Hasta el miércoles 10 de abril a las 17:30, el argentino Germán Burgos, más conocido como el "Mono" por sus tiempos de arquero en River Plate, oficiaba como comentarista de la televisión española. En esa jornada, la pizarra indicaba que debía analizar el partido que el Paris Saint Germain disputaba contra el Barcelona por la Champoins League.

Su nueva vida, después de haber trabajado, además de arquero, como ayudante de Diego Simeone en el Atlético de Madrid, parecía tranquila, pero cambió de rumbo cuando, tratando de rellenar esos vacíos incómodos que suelen darse en televisión, dijo, refiriéndose a la nueva estrella de los catalanes, Lamine Yamal, mientras éste hacía malabares con una pelota: "Ojo que si no le va bien, termina en un semáforo. Y sí, es la vida. El fútbol es como la vida. Es lo que debe hacer". Inmediatamente, al resto del panel, el comentario del "Mono" le cayó en gracia y se rieron de buena gana.

El problema es que no sucedió lo mismo en las redes sociales que explotaron por los dichos de Burgos. En cuestión de minutos, los ejecutivos de la señal "Movistar +" echaron al arquero y pidieron disculpas. Lo mismo hizo el "Mono" más tarde, pero ya era demasiado tarde. Daba lo mismo a esa altura que como entrenador haya promovido a cientos de jóvenes, sin importar su raza, religión u origen social. Lo relevante son los dichos, dan lo mismo los hechos.

El entrenador del Barcelona, Xavi Hernández, fue uno de los primeros en disparar contra el ex arquero: "Es un comentario repugnante y condenable".

El padre del jugador, nacido en Marruecos, salió a defender a su hijo de apenas 16 años y pidió respeto. Pese a su corta edad, Yamal no solo ha hecho goles en su club, sino también por la selección española.

A las críticas del entrenador del Barça y del padre de Yamal, se sumaron las del gremio de los trabajadores de la calle que se ganan la vida haciendo maromas mientras la luz se mantiene en rojo en el semáforo. Fue una declaración escueta y, claro, no es mucho el tiempo que uno tiene para escribir antes de que den la verde.

La dirección de tránsito de España, igualmente, manifestó su molestia. No corresponde que un comentarista se refiera así los semáforos, pues es un espacio que está destinado a controlar el flujo vehicular y que ninguna relación quiere tener con comentarios racistas o discriminatorios.

También reclamó la sociedad de futbolistas retirados dedicados a hacer comentarios en televisión. Ya bastante les ha costado expresarse en público durante noventa minutos y, por lo mismo, no están dispuestos a poner en riesgo esta nueva fuente laboral: "Que se dedique como el resto, a comentar lo obvio y punto", dijeron de forma taxativa en su comunicado.

El gremio de arqueros, en tanto, fue más honesto y confesó que era un tema que había que tomar con guante, pero que, en este caso, se le iba de la manos .

Yo, en tanto, en mi condición de columnista, también estoy indignado con lo dicho por el "Mono". La verdad es que no sé por qué, pero dada la repercusión que ha tenido este caso, sé que es lo políticamente correcto defender a Yamal, condenar a Burgos y aplaudir su expulsión. Los tiempos no están para ese tipo de comentarios, menos para reflexiones propias que puedan poner en cuestión lo que opina sabiamente la mayoría.