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-¿Hoy cuáles son las cárceles más complejas de manera por la sobrepoblación y perfil delictual?
-La Región Metropolitana destaca entre ellas, Valparaíso, Concepción. En el norte La Serena, Arica, que ha sido la frontera para las inmigraciones y se ha elevado considerablemente la población penal extranjera. También tenemos Copiapó, donde hay un hacinamiento extremo, le hemos pedido a la autoridad que ponga atención a ese tema. Esas son las cárceles que revisten mayor preocupación. No desatender que las unidades penales albergan personas que han cometido delitos y que un juez determinó que son un peligro para la sociedad y por lo cual tenemos que hacernos cargo de ellos.
-¿Cuáles son, a juicio de la Agech, las estrategias más efectivas para disminuir los delitos en las cárceles?
-Creo que lo principal, mientras no exista una mejora en la infraestructura, es segregar. Tener diferenciados a los reos de mayor peligrosidad respecto de los que no lo son. Con el nivel de hacinamiento, con el aumento de la prisión preventiva, con la infraestructura actual, se nos hace bastante difícil tener esa segregación. Creo que ahí hay que apuntar, a un plan de infraestructura que permita tener un trabajo diferenciado de la población penal. Y en la práctica, esperaríamos que se lleven a cabo políticas de reinserción seria, que tiendan a modelar la conducta de los reos en libertad. Hoy no se está avanzando en materia de reinserción y los planes son insuficientes para cortar la cadena del delito y modelar la conducta de un condenado.
-¿Qué tipo de amenazas reciben los gendarmes y qué resguardos han tomado respecto a sus familias?
-El personal de Gendarmería a diario puede sufrir algún tipo de amenaza de la población penal, pero nosotros sabemos que es parte de tratar de inhibir la acción de los funcionarios. Estamos expuestos, sabemos que existen riesgos respecto de nuestra función y la institución tiene que apoyar con apoyo jurídico cuando este tipo de situaciones pasan. Esperamos que eso no se extrapole a la familia de nuestros funcionarios. Al día de hoy no conocemos de situaciones que sean graves.
-¿Cree que funcionaría en Chile un "estilo Bukele" como en El Salvador?
-Creo que en Chile sí hace falta una cárcel de máxima seguridad. Tenemos una población penal de alto compromiso delictual que, insisto, debería tener un trato diferenciado respecto de población penal que sí se debiese intervenir en materia de reinserción. Debiese existir una cárcel diferenciada con un régimen interno más estricto.
-¿Qué tan cerca estamos de situaciones de motines en cárceles como los de Ecuador o Venezuela, o de Rosario en Argentina?
-Nuestra posición es que el sistema penitenciario chileno no se asemeja al de los países que usted está señalando, conforme a que solamente por las imágenes de televisión se podía ver internos que están armados (con armas de fuego), que tienen el control absoluto del régimen interno. Aquí en Chile eso no pasa en ninguna parte. Motines han existido siempre en la historia penitenciaria, pero han sido controlados.
-¿Qué siente cuando dicen que Gendarmería ha perdido el control de las unidades penales?
-Generalmente lo dice gente que desconoce cómo opera el sistema penitenciario. Nos duele, sí. Al personal le molesta, porque la realidad de las cárceles la conocemos nosotros y hoy cualquier autoridad política del país puede visitar una cárcel y va a salir sin ver dañada su integridad física como ocurre en países vecinos. Eso da cuenta de que tenemos el control. Se tienen que seguir evitando situaciones como la comisión de delitos, pero para eso necesitamos que se invierta en tecnología como se está haciendo ahora y, en la medida que eso se haga, por cierto que mejora la función pública de nuestro personal.
"La tenencia de celulares es un tema complejo (...) Hay que considerar que las cárceles hoy están al interior de los radios urbanos, donde es fácil que, a través de lanzamientos sobre la muralla, se coordine el envío de elementos prohibidos, entre ellos teléfonos celulares. Son muchos los factores. Tampoco hay que desconocer que hay funcionarios lamentablemente involucrados".