estar más delgado y fit que nunca, Leandro también pidió que no se vuelva a hacer alusión a su inminente candidatura como diputado PPD por el Distrito 6. Desde la Delegación también solicitaron que no se dijera que la seremi de Desarrollo Social, Claudia Espinoza (CS), anda en la misma, pero por el Distrito 7.